Atendiendo a la ausencia de Leyes vinculadas a la actividad profesional de Entrenador Personal en la mayor parte de las Comunidades Autónomas de España y, considerando la formación que están impartiendo algunas Facultades; diversas Instituciones, Escuelas y Federaciones. Haré mención a una serie de competencias fundamentales que realmente deben desarrollar los Entrenadores Personales:
Evaluación Biológica, Psicológica y Social de la persona entrenada:
La evaluación biológica debe integrar un informe médico, valoración de la condición física y de la composición corporal del alumno en cuestión, es decir, si nos encontramos ante un sujeto Endomorfo, Mesomorfo o Ectomorfo.
La valoración psicológica y social dependerá en mayor o menor medida de su historial de práctica físico- deportiva, teniendo en cuenta sus necesidades, preferencias, expectativas y autopercepción sobre su nivel de condición física.
Planificación del Entrenamiento Personal relacionado con actividad física o deporte:
Es necesario que el Entrenador Personal tenga los conocimientos y formación necesarios para llevar a cabo el diseño, modificación, control de sesiones, métodos, técnicas de entrenamiento y ciclos de entrenamiento (Microciclos, Mesociclos y Macrociclos). La finalidad de la planificación es lograr los objetivos establecidos en función de la valoración inicial realizada a través de las evaluaciones anteriores.
Elaboración de programas de entrenamiento:
A través de ésta competencia se refleja la labor que debe efectuar el Entrenador Personal en cada una de las sesiones de trabajo, con el usuario o cliente en particular; controlando que los ejercicios que ejecuta están realizados con una técnica correcta, según las directrices marcadas previamente por su Personal Trainer.
Aplicación de herramientas fundamentales como son las habilidades sociales:
Dichas herramientas permiten que la relación entre la persona y el Entrenador Personal se desarrolle en un buen ambiente de trabajo. Este ambiente, permite al primero sentirse respaldado por su Entrenador (no sólo durante la actividad física o deporte, sino durante las relaciones interpersonales) sintiéndose escuchado, respetando sus preferencias. Teniendo en cuenta sus expectativas e incluso recibiendo los elogios por parte de quién debe motivarle y liderarle durante cada entrenamiento.
Por tanto, el perfil profesional del Entrenador Personal se puede resumir en 4 puntos:
1. El entrenador personal como planificador del entrenamiento, en el que debe dominar todos los elementos que inciden durante el entrenamiento; tanto en la planificación previa, como en la aplicación y seguimiento de la programación.
2. El entrenador personal como educador. Puesto que permite que el usuario aprenda la correcta ejecución técnica de un ejercicio determinado, por tanto el entrenamiento personal está inmerso en un proceso de enseñanza- aprendizaje.
3. El entrenador personal como motivador. Es necesario que el entrenador logre la adherencia del cliente o usuario, motivándolo continuamente. En algunas ocasiones, a la persona entrenada le produce mayor bienestar el contacto directo con el entrenador personal, que la realización de la sesión de trabajo y los posibles beneficios que pudiera ocasionar en su organismo. Este punto es un factor diferenciador entre un Entrenador Personal excelente y uno mediocre.
4. El entrenador personal como gestor. Debe ser capaz utilizando técnicas de Dirección Empresarial y Marketing, de dar respuesta de manera continua a todos sus clientes. Para ello es necesario una adecuada Gestión de todos los elementos del proceso de entrenamiento.
Jaime Barba
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.