El calzado juega un papel muy importante en el desempeño deportivo, ya que a la vez favorece el rendimiento y disminuye los factores de riesgo de lesiones secundarias en la ejecución de la carrera.
El calzado deportivo adecuado debe reunir las siguientes características: ser ligero, resistente, cómodo, absorbente del impacto y podemos agregar económico.
Debe ser ligero, ya que el peso excesivo es una carga que repercute obviamente en el rendimiento, exigiendo un mayor gasto de energía, con la consecuente disminución de la capacidad del individuo y favorece la aparición temprana dela fatiga.
Debe ser resistente en sus materiales sobre todo a nivel de la suela, construida mayormente de poliuretano. Esto con la finalidad de incrementar su duración, dado que el corredor acumula un gran kilometraje en sus entrenamientos, y sería antieconómico estar cambiando periódicamente de calzado debido a su deterioro temprano. Normalmente las suelas de caucho con carbón son las más resistentes.
Debe ser cómodo con objeto de que el pie del corredor tenga un receptáculo adecuado que no le origine problemas o altere su biomecánica lo que disminuirá su rendimiento.
Otra de las características principales del calzado es que debe absorber el impacto que se genera en el pie (y se proyecta hacia todo el cuerpo) cuando entra en contacto con el suelo.
Es necesario tomar en cuenta que cuando se corre, al momento en que el pie entra en contacto con el suelo, se genera una serie de fuerzas que incrementan el impacto hasta 3 veces el peso del corredor. Esto es de vital importancia, pues las fuerzas de reacción que se originan favorecen la aparición de lesiones, sobre todo cuando se corre en superficies duras como el asfalto y cemento. De ahí la importancia de un buen calzado que absorba estas fuerzas de impacto.
La parte del calzado donde se absorbe el impacto es la suela intermedia y que puede ser de EVA (Etil-vinil acetato). Que tiene la característica de una mayor absorción del impacto, presenta como desventaja de que su promedio de vida útil no es prolongado.
También se utiliza como suela intermedia el poliuretano que presenta como ventaja una mayor duración pero tiene como desventaja el ser más duro y pesado que el EVA y una menor absorción. Actualmente se utiliza el poliuretano para encapsular o reforzar ligero.
También se han utilizado otros materiales como el gel de silicón, las suelas de aire encapsulado (en poliuretano).
La suela intermedia es uno de los principales elementos del calzado del corredor debido a su función de absorción de impacto durante la carrera cuando el pie hace contacto con la superficie sobre la que corre.
No hay que olvidar que una de las principales causas de lesión en el corredor son las fuerzas de choque que se originan en el momento de apoyo del pie con la superficie. De ahí la importancia de tener una buena suela intermedia que absorba estas fuerzas. Otra característica importante con que debe contar un buen calzado es la estabilidad. Los movimientos que se producen en el pie y sobre todo en el tobillo durante la carrera, así como posiciones viciosas o alteraciones anatómicas o funcionales, favorecen la aparición de lesiones y una disminución en la eficiencia biomecánica; de ahí que sea tan importante presentar una buena estabilidad del tobillo, la que lleva al cabo el contrafuerte o estabilizador del talón. Este contrafuerte se encuentra en la parte posterior y superior del calzado (talón), generalmente es de materiales rígidos como el termoplástico y su función principal es restringir el excesivo movimiento en el pie. El estabilizador externo en el talón refuerza el contrafuerte limitando los movimientos de pronación y supinación.
Dr. Marco Antonio Flores Samayoa
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