Introducción
El mundo actual, desafortunadamente, establece una clara y marcada diferencia entre las diferentes capas o sectores sociales que habitan nuestro planeta, diferencias estas que mayormente se sustentan sobre la base de indicadores económicos, algo que se manifiesta en todos los ordenes sociales, como es el caso de la sana practica del deporte, que en sus orígenes abogo encarecidamente por el espíritu de intercambio y la confraternidad deportiva entre sus practicantes a escala universal, sin condicionamiento alguno.
Sin embargo hoy en día esta aspiración primaria de la actividad deportiva ha sido, totalmente distorsionada al convertir de manera alarmantemente creciente al deporte de rendimiento en un proceso cada vez más permeado por un conjunto de factores que globalmente van en detrimento de la formación integral de su principal actor: el deportista.
Varios podrían ser los factores a enumerar en este sentido, no obstante, en opinión de este autor, dos de ellos se constituyen en los de mayor impacto en cuanto a la manifestación de la problemática anteriormente presentada.
En primer lugar la falta o el inconsistente respaldo por parte de muchos gobiernos a la Actividad Física y Deportiva en su espectro más amplio, dentro del cual resalta las en ocasiones desacertadas políticas en cuanto a la formación de profesionales altamente calificados, pero por sobre todo una sólida preparación pedagógica que les permita incidir positivamente en la formación de la conducta social y por ende en la personalidad de sus educandos - deportistas.
Un segundo elemento de alto impacto negativo en este sentido, deriva precisamente del desacierto de estas políticas, puntualmente en lo relacionado al respaldo económico gubernamental para el desarrollo de las distintas manifestaciones de la actividad físico - deportivas, acerca del cual prácticamente no se puede hablar al menos en los llamados “países en vías de desarrollo” (antes denominados subdesarrollados), lo cual ha abierto una enorme brecha para que se produzca toda una avalancha en cuanto a la participación de grandes consorcios comerciales abrumados por “invertir” en el deporte.
La acrecentada participación de las grandes transnacionales dentro de la actividad deportiva competitiva de alto nivel, ha transgredido las bases sociales sobre las cuales se sustentaba el deporte desde sus orígenes, al diseñar toda un estrategia para estimular materialmente cada vez más a los deportistas, incidiendo notablemente en una progresiva y peligrosa pérdida por parte de éstos en cuanto a sus valores ético - morales, al preocuparse en algunas ocasiones más por lo que puedan recibir monetariamente por su actuación individual que por representar los colores del pabellón patrio en una competencia con determinado nivel de importancia para su país, ya que han sido dotados de una errónea concepción con relación al deporte, al visualizar al mismo exclusivamente como una forma de obtener grandes ingresos personales desde el punto de vista económico. Esta tendencia ha acarreado otro mal aun más grave que es precisamente la manifestación de conductas inaceptables en la búsqueda a toda costa del éxito por lo que el mismo representa desde el punto de vista material, he ahí justamente donde de manera equivoca, tanto entrenadores como deportistas se introducen al deplorable mundo de los anabolizantes, para lograr a como de lugar el ”anhelado triunfo”, pasando entonces por alto la afección a la moral deportiva que esto significa, a lo que se añade el potencial peligro que dicho comportamiento representa para la salud del deportista, que en ocasiones provoca daños irreversibles.
Estas conductas una vez arraigadas en la personalidad del deportista son extremadamente difíciles de erradicar, sin embargo si desde el inicio del niño en el ámbito del deporte competitivo recibe una correcta orientación pedagógica con énfasis precisamente en la formación de valores como la identidad nacional, el compromiso con el país y el respeto por su propio pueblo, la honestidad en el sentido de su actuación tanto de índole personal como dentro del colectivo al cual pertenece, no habría que lamentar en lo posterior la manifestación de conductas totalmente desfavorables en algunos deportistas.
Desarrollo
La Formación Deportiva, indiscutiblemente clasifica como un proceso de larga duración, por su puesto con un carácter totalmente perspectivo. En ella se distinguen varias fases o etapas que van desde la Iniciación del deportista hasta el arribo del mismo a la denominada Maestría Deportiva, en aquellos casos en los cuales no se trunca el proceso.
El alcance de la Maestría Deportiva, se convierte entonces en la principal aspiración tanto del deportista como del entrenador involucrados en el difícil mundo del Deporte de Rendimiento.
Pero qué significa para el deportista haber alcanzado la Maestría Deportiva.
Es el arribo a la Fase Superior, dentro del proceso de Formación Deportiva, en otras palabras la excelencia en el ámbito del deporte de competencia, lo que significa la manifestación más equilibrada en cuanto al desempeño integral del deportista, tanto desde el punto de vista físico - funcional, motriz, psicológico, intelectual y moral, todo ello bajo la égida de un pedagogo - entrenador.
De acuerdo con esta definición se puede afirmar que el mencionado proceso de Formación Deportiva es de una altísima complejidad dada su gran responsabilidad desde el punto de vista social la cual va más allá del simple hecho de prestigiar al deportista, un club o un país a raíz del resultado logrado, sino de preparar integralmente a sus actores principales los deportistas para que la sociedad pueda disponer de personas con las capacidades y cualidades óptimas para propulsar su desarrollo de forma ininterrumpida.
Para el cumplimiento del referido encargo desde el unto de vista social, la Formación Deportiva se apoya en uno de sus principales procesos que de hecho es el que garantiza el alcance de tan importante aspiración dado su carácter pedagógico como se puede apreciar en la siguiente definición.
Definición de Entrenamiento Deportivo
Es un proceso pedagógico que se concreta en la organización del ejercicio físico, que varía en cantidad e intensidad, produciendo una carga creciente, que por una parte estimula los procesos fisiológicos de sobrecompensación y mejora las capacidades físicas, tácticas y psíquicas del atleta, a fin de exaltarlo y consolidar su rendimiento. Por la otra parte dicho proceso activa las posibilidades cognoscitivas, tanto por la vía de la instrucción como de la auto instrucción intelectual, contribuyendo de igual modo a la formación de la personalidad del deportista, a través de la preparación moral y volitiva en función de las necesidades y prioridades de la sociedad.
Precisamente la misión de preparar al deportista en correspondencia con las necesidades y prioridades de la sociedad en que vive en función de contribuir a su desarrollo de forma sostenida a través de la extrapolación de todas las capacidades y habilidades adquiridas durante su tránsito por las diferentes etapas de la Formación Deportiva a su futuro quehacer social, como protagonista identificado y comprometido con la transformación cualitativa dentro de su esfera de actuación; hacen que la labor pedagógica por parte del entrenador se convierta en el núcleo de este proceso, en cuanto al logro del éxito del mismo.
Para esto el pedagogo - entrenador se sustenta en los conocimientos aportados por la Pedagogía Deportiva, como ciencia encargada de estudiar las particularidades del proceso de Entrenamiento Deportivo, desde el punto de vista formativo o educativo, como puede apreciarse en el contenido que la define.
Definición de Pedagogía Deportiva
Es la ciencia de la educación que se encarga de estudiar los procesos de instrucción y de formación integral de la personalidad del individuo, a través del desarrollo de las capacidades físicas e intelectuales, además de las habilidades motrices deportivas, influyendo igualmente de manera positiva en la conducta social de éste.
Tripps, D. G.... La Pedagogía Deportiva, como otras ciencias relacionadas a la instrucción y la educación, se encuentra construida socialmente, toda vez que las experiencias deportivas afectan a los participantes inmediata y completamente, proviéndose éstos (educandos - deportistas), de una reflexión única sobre sí mismo y el mundo.
Por lo tanto una Pedagogía Deportiva de calidad, ofrece conocimientos y experiencias, las cuales engrandecen la reflexión crítica positiva, desarrollando a su vez actitudes y aptitudes que en su conjunto permiten la toma de decisiones de significado positivo que cambian la vida de los participantes...
Como lo expresa la definición, la Pedagogía Deportiva, orienta su objeto de estudio hacia la formación integral de los educandos - deportistas, para esto se vale de la intervención pedagógica por parte del pedagogo - entrenador, quien tiene en la correcta utilización de los métodos educativos al principal y más efectivo aliado en su intención de lograr un producto de alto valor humano.
Propuesta de Métodos Educativos ha utilizar en la Formación Deportiva Inicial
Persuasión
Este método reviste singular importancia en el proceso de formación de la conciencia de los alumnos - deportistas. Es necesario acercarse a ellos, aprender a convencerlos. La persuasión se logra no solo con la palabra, sino a través de la propia experiencia de los alumnos - deportistas en la práctica de su quehacer cotidiano.
El convencimiento tiene una fuerza extraordinaria, sólo con la ayuda de la persuasión como método de influencia en el mundo espiritual de los alumnos - deportistas, se opera la afirmación de las convicciones como sistema de ideas y opiniones que se transforman en orientaciones y principios valorativos.
La aplicación de este método reclama conocimientos pedagógicos y un profundo dominio de las leyes psicológicas que permitan el estudio de las personalidades.
Diálogo o Conversación Ética
Es un método que puede ser utilizado tanto de forma individual como colectiva, ya que se centra en el acercamiento que debe producirse entre el educador - entrenador y el educando - deportista, con el principal objetivo de analizar actitudes, comportamientos de la colectividad propia o de otra colectividad, o comportamientos personales o de otras personas.
El empleo de este método requiere de una adecuada selección de los temas que serán objeto de análisis y de la elaboración de una guía de entrevista o conversación ética, además debe tenerse en cuenta, el lugar donde habrá de celebrarse, la duración y los medios para apoyar la misma.
Por lo general, padres y educadores - entrenadores acostumbran a sermonear a los educandos - deportistas, explicándoles verbalmente que es lo correcto y que no lo es, pero muy pocas veces les presentan situaciones concretas en las cuales han intervenido, para que realicen su propia valoración moral acerca de sus actitudes.
En la conversación ética se someten a discusión conductas específicas. Se reproducen actitudes, comportamientos, para ser estudiados con mayor detenimiento y análisis critico.
En la práctica pedagógica este método se combina con el método de crítica y autocrítica.
Con las conversaciones individuales y colectivas se favorece el desarrollo de la autocrítica.
Crítica y Autocrítica
Estos métodos desempeñan un importante papel en la formación integral de las jóvenes generaciones. Es una necesidad imperiosa prepáralas en cuanto al conocimiento de sus propias deficiencias y recibir sugerencias relacionadas al cómo superarlas. El uso acertado de la crítica y la autocrítica coadyuva al desarrollo de la conciencia y permite un mejor avance en la construcción y perfeccionamiento de la nueva sociedad.
Estos se constituyen en métodos de trabajo diario, por lo tanto se ha de ser muy cuidadoso en cuanto a la selección del lugar y momento oportuno para realizar la crítica, procurando que la misma se encuentre siempre bien fundamentada y sea justa.
La crítica y la autocrítica, contribuyen a enfrentar lo mal hecho.
El educador - entrenador debe insistir en el desarrollo de la autocrítica de sus educandos - deportistas, acostumbrándolos a realizar valoraciones justas y objetivas acerca de su propia actuación, de esta forma al mismo tiempo que es capaz de ver y valorar los defectos ajenos, estará en condiciones de ver y valorar sus propios defectos y la incidencia de los mismos en los demás.
Exigencia
Cada profesor - entrenador ha de exigirse a sí mismo, el colectivo pedagógico - deportivo debe ser exigente con cada uno de los profesores - entrenadores que lo integran y a su vez todos sus miembros deben ser fieles al principio que plantea la unidad y sistematicidad de las exigencias educativas, siendo exigentes con cada uno de sus educandos - deportistas.
No basta que le asignemos responsabilidades a los educandos - deportistas, sino que hay que exigirles el cumplimiento de éstas con la calidad que se requiere en cada caso.
La exigencia debe formularse de forma concreta, clara, asequible, presentándose de forma agradable al educando - deportista. En ocasiones un gesto sencillo y hasta una sonrisa se convierten en una nueva exigencia para los alumnos.
La efectividad de este método se encuentra garantizada en la medida, que el profesor - entrenador domine el conocimiento relacionado a las características psicológicas inherentes a la personalidad del período de edades con el cual se encuentra trabajando.
Asignación de Responsabilidades
Este método debe ser empleado desde los primeros años de vida en la formación de la personalidad de las jóvenes generaciones. La asignación de responsabilidades ayuda a crear en los niños las primeras experiencias de conducta social.
En cualquiera de las esferas de la vida el educando - deportista debe adoptar diferentes posiciones, en algunas ocasiones será el protagonista de la actividad y en otras sencillamente su ejecutor, pero siempre enfrentará una tarea específica dentro del funcionamiento de su colectivo.
La asignación de responsabilidades individuales y la obligación de cumplirlas por parte del educando - deportista y de controlar su cumplimiento por parte del educador - entrenador, constituye un método de educación que se orienta hacia la formación de hábitos de disciplina y responsabilidad individual y colectiva, que a su vez son valores de suma importancia en la personalidad de cada educando - deportista.
No se trata de asignar tareas de implicación netamente individual, se trata de asignar actividades que garanticen manifestaciones idóneas para el desarrollo de la vida en colectivo, donde el triunfo común dependa de la responsabilidad en cuanto al cumplimiento de las tareas individuales. En estos casos ninguna tarea resulta insignificante.
Un aspecto no menos importante en el sentido de la asignación de responsabilidades es el hecho de que las mismas deben estar en correspondencia con el estadio de desarrollo que desde el punto de vista psico / biológico y social en que se encuentre el educando - deportista.
Emulación
Contribuye a despertar sentimientos, emociones, que se traducen en una mejor actitud (comportamiento), en el desempeño de cada tarea por parte del alumno - deportista y por supuesto en la obtención de mejores resultados en las mismas.
En la emulación es fundamental la presencia de un clima psicológico favorable, la propaganda, el control sistemático, la discusión colectiva de los resultados alcanzados y los estímulos derivados de éstos.
En la emulación deben priorizarse los objetivos de carácter social y no los personales. El empleo correcto de este método por parte del profesor - entrenador, posibilitará una conjugación armónica de ambos intereses.
Estímulo
Es un método que se orienta hacia la reafirmación de las cualidades positivas de la personalidad del educando - deportista, contribuye a reforzar la satisfacción por la tarea cumplida eficazmente, renovando la energía del mismo al mismo tiempo que potencia la aspiración de ser mejor cada día.
En el campo educativo - deportivo existen dos grandes formas de estimular a los alumnos - deportistas.
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Estímulo Moral.
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Estímulo Material.
Tanto el estímulo moral como el material, siempre han de ser la expresión del reconocimiento tanto del profesor - entrenador como de la comunidad a la actitud de avanzada de un educando - deportista o de un colectivo deportivo destacado.
No obstante, se debe ser muy precavido en cuanto a la utilización de este método, debido a que el comportamiento sobresaliente desde el punto de vista positivo no puede convertirse en una condicionante para recibir un reconocimiento material. Los efectos en estos casos son completamente desfavorables y se encuentran en contradicción antagónica con los principios que dieron lugar al surgimiento del deporte.
Ante esta situación el deporte de iniciación tiene que convertirse a través de sus educadores - entrenadores en el arma pedagógica eficaz que se contraponga a esta negativa tendencia, formando desde el principio en los educandos - deportistas una conciencia exacta en torno al verdadero significado social de su actuación y la satisfacción personal que esto implica en su vida más allá de cualquier recompensa material.
Sanción
Es un método que contribuye indiscutiblemente al perfeccionamiento de la conducta y por consiguiente de la educación, a través del reconocimiento y la rectificación de los errores cometidos y de un estadio superior de desarrollo de la conciencia por la disciplina dentro de colectivo.
Las sanciones a los educados - deportistas deben ser aplicadas sobre la base de criterios formativos, no en sentido contrario, debiendo ayudar a los mismos en cuanto la comprensión de la naturaleza y causas de los errores por parte de todos aquellos que han sido comisores. Por otra parte las sanciones desde el punto de vista psicológico deben influir favorablemente en las esferas emocionales, afectivas y motivacionales de los alumnos deportistas, con la finalidad de que interioricen adecuadamente la necesidad y justeza de la sanción que le ha sido aplicada y que a partir de ese momento adopten una postura positiva que les evite ser reincidentes.
La excesiva tolerancia ante actitudes negativas por parte de los educandos deportistas, posibilita la deformación de la conducta de los mismos, al dotarlos de un clima de seguridad e inmunidad que los hace sentir en condiciones de poder actuar incorrectamente con toda libertad.
Los educadores - entrenadores no deberán ser implacables, pero tampoco extremadamente tolerantes ya que en cualquiera de estos casos su posición afectará negativamente la proyección de la conducta de los alumnos - deportistas a su cargo.
Las sanciones deben obviar inexorablemente a los castigos corporales o aquellos morales que humillan a la persona. Cada sanción debe responder a un momento especifico, en condiciones concretas, por lo tanto una sanción no puede marcar a un educando - deportista para toda su vida, en consecuencia lo más importante en cuanto a la aplicación de cualquier sanción radica en que éstos comprendan el por qué de la misma y su carácter justo, para que a partir de aquí se fomente la aspiración de actuar en correspondencia con las normas correctas de conducta social que se manifiestan en su entorno.
Los educadores - entrenadores deberán reflexionar detenidamente antes de aplicar cualquier sanción de manera tal que la misma no agreda la integridad física y/o moral del educando - deportista.
De igual forma los educadores - entrenadores tendrán en cuenta que la aplicación de alguna sanción deberá tener un justificativo real, estableciendo un sistema gradual de severidad de la sanción, se deberá comenzar por el alerta, el llamado de atención, la critica en el plano individual, el consejo, la recomendación y la ayuda directa para el mejoramiento de las actitudes que condujeron a la realización de la crítica, posteriormente y en caso de que estos procedimientos no resulten eficaces se podrá pasar al señalamiento público ante el colectivo y así sucesivamente ir aumentando el rigor de la sanción siempre en correspondencia con el error cometido.
En cualquier caso se hace necesario aclarar que cuando predomina la necesidad de imponer sanciones cualquiera que estas sean, es porque existen serias deficiencias en el desarrollo del trabajo educativo por parte del profesor - entrenador para con sus alumnos - deportistas.
La pedagogía deportiva en función de la formación integral del ciudadano
Conclusiones
Los métodos de educación han de responder siempre a objetivos muy especificados, coherentes y precisos en estrecho vínculo con las tareas más generales planteadas por la educación en una sociedad determinada.
La efectividad del método educativo depende de que su selección se corresponda con las condiciones concretas en las que se realiza el proceso educativo - deportivo, así como las particularidades individuales de la personalidad de cada educando - deportista, según su edad y con las características del colectivo al cual pertenece.
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