Los suplementos nutricionales están alcanzando cada vez mayor popularidad. Nos estamos dando cuenta de que nuestra dieta necesita ser complementada con nutrientes ya que tiende a ser deficitaria. Pero los nutrientes no sirven sólo para mejorar la dieta sino que pueden evitar servirnos en momentos de crisis o enfermedad para no tener que recurrir al uso de fármacos. Determinados nutrientes pueden incluso actuar directamente sobre los órganos dándoles vitalidad y mejorando su función.
Hay todavía mucho camino por andar hasta conseguir que la suplementación natural consiga el puesto que se merece en la prevención y tratamiento de enfermedades. Pero para que este camino se siga recorriendo hacia delante, hace falta que lo que hagamos lo hagamos bien, que no nos sintamos engañados, que lo que tomemos realmente nos ayude. Necesitamos saber qué nutrientes son los que más falta nos hacen, cómo usar los suplementos, qué formulaciones son las mejores, cuánto tiempo tomar un nutriente o cómo combinarlo.
El uso de fertilizantes y abonos químicos ha empobrecido los suelos y disminuido la cantidad de ciertos nutrientes en los alimentos. El consumo de alimentos procesados, o sustancias como café, alcohol, té, azúcar o alimentos refinados nos roba nutrientes y disminuye nuestras reservas. Incluso la herencia puede influir en nuestra capacidad de absorber y asimilar los alimentos.
Una dieta insuficiente en nutrientes puede afectar nuestra calidad de vida disminuyendo nuestra energía, debilitando nuestro sistema inmunológico, afectando nuestras digestiones, e incluso acelerando el proceso de envejecimiento y aumentando nuestra propensión a sufrir enfermedades. La solución está en suplementar nuestra dieta de vez en cuando con aquellos nutrientes que suelen estar en mayor deficiencia. Si no tenemos en cuenta la herencia y las particularidades individuales, se puede generalizar que hay ciertos nutrientes de los que es más fácil tener carencia como son las vitaminas B, la vitamina C, el magnesio, el cromo, o el zinc. Sin embargo, no debemos suplementar minerales aislados sin tener conocimientos de nutrición. La mejor alternativa es usar un complejo de vitaminas y minerales que tenga una buena combinación de nutrientes. De esta manera evitaremos provocar desequilibrios que pueden surgir al usar un nutriente individualmente durante un tiempo prolongado.
Los suplementos naturales se pueden utilizar para optimizar la dieta. Pero también se pueden usar con carácter terapéutico para ayudarnos a superar pequeñas crisis. Hay ciertos suplementos que podemos tener en casa para no tener que recurrir a fármacos y que se pueden usar sin prescripción médica. Estos suplementos actúan apoyando aquella función del organismo que ha sido afectada, regulándola. Al contrario de los efectos secundarios de los fármacos, los suplementos naturales tienen efectos beneficiosos. Por ejemplo, si recurrimos a un complejo de vitaminas B para superar una crisis de estrés, estaremos reforzando nuestro sistema nervioso en vez de suprimirlo con un fármaco.
Por último, nuestra forma de vida, la herencia, la dieta y el uso de estimulantes van debilitando nuestros órganos vitales. Ciertos órganos tienden a ser afectados antes, como por ejemplo el hígado al que le afecta el consumo de alcohol, café, azúcar y el exceso de grasas saturadas. Las glándulas adrenales también sufren por los excesos de la vida moderna como el estrés y el consumo de estimulantes como el café, el té, el alcohol, el tabaco y las comidas desordenadas. Hay ciertos nutrientes que actúan directamente sobre los órganos, por ejemplo el hígado se beneficia de la suplementación con lecitina y las glándulas adrenales de la suplementación con vitamina C.
RECUADROS PRÁCTICOS
Suplementos que se deberían tomar de vez en cuando para optimizar la salud:
- Un buen multinutriente: la pérdida de riqueza de los suelos, el procesado y cocinado de los alimentos, la herencia y los hábitos de vida hacen necesario la suplementación con un buen multinutriente al menos dos o tres meses al año.
- Vitamina C, esta vitamina se puede suplementar individualmente ya que nuestras necesidades varían de acuerdo a nuestro grado de estrés, dieta, herencia y hábitos. Por ejemplo, un fumador o una persona bajo estrés necesitarían unos 2.000mg al día mientras que 500 mg diarios puede ser una dosis suficiente para optimizar nuestra dieta.
- Complejo de antioxidantes, los niveles de estrés a los que estamos sometidos hoy en día, la polución, los medicamentos y las radiaciones hacen que estemos más expuestos al ataque de los radicales libres, sustancias que producen reacciones de oxidación que dañan nuestras células y envejecen el organismo. El uso de suplementos de antioxidantes como son la vitamina C, vitamina E, el betacaroteno, los bioflavonoides, el selenio o la coenzima Q-10 nos protege frente al envejecimiento prematuro tanto de la piel como de los órganos y células.
- Complejo de vitaminas B, estas vitaminas suelen ser escasas en la dieta debido al refinamiento de los cereales y al uso excesivo de harinas blancas. Se recomienda suplementar la dieta con un complejo de vitaminas B que contenga unos 50mg de la mayoría de vitaminas B, lo que se suele llamar complejo B-50, al menos dos veces al año pero sobre todo en épocas de estrés, de exámenes, o de cansancio excesivo.
- Hierbas desintoxicantes del hígado como el cardo mariano, el diente de león o el desmodio: nuestro hígado tiende a sufrir más que ningún otro órgano los excesos de la vida moderna como el consumo de café, de alcohol, de azúcares o de grasas saturadas. Las hierbas desintoxicantes del hígado se deberían tomar sobre todo en primavera o en épocas en las que necesitamos una mayor desintoxicación.
- Ácidos grasos esenciales se encuentran en las semillas de girasol, calabaza, sésamo o lino, en los frutos secos crudos y en los pescados azules. Es muy corriente que estos nutrientes sean escasos en la dieta o que el proceso de conversión de los ácidos grasos esté bloqueado por un exceso de azúcares, grasas o trigo o por una deficiencia de vitaminas como la vitamina C. En cualquier caso se recomienda suplementar la dieta a menudo con una combinación de aceites de lino, borraja, sésamo y pescado.
- Probióticos, son suplementos que nos proporcionan flora bacteriana beneficiosa para el intestino y evitan la proliferación de la bacteria dañina o patógena. Este tipo de suplemento se debería usar al menos una vez al año para repoblar la flora intestinal y siempre que se tomen antibióticos. Al repoblar la flora intestinal se consigue una mejor asimilación de los nutrientes y una disminución de las toxinas que se originan en el intestino.
Suplementos Medicinal:
Son suplementos que por sus múltiples propiedades terapéuticas están adquiriendo cada vez mayor popularidad. Se les ha dado carácter terapéutico para tratar diversas afecciones pero se pueden usar simplemente para beneficiarse de sus efectos.
MSM (Metilsulfonilmetano): una forma de azufre orgánico que se utiliza para suplementar este mineral por su buena absorción. El azufre está presente en alimentos como las semillas de girasol, las legumbres, la cebolla y los huevos pero se destruye fácilmente al cocinar los alimentos o al procesarlos. Se considera que tiende a ser deficiente en la dieta moderna. Los usos del MSM son muy variados, se utiliza como antinflamatorio, analgésico, para la formación de colágeno y queratina, como antioxidante, para promover la circulación sanguínea, para reducir los espasmos musculares y como desintoxicante del organismo.
Ajo: numerosos estudios han confirmado las propiedades antibacterianas del ajo, así como su poder para luchar contra los parásitos, evitar la excesiva coagulación de la sangre y disminuir el colesterol, los triglicéridos y la presión sanguínea. También se ha descubierto que el ajo ayuda a sanar el intestino, mejora la producción de insulina del páncreas e incluso inhibe el crecimiento de células cancerígenas.
Aloe Vera: se ha demostrado que el jugo de Aloe Vera tiene efectos antiinflamatorios, regeneradores del tejido y estimuladores de la función inmune y la desintoxicación, lo que lo convierte en una potente medicina natural absenta totalmente de efectos secundarios. Sus usos son muy variados, desde artritis, dolores de cabeza, hipertensión, herpes, estreñimiento, problemas menstruales y en general cualquier proceso inflamatorio o infeccioso.
Clorella: la clorella es un alga verde de agua dulce con un alto contenido en clorofila, proteína de alta calidad y diversas vitaminas y minerales. Todavía no se sabe cómo actúa exactamente la clorella, pero ha demostrado ser un potente desintoxicante del organismo a la vez de mejorar la función inmune y la salud intestinal.
Coenzima Q-10: la coenzima Q-10 se encuentra presente en todas las células del organismo pero esta sustancia no es un nutriente esencial, es decir, no necesitamos ingerirla con la dieta pues el organismo es capaz de producirla. Parece que el cuerpo está perdiendo la capacidad de producir esta coenzima con la edad, ya que se están reportando numerosas afecciones clínicas en las que hay deficiencias. La suplementación con coenzima Q-10 mejora la energía celular y puede aumentar la tolerancia al esfuerzo, mejorar las afecciones vasculares y los problemas periodontales, fortalece el sistema inmunológico, protege frente al ataque de los radicales libres y por tanto frena el envejecimiento celular.