Son muchas las actividades típicas de Halloween: el famoso truco o trato, las fiestas de disfraces, la visita de casas encantadas, las bromas, leer historias de miedo, ver películas de terror y… ¡calabazas por todas partes! Pero ¿qué tiene todo esto que ver con las calabazas?
Halloween tiene su origen en una festividad céltica que ha sido asimilada por las culturas dominantes posteriores, como por ejemplo los romanos, que ya celebraban una festividad parecida en honor a Pomona, diosa de los árboles frutales, y mezclaron ambas tradiciones o la cultura católica con el Día de Todos los Santos. Pero la internacionalización del Halloween (y las calabazas) no fue hasta que la festividad llegó a los Estados Unidos.
La leyenda…
En 1840 esta festividad llega a Estados Unidos, de la mano de los inmigrantes irlandeses, quienes difundieron la costumbre de tallar las calabazas y poner una vela dentro. Esta costumbre está inspirada en la leyenda de "Jack el Tacaño".
Jack "El Tacaño" era un granjero que engañaba y mentía a vecinos y amigos, consiguiendo una reputación que bien podría rivalizar con el mismísimo Satanás.
Este rumor llegó al Diablo y acudió a comprobar si era un rival de semejante calibre. Disfrazado de hombre se puso a beber con él revelando su identidad tras ver que en efecto era un auténtico malvado. Lucifer le dijo que venía a llevárselo pero al ir a pagar lo bebido, ninguno de los dos tenía dinero. Lucifer se convirtió en una moneda para demostrar sus poderes y Jack se lo metió en su bolsillo, donde llevaba un crucifijo de plata. Incapaz de salir de allí el Diablo tuvo que prometer no molestar a Jack en un año.
Transcurrido ese tiempo, el Diablo apareció de nuevo en casa de Jack para llevárselo al inframundo pero de nuevo Jack engañó al diablo y le puso otra condición: que nunca pudiera reclamar su alma para el inframundo.
Al morir Jack no pudo ir ni al cielo ni al infierno y el diablo tuvo que enviarlo de vuelta. El diablo le lanzó a Jack un carbón encendido directamente del infierno, para que se guiara en la oscuridad, y Jack lo puso en una calabaza que llevaba con él,para que no se apagara con el viento.
Esasí como las calabazas empezaron a ser usadas para alumbrar el camino a los muertos y para evitar que Jack toque a la puerta para engañar con el famoso “truco o trato”.
La calabaza, esa gran desconocida.
Además del uso común como decoración, sabías que la calabaza contiene 90% de agua, es baja en calorías, no contiene grasas, y es una fuente de fibra dietética. Es ideal para los que quieran seguir dietas de adelgazamiento ya que además de aportar muy poca energía, su contenido en fibra aporta sensación de saciedad y mejora el tránsito intestinal.
Tiene un alto contenido en vitamina A, una ración de 120g cubre las necesidades diarias de esta vitamina antioxidante esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, los huesos y tejidos corporales en general. Además de cara al frío que se acerca, un buen aporte de vitamina A puede ayudarnos a proteger el aparato respiratorio y a mejorar nuestro sistema inmunológico. Además es muy rica en potasio, mineral imprescindible transmisión nerviosa y en el mantenimiento del equilibrio del agua en las células. Su aporte en la dieta se ha relacionado con la disminución del riesgo cardiovascular.
Por su aporte vitamínico es muy aconsejable introducirlo en la dieta infantil y su color facilita introducirlo en su dieta con el típico Puré de Calabaza o ponerlo como un ingrediente más en el Puré de verduras de los niños o en los platos de legumbres.