Una consulta muy frecuente en mi recorrido profesional es la siguiente: Cuando entreno estoy bien, pero luego estoy cansado/a todo el día. ¿Por qué?
Las causas de cansancio pueden ser diversas.
1- Puede ser que un sujeto esté sobre-entrenado. Esto significa que su frecuencia semanal, su carga horaria de cada vez, los descansos, las pausas, la intensidad o su forma o progresión de entrenamiento por ciclos no sea la adecuada para ésta persona. Esto es algo que se debe chequear con el profesor que lo entrena y si se entrena por su cuenta, consultar a un docente. Se puede medir desde los análisis de sangre el cortisol plasmático y de esta manera ver si existe alteración, con lo que se regularía el tiempo total y parcial de entrenamiento. Se recomienda incluso en alto rendimiento descansar un día completo y medio día más en la mitad de la semana. A partir de estas recomendaciones generales cada caso particular debe ser revisado.
2- Puede ser que tenga anemia. La anemia es la falta de hemoglobina en los glóbulos rojos. Trae cansancio general pues es la hemoglobina quien transporta el oxígeno a las células para producir energía a partir de los alimentos. Con menos energía, hay naturalmente más cansancio. Las anemia pueden deberse a pérdidas (menstruaciones copiosas, pérdidas de sangre por hemorroides, o encías sangrantes, parasitosis, etc.). Son todas causas médicas que deben ser estudiadas y corregidas por el profesional de la salud. Las recomendaciones generales son comer carnes rojas 3 veces semanales, el resto carnes blancas que poseen algo de hierro también, en lo posible acompañadas con tomate pues la vitamina C favorece la absorción del hierro y alejadas de lácteos y quesos pues el calcio disminuye su absorción.
3- Otro motivo de cansancio es la deshidratación. La falta de líquido es una causa muy frecuente de cansancio y de contracturas. Sucede con mayor frecuencia en los días de verano, pues ingerimos la misma cantidad de líquido, pero perdemos más por sudor. A grandes rasgos la indicación es sencilla: tomar suficiente cantidad de líquido antes durante y después del ejercicio, no esperar a tener sed. Para cada persona será diferente la cantidad y el tipo de bebida que le conviene. Esto sería conveniente reverlo particularmente con el médico nutricionista.
4-Otra causa de cansancio frecuente es la falta de glucógeno muscular. Esto sucede cuando no se ingieren hidratos de carbono suficientes. Es común que las dietas para bajar de peso restrinjan los carbohidratos de la dieta. En un deportista es fatal: pues no tiene fuerzas para moverse, siente un cansancio durante todo el día que no le permite realizar tareas sencillas cotidianas y metabolitamente se produce el “auto-canibalismo proteico”. O sea que destruye sus propias proteínas musculares para convertirlas en la energía que le falta. Aún en deportistas que deben bajar de peso es conveniente racionalizar los carbohidratos de su dieta (nunca dejar de darlos). Son carbohidratos los fideos, ñoquis, papa, batata, polentas, harinas, panificados, dulces, mermeladas, jugos de frutas, etc.
5- Existen enfermedades musculares (distrofias, miastenias, etc.) y también algunos medicamentos (tranquilizantes, antiálgicos, hipocolesterolémicos) y enfermedades endocrinológicas como el hipotiroidismo que pueden causar cansancio. Otras enfermedades generales (virosis desde gripe, mononucleosis, hepatitis, etc.) que también pueden dar la sensación de fatiga. “El síndrome de fatiga crónica” es una enfermedad que aún se está estudiando, parecería ser multi-causal. Como recomendación puntual: se debe estar alerta ante estados “gripales” y suspender el entrenamiento hasta la consulta médica que descarte las enfermedades antes nombradas.
Las enfermedades cardíacas también producen sensación de cansancio. En niños se deben descartar las malformaciones cardiovasculares y en adultos las insuficiencias coronarias. Por esto es importante el chequeo médico donde se deberán pedir análisis de sangre, ECG, ergometrías y ecocardiograma para descartar y evaluar patologías.
En síntesis: antes de una actividad física, pasar por el médico deportólogo, nutricionista y siempre consultar por un plan de entrenamiento al profesor de Educación física que sea progresivo y adecuado a cada persona en particular.
Y no olvidar que: “Ser sedentario trae más efectos nocivos que moverse”.