Cada vez se extiende más la cultura del agua, gracias a los balnearios urbanos y a los servicios que ofrecen casi todos los centros deportivos.
Las propiedades curativas del agua son conocidas desde hace miles de años. De hecho, fue una de las primeras “medicinas” utilizadas en los orígenes del hombre. Egipcios, griegos, romanos y árabes desarrollaron su uso para mejorar el estado del cuerpo y del espíritu a través de los primeros balnearios, un concepto que se ha recuperado en nuestros días y que cada vez está ganando más adeptos. Además la presencia de tratamientos basados en el agua es un must en numerosos gimnasios y centros deportivos. Muchas de sus últimas novedades se pueden conocer en FITNESS’08, que se celebra en Madrid del 27 al 30 de marzo.
La armonía, la tranquilidad, la relajación, el cuidado de la salud… Muchas son las virtudes que ofrecen los balnearios, lugares perfectos para mejorar la salud y recuperarse del estrés que nos provoca nuestra agitada vida diaria. En ellos, junto a las propiedades específicas de las aguas que le dan vida, entran en juego varios factores que los convierten en lugares únicos y singulares, como la temperatura y presión del agua; el clima y la situación geográfica donde está situado, normalmente en entornos con una gran riqueza natural. Y, por supuesto, el propio ambiente tranquilo y saludable del balneario.
Una forma especial de balneoterapia es la talasoterapia, que tiene una característica esencial: el agua que se utiliza es la del mar. Lógicamente, los establecimientos que ofrecen este tipo de servicios tienen que estar situados en la costa ya que el agua del mar, como un elemento lleno de vida que es, sólo mantiene sus propiedades en óptimas condiciones cerca de su origen.
Auge de los balnearios urbanos
Unido al concepto de balneario se ha desarrollado otro nuevo, el de SPA, cuyas siglas corresponden a la expresión latina “Salus per Aquam”, es decir, salud por el agua. Los spa han tenido un desarrollo espectacular, hasta el punto de que son pocos los hoteles y gimnasios de prestigio que no ofrezcan estos servicios a sus clientes. Al mismo tiempo han comenzado a aparecer los llamados spas o balnearios urbanos. Estos centros no tienen propiedades curativas específicas pero ofrecen la posibilidad de disfrutar de todas las características relajantes, estimulantes, desintoxicantes y de cuidado físico del agua. Saunas, baños turcos, chorros, duchas, piscinas con aguas de diferentes temperaturas… Los servicios que proponen son muy variados y diversos, convirtiendo el paso por un spa en toda una experiencia.
Además, es habitual que cuenten con una amplia carta de tratamientos de belleza y salud, desde los masajes deportivos, fisioterapéuticos, anticelulíticos, drenantes, reafirmantes o faciales, a la depilación y las cabinas y técnicas de bronceado.
Crece el Wellness
El rejuvenecimiento de los balnearios tradicionales, el auge de los spas urbanos y la mayor presencia de este tipo de servicios en numerosos gimnasios y centros deportivos, responden a un significativo cambio en los gustos y demandas de los consumidores.
En opinión de Pedro Nieto, director comercial de Tecnobelleza, “en la actualidad, debido al ritmo vertiginoso y al estrés al que estamos sometidos en nuestra vida diaria, buscamos el bienestar y aprovechar al máximo el tiempo de ocio, a lo que se une la creciente preocupación por la estética”. Prueba de ello, continúa, es que “en España se ha producido un gran aumento en el interés por los tratamientos naturales y en especial por las propiedades del agua: saunas, pediluvios, bañeras de hidromasaje, etc., que están al alcance de una gran cantidad de personas”.
El spa en casa
Este creciente aumento del interés por cuidar el cuerpo y combatir el estrés ha llevado a que cada vez sea más frecuente encontrar pequeños spa en las casas. Se trata de una nueva forma de entender el baño, dando una importancia fundamental al bienestar, el relax y el cuidado de la salud en el propio hogar. En general, los artículos con mayor demanda son las saunas y los spa, además de las cabinas de rayos UVA. En todos ellos se funde el diseño y el confort, por lo que también ayudan a crear espacios personalizados y a la carta.
Las saunas no tienen un montaje muy complicado –no es preciso obra de albañilería- y no hay riesgo de que produzcan olores o humedades. Hay dos grandes sistemas. Uno de ellos son los aislados, ideales para instalar en el interior de viviendas o locales. Según Nieto, son muy ligeros, necesitan poca potencia eléctrica y tienen un precio muy accesible. Además, son muy decorativos. La segunda opción son los saunas del sistema de tablón, en los que se emplean tablones de madera maciza. Robustos y pesados, son perfectos para colocarlos al aire libre o en el jardín.
Los saunas tienen propiedades beneficiosas para los sistemas cardiovascular, respiratorio, nervioso, dérmico y glandular, a los que limpia, tonifica y ayuda a eliminar toxinas, mientras aumenta la vitalidad general, señala Pedro Nieto. También, entre otros factores, están comprobadas sus propiedades relajantes a nivel corporal y psíquico, por lo que son ideales para las personas que están sometidas a grandes esfuerzos físicos o mentales.
Otra opción en auge son los spa o hidromasajes, que suelen estar realizados en una sola pieza de metacrilato reforzado y de gran espesor, y están aislados térmicamente. En ellos, el agua, a una temperatura de entre 38º y 40º, se combina con aire a presión. Así se producen corrientes de agua que proporcionan masajes en todas direcciones.
Hay tres tipos principales. Los spas fijos con rebosadero limpian muy bien la superficie del agua por lo que se puede llenar hasta el mismo borde. Este tipo de spa se suele utilizar en lugares públicos aunque, según Nieto, se ha notado un notable incremento de su demanda para instalaciones privadas de alto nivel.
En los spa fijos sin rebosadero la superficie del agua se limpia con un sistema parecido al que se utiliza en las piscinas. Como el agua no llega hasta el borde no necesitan un sistema de compensación puesto que cuando la persona que lo va a utilizar se introduce en él se eleva el nivel del agua pero sin desbordarse. Al ser más pequeños es más fácil encontrarles una ubicación adecuada y son ideales para uso particular.
Una tercera opción son los spa portables, montados en un soporte forrado de madera. Suelen llevar en el interior todos los mecanismos necesarios para que funcione y poder controlarlo fácilmente. Además, incluyen una tapa térmica rígida que evita la pérdida de calor y un sistema de protección anticongelación que se pone en marcha si la temperatura ambiente baja de los 4ºC. Como describe Nieto, están diseñados principalmente para uso privado y sobre todo en los casos en los que es importante poder trasladarlos con comodidad.
Una sesión en cualquiera de ellos, afirma Pedro Nieto, estimula la circulación arterial, relaja los músculos y abre los poros, con lo que se eliminan toxinas mientras se combate el cansancio y la tensión. Sus beneficios se extienden también a mejorar los dolores de artritis, bursitis y diversos problemas óseos y musculares. Y, sobre todo, alivian el cansancio, el estrés y el insomnio.
