Hemos estado tratando temas referidos a "Empresas de Familia". Tocamos y seguiremos tocando, temas tales como la mecánica para la sucesión, el planeamiento de carrera de las nuevas generaciones, el papel de la esposa en la empresa, para qué sirven los directorios, la resolución de conflictos personales, etc.
Pero, hoy es el momento de hablar del fundador (o continuador), porque sin él no existiría la "Empresa Familiar "y, sin ella, no tendría sentido nuestro trabajo profesional.
Entonces, la primera y gran pregunta que nos hacemos es: "¿QUÉ HIZO QUE MI PADRE SEA UN TRIUNFADOR, UN EMPRESARIO EXITOSO?".
La pregunta anterior es, al mismo tiempo, una de las más fascinantes y de las más difíciles de contestar.
Que la mayor parte de los fundadores fracasan en su intento en los primeros años, es algo sabido. El mundo está lleno de fracasados que van desapareciendo y vuelven a ser trabajadores en relación de dependencia. Y no se sabe por qué. Todavía no hay encuestas objetivas que lo demuestren. De la misma forma, poco sabemos por qué son exitosos.
Pero, a pesar de ello, hemos analizado nuestra experiencia profesional, así como el resultado de voluminosos análisis realizados, y conseguimos aislar aquellas características recurrentes que modelan a los triunfadores empresarios.
Una de ellas es el talento. Es obvio que un exitoso empresario debe tener un particular genio que le permita sobrevivir la competencia y los errores. Debe tener, además, un propósito definido, algo así como la visión a través de un túnel, para darle ánimos para continuar. Y probablemente, lo más importante, es tener una esposa comprensiva. Sin ella, el empresario tiene grandes posibilidades de sucumbir y "tirar la toalla".
Sabemos que el padre de familia es un hombre con talento, que supo identificar un "nicho económico" que requería atención y ofrecía la contraprestación de rentabilidad. Es un trabajador incansable, optimista por naturaleza, que basa su actividad más en "hacer" que en "reflexionar, planear y programar". Es un hombre amante del poder, aunque no del dinero, para quien "La Empresa de Familia" es el vehículo de financiación de sus sueños. Por eso lo que pretende es crecer y crecer, estando siempre en "Punto de Equilibrio", aunque cada vez más alto. Pero este padre también es un hombre. Se siente continuamente acosado, dividiendo la información, sin contarle todo a nadie, y sin interlocutor válido, muchas veces.
Pero todo esto no es suficiente para augurar el éxito. Ambición y habilidad son insuficientes a medida que la empresa crece y se vuelve más compleja. Hay muchos hombres capaces, con mucha fuerza en el mundo empresario, pero lo real es que los trabajos que hacemos en nuestro centro muestran que sólo 3 de cada 10 empresas pasan el período crítico de sus 10 primeros años. El índice de "mortalidad empresaria familiar" desciende en cada generación, pero su impacto es terrible.
Esto implica que hay cualidades adicionales requeridas. Estas cualidades surgen como requerimiento "necesario, aunque no suficiente" para el verdadero éxito de "La Empresa de Familia", que es la CONTINUIDAD DEL NEGOCIO O EMPRESA A TRAVÉS DE LAS GENERACIONES Y EN MANOS DE LA FAMILIA. Por eso podríamos describir al padre de familia como un triunfador con bordes diferenciales:
1. EL padre debe tener una visión a largo plazo:
Los sueños iniciales son los de los hombres jóvenes que en general, nada tenían y que tienen similares historias. Excluyendo el negocio de alta tecnología, donde la educación avanzada es un requisito, la mayoría comienzan con un mínimo de educación, máximo empuje y carencia de bienes materiales. En su comienzo el empresario en "embrión" es como un chico jugando al fútbol en el arenero: juega de manera instintiva. Pero si pretende tener éxito, lo instintivo debe ser traducido y transformado en criterios de futuro, que son los que darán perspectiva de trabajo cuando el presente traiga problemas o demuestre errores cometidos.
Es esta condición la que impulsa la transformación de negociante a empresario.
2. El padre es capaz de redefinir prioridades para su atención, a medida que La Empresa Familiar evoluciona:
Los hombres que comienzan los negocios, pero fracasan en el intento de cambiar los requerimientos, son los primeros en transformarse en perdedores.
Los fundadores usan en sus empresas la extensión de las experiencias que han tenido y se rodean de pares, sea en educación o antecedentes. El pasado es para ellos el prólogo del presente.
Con esos antecedentes tenemos una empresa inflexible y por ende, camino a la segura desaparición. Si uno quisiera armar la ecuación de la muerte empresaria, habría que sumar: actividad sin esperanza a futuras generaciones, inflexibilidad en la modificación de prioridades, monoproducto y monomercado.
En este escenario intelectual y económico, el padre enfrenta el desafío de cambios y crecimiento. Este es uno de los puntos clave.
Si "La Empresa de Familia" no crece a un ritmo alto y continuado, hay grandes posibilidades de su desaparición, sea por motivos económicos o por choque de poder ante falta de territorio suficiente para la decisión por todos los que participan.
Cuando más rápido crezca la empresa, el padre deberá mirar cada vez más lejos, con mayor flexibilidad en el manejo de prioridades y deberá armarse de elementos que lo ayuden en la tarea: LOS GERENTES PROFESIONALES, LA INFORMACIÓN Y LOS CRITERIOS DE PLANEAMIENTO Y CONTROL, BASADOS EN LA REALIDAD.
3. Tanto el padre como su familia crecieron en status socioeconómico sin destruirse en el proceso:
El éxito provoca movimiento del padre y su familia en su relación con la comunidad. Comienzan a compararse con otros y a asociarse o relacionarse de acuerdo con nuevas alternativas que surgen muchas veces de una empresa en expansión. Es esto lo más difícil.
Si los padres no manejan estos cambios con sensibilidad y comprensión, pueden ser dominados por la culpa o el resentimiento.
Pueden llegar a rechazar el crecimiento o el cambio. Y esto significa dejar de lado la VOCACIÓN DE GRANDEZA Y FLEXIBILIDAD, sobre la que se apoya la vida de la Empresa de Familia. Para tener éxito, el padre debe hacer dos cosas al mismo tiempo: vivir dentro de estos nuevos parámetros, sin adjuntar y reverenciar su pasado, pero debe también enseñar a hacerlo a su familia.
4. Saber "dejar de hacer" para pasar a "enseñar a hacer":
Con todo lo anterior, el padre será exitoso en su empresa, pero no será el creador de una empresa exitosa. Llegado cierto punto, los milagros de subsistir primero, y de crecer después, no son más que datos de un problema.
El padre deberá entonces asumir la posición de maestro de sucesores, para lograr con ellos la transformación de SER HIJOS DE UN PADRE PODEROSO A SER PADRES PODEROSOS DE ESE NUEVO HIJO QUE SERÁ LA EMPRESA DE FAMILIA, "renacida" en cada generación.
El éxito de CADA PADRE es una cuestión individual, porque es único en sí mismo. Está basado en atributos y actitudes de aislar.
Al igual que en deportes, cada buen equipo conoce y maneja lo básico, pero sólo los mejores tienen algo único, difícil, que es LA CONCIENCIA EN EL MANEJO Y APLICACIÓN DE LOS TIEMPOS DISPONIBLES, porque si no, tal como dicen los filósofos orientales:"HASTA EL MEJOR AUTORRETRATO SE HACE PRONTO OBSOLETO".
Carlos Kaplun
Empresas de Familia