El Ministerio de Salud de la Nación, a cargo de Juan Manzur, recomendó sumar al menos 30 minutos diarios de actividad física regular, a través de la incorporación de ejercicios simples en la vida cotidiana y especialmente en el ámbito laboral, para evitar las enfermedades que provoca el sedentarismo.
Los estilos de vida sedentarios constituyen una de las 10 causas de mortalidad, morbilidad y discapacidad, además de constituir el segundo factor de riesgo de una mala salud –después del tabaquismo–, ya que duplica el peligro de sufrir enfermedad cardiovascular, diabetes tipo II y obesidad. La falta de ejercicio físico, también aumenta el riesgo de sufrir hipertensión arterial, osteoporosis y cáncer de mama y colon, entre otras enfermedades.
Según datos de la Segunda Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, efectuada en 2009 por la cartera sanitaria nacional, el 54,9 por ciento de la población adulta de nuestro país realiza un nivel bajo o nulo de actividad física, mientras que el 53,4 por ciento presenta exceso de peso (35,4 por ciento de sobrepeso y 18 por ciento de obesidad).
“Los avances tecnológicos, el incremento del parque automotor, las horas que pasamos frente a una pantalla son algunas de las causas de este problema”, explica Sebastián Laspiur, director de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud. “A través de distintas acciones buscamos que la población tome decisiones más saludables como el uso de las escaleras, caminar al trabajo y usar bicicletas, entre otras, y también promovemos los entornos que propicien el movimiento en el ámbito laboral”, agregó el funcionario.
Dentro de las estrategias sugeridas para este fin, se recomienda realizar un receso o "pausa activa" cada 2 o 3 horas que consiste en un conjunto de ejercicios físicos realizados en el puesto de trabajo que, desempeñados de forma preventiva y terapéutica, no producen desgaste físico y son de corta duración (de 15 a 20 minutos).
Al respecto, el coordinador del Programa de Lucha Contra el Sedentarismo, Oscar Incarbone, comentó que “sería ideal que las instituciones brinden espacios destinados a la promoción de la actividad física de sus empleados ya que además de mejorar la salud y la calidad de vida está comprobado que mejoran su rendimiento laboral”.
En ese sentido, se aconseja que se hagan actividades tales como: estiramientos en posición de pie o sentado, de fortalecimiento o para disminuir la fatiga visual, entre otros ejercicios que se deben hacen de manera suave y relajada. En ningún caso se debe exigir el cuerpo ya que pueden generarse lesiones. Los movimientos recomendados son fáciles y seguros, para que participe cualquier persona sin importar edad, sexo, vestimenta o condición física.
Estas acciones tendientes a mejorar la calidad de vida en los ámbitos laborales reducen el ausentismo, los accidentes laborales, y colaboran con el mantenimiento de un peso saludable. Se sugiere acompañarlas con la incorporación de hábitos de alimentación saludable y correcta hidratación, promoviendo que los espacios de trabajo sean ambientes libres de humo de tabaco.