En el cuadro que mostramos a continuación, podemos observar, que los atletas necesitaron entre 58 y 62 m para alcanzar su máxima velocidad lanzada y que el tiempo desde el arranque, hasta alcanzar esta máxima velocidad (12m/s, a más de 42 Km/h) empleó alrededor de 6”. El punto donde finaliza la aceleración se registra en el siguiente cuadro:
En este estudio, se pudo especificar el comportamiento de cada atleta con relación a la longitud de sus pasos y la frecuencia de los mismos, desde la salida hasta el final de carrera. Se muestra en el cuadro siguiente:
Vemos por ejemplo, que Maurice Greene, en los primeros 30 m, realizó 4,29 pasos cada segundo, y observamos como en los segundos 30 m de carrera, aumenta la frecuencia, alcanzando los 5 pasos por segundo. Al mismo tiempo notamos, que no pudo mantener esa frecuencia y en los últimos 40 m, la velocidad de pasos disminuyó.
Paralelamente la longitud de sus pasos, fueron aumentando desde el inicio hasta el final, porque estratégicamente, se busca mantener la velocidad en los tramos finales, con pasos más largos, para compensar la pérdida de frecuencia.
En el siguiente cuadro ilustrativo, podremos observar una síntesis de la carrera:
Si realizamos una gráfica de la curva de velocidad, observamos que el comportamiento es similar al de Ben Jhonson y al de Carl Lewis.
Al realizar un análisis similar con las damas, veremos que también se verifica un comportamiento similar.
Analicemos a Sheila Echolz, corredora de 11” en los 100 m, campeona Olímpica, integrante del equipo de relevos de 4x100 m de U.S.A, en los juegos Olímpicos de Seúl (Corea del sur - 1988).
Al igual que en los cuadros anteriores podemos observar: el tiempo parcial que obtuvo cada 10 m de carrera, la velocidad metros x segundos alcanzada en cada tramo y los registros obtenidos desde la partida a la llegada.
Observamos que además de manifestarse la velocidad en forma similar a la de los varones, la frecuencia que alcanza de promedio, es de 4,48 pasos x segundo (muy similar a la de los varones) y consideramos que es en la longitud de los pasos (factores antropométricos y de fuerza) donde se da la mayor diferencia. Si trazamos una curva de velocidad con los datos consignados, ésta quedaría así:
Otros datos del comportamiento de las atletas en una carrera de 100 m llanos, de un análisis biomecánico, son los realizados en el Campeonato mundial de atletismo, de Sevilla (España – 1999), con velocistas de elite, que nos permiten observar lo siguiente:
Podemos observar en el cuadro de arriba, el tiempo parcial que obtuvieron cada 10 m de carrera, y la velocidad metros x segundos alcanzada en cada tramo.
En el cuadro que mostramos a continuación, podemos observar que las atletas necesitaron alrededor de 50 para alcanzar su máxima velocidad lanzada y que el tiempo desde el arranque, hasta alcanzar esta máxima velocidad (casi 11m/s a más de 39 Km/h) fue de alrededor de 6”.
Si realizamos una gráfica de la curva de velocidad, observamos que el comportamiento es similar al de los varones.