Todos sabemos que el ejercicio físico favorece un estilo de vida más activo. Pero sin embargo, debemos insistir en esta importancia porque las facilidades que aporta la vida moderna nos lleva a adoptar estilos de vida sedentarios, cada vez más alejados de la actividad física.
“La mayor parte de las tareas laborales actuales no están relacionadas con ejercicios vigorosos y los grandes adelantos técnicos tienden a favorecer la falta de actividad física. La gente se moviliza en transporte privado o público, mira televisión o se sienta frente a su ordenador en los ratos libres”, asegura Segismundo Uriarte Domínguez, especialista en Educación para la Salud. Y agrega que en países donde las políticas de promoción masiva del deporte y el estilo de vida activa tienen mayor desarrollo, el sedentarismo no es tan alto, presentando tasas que alcanzan del 50 a 60% de la población.
Según el experto, los beneficios del ejercicio físico no están solamente relacionados con la prevención de las enfermedades cardíacas sino que producen en el cuerpo una resistencia superior ante las distintas agresiones que la vida y el paso de los años provocan.
Los adultos que realizan una vida activa llegan a edades mayores con mejor predisposición al trabajo, menor dependencia de aquellos que los rodean y mayor resistencia a enfermedades cardiovasculares, diabetes, osteoporosis, o hipertensión arterial.
El ejercicio físico regular, al actuar directamente sobre el corazón y los vasos sanguíneos, es uno de los elementos más eficaces para prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares. Diferentes dolores articulares y musculares se ven aliviados por sesiones especiales de ejercicios y los trastornos venosos de las piernas, encuentran en la actividad física una de las más importantes y probadas formas de tratamiento.
“Existe una relación positiva entre el sistema inmunológico (las defensas del organismo) y la actividad física, lo que genera una menor prevalencia de diferentes formas de cáncer entre las personas físicamente activas”, explicó Uriarte Domínguez.
Los especialistas en este campo indican que los efectos beneficiosos del ejercicio físico sobre el corazón son los siguientes:
- Disminuye la frecuencia cardíaca de reposo y, cuando se hace un esfuerzo, aumenta la cantidad de sangre que expulsa el corazón en cada latido. De esta manera la eficiencia cardíaca es mayor "gastando" menos energía para trabajar.
- Estimula la circulación dentro del músculo cardíaco favoreciendo la "alimentación" del corazón.
Los efectos sobre el sistema circulatorio son:
- Contribuye a la reducción de la presión arterial.
- Aumenta la circulación en todos los músculos.
- Disminuye la formación de coágulos dentro de las arterias con lo que se previene la aparición de infartos y de trombosis cerebrales.
- Actúa sobre el endotelio, que es la capa de células que tapiza por dentro a las arterias segregando sustancias de suma importancia para su correcto funcionamiento, mejorando su actividad y manteniéndolo sano y vigoroso. Todo esto por una acción directa y a través de hormonas que se liberan con el ejercicio.
- Mejora el funcionamiento venoso previniendo la aparición de varices.
Sobre el metabolismo ejerce los siguientes efectos:
- Aumenta la capacidad de aprovechamiento del oxígeno que le llega al organismo por la circulación.
- Aumenta la actividad de las enzimas musculares, elementos que permiten un mejor metabolismo del músculo y por ende una menor necesidad de exigencia de trabajo cardíaco.
- Aumenta el consumo de grasas durante la actividad, lo que contribuye a la pérdida de peso.
- Colabora en la disminución del colesterol total y del colesterol LDL ("malo") con aumento del colesterol HDL ("bueno").
- Mejora la tolerancia a la glucosa favoreciendo el tratamiento de la diabetes.
- Incrementa la secreción y trabajo de diferentes hormonas que contribuyen a la mejoría de las funciones del organismo.
- Colabora en el mantenimiento de una vida sexual plena.
- Mejora la respuesta inmunológica ante infecciones o agresiones de distinto tipo. El ejercicio físico es también beneficioso sobre el tabaquismo porque las personas que realizan entrenamiento físico dejan el hábito de fumar con mayor facilidad y hay una relación inversa entre ejercicio físico y tabaquismo.
También tiene influencia positiva sobre los aspectos psicológicos ya que:
- Aumenta la sensación de bienestar y disminuye el estrés mental.
- Se produce liberación de endorfinas, sustancias del propio organismo con estructura química similar a morfina, que favorecen el " sentirse bien" después del ejercicio (sin, por supuesto, los efectos malos de la droga).
- Disminuye el grado de agresividad, ira, ansiedad, angustia y depresión.
- Disminuye la sensación de fatiga.
Con respecto al aparato locomotor sus beneficios son los siguientes:
- Aumenta la elasticidad muscular y articular.
- Incrementa la fuerza y resistencia de los músculos.
- Previene la aparición de osteoporosis.
- Previene el deterioro muscular producido por los años.
- Facilita los movimientos de la vida diaria.
- Contribuye a la mayor independencia de las personas mayores.