Uno de los grandes desafíos que enfrenta el dirigente de hoy, es desarrollar la capacidad de su personal para enfrentar exitosamente la velocidad con que se producen los cambios en el mundo de la gestión del deporte. Para manejar adecuadamente esa situación, se requiere de personas con liderazgo, para que se conviertan en buenos agentes de cambio.
Para lograr éxito en una organización deportiva, es necesario contar con personal con una debida formación en liderazgo, y así, la gestión tendrá el sentido y vigor necesario para el logro del éxito esperado.
¿Qué es y cómo debe ser el liderazgo para el logro de las metas?
Las condiciones y capacidades para ejercer el liderazgo han cambiado. Hoy se entiende por líder a aquella persona, dirigente o deportista que influye positivamente en las otras, para el buen cumplimiento de un trabajo. El concepto de autoridad por autoridad, ha dejado de tener relevancia, hoy son los valores los que validan al líder.
Para lograr un liderazgo de acuerdo a valores, es importante que la dirigencia considere y reconozca los siguientes elementos: Interpersonal, información y decisión.
Interpersonal: Es la capacidad para establecer relaciones y trato adecuado con todos los miembros de la asociación, no se puede excluir a ningún participante.
Información: Se debe estar informado tanto del medio en donde se ejercen las funciones, como de todas las áreas del negocio. No basta con sólo tener información. Esta debe ser transmitida dentro de la organización.
Decisión: Es importante tener la capacidad para tomar decisiones y no ser adverso al cambio, dado que el emprendedor, está para solucionar problemas, asignar bien los recursos y ser un buen negociador.
Este es el marco para ser un líder, debemos reconocer que ser un líder no es excluyente, todos pueden serlo. No debemos olvidar que un líder para cumplir su función debe poseer las virtudes de honestidad, lealtad, justicia, conocimientos, firmeza y patriotismo. De lo contrario, no es líder, sólo aplica autoridad.
Nadie puede negar que la actividad deportiva, sea pública o privada, pasa por una crisis que ha perjudicado su desarrollo. Se trata de una crisis de valores. Esta crisis se ha visto reflejada en el comportamiento y dirección de algunas asociaciones. Esto de administrar con ausencia de valores, es lo que se quiere revertir, y administrar de acuerdo a un “liderazgo valórico”.
¿Quién es un líder?
Lo pueden ser todos aquellos que practican el deporte, quienes lo presencian y lógico, la dirigencia. Pero, para ello se requiere la capacidad y formación para que se “influya en otros para el logro de un fin valioso”. Es decir, no sólo aquel que ha logrado medallas y éxitos, sino aquellos que influyen y movilizan a los otros a una tarea que beneficia a la federación, a la asociación y al país.
El líder deportivo debe permitir que sus dirigidos crezcan y desarrollen sus talentos.
Habilidades de liderazgo y valores
El líder, debe utilizar una serie de habilidades con sus técnicas, que son de suma importancia: Comunicación y manejo de información, trabajo en equipo y manejo de reuniones, análisis de problemas y toma de decisiones, negociación y manejo de conflictos, motivación y reconocimientos, capacitación, desarrollo personal e idiomas. Sin embargo, sin ética ni valores no es posible impulsar al deporte, se requiere de líderes que tomen decisiones que, considerando sus habilidades personales, se pegunten: ¿Para qué? , ¿Con qué fín? ¿Para qué quiero lograr mis objetivos?
Por tanto, junto con las habilidades de gestión, es necesario considerar: La congruencia y credibilidad, la honestidad, la equidad, la justicia y la educación.
Credibilidad y Congruencia: Una conducta congruente conlleva también a la credibilidad de todas aquellas personas que participan del deporte, sean estos: entrenadores, deportistas, dirigentes, periodistas, asistentes, etc.
Honesto es aquel que es capaz de construir su dirigencia y liderazgo a través de la verdad ante sí mismo ¿Cómo podemos ser honestos con los demás, si no lo somos primero con nosotros mismos?
Este es un principio único y verdadero, que debemos seguir si queremos ser líderes o esperamos que nos sigan como líderes en el deporte.
La fuerza interior de la honestidad como dirigente, es la que nos permite luchar contra la mentira, contra los obstáculos. Así, como líderes, contaremos con las herramientas para enfrentar las dificultades, Liderazgo es libertad, liderazgo es decisión, firmeza, es ser HONESTO, éste es y son los líderes que necesita el deporte.
Equidad y Justicia
Simplemente es dar a cada uno lo que merece, no favorecer a amistades, contactos, sobre todo en el deporte, cuya base de desarrollo se basa en los principios del Olímpismo, que no son otros que la ética y honestidad. Seamos justos, y así podremos exigir justicia y nuestra organización crecerá y por tanto contará con una buena base para su desarrollo.
Educación
Ya que ser líder es educar, se trata de una característica interpersonal. No podemos educar si nosotros no nos hemos educado.
La educación es la base del desarrollo de la organización y del dirigente. ¿Cómo pretendemos dirigir si nosotros no nos hemos educado de acuerdo a las exigencias del mercado?
La educación del líder no debe estar orientada sólo hacia el manejo de cifras y sistemas, dado que esto no sería educar, sino robotizar, a través de estos conocimientos no podríamos enseñar capacidad de creatividad y desarrollo personal.
La educación debe ser para el dirigente la base de su liderazgo, y éste debe considerarla como “el despertar de la conciencia; un cambio de mentalidad y libertad”.
Lo mejor que le podemos entregar a nuestros dirigidos es la educación, pero como el camino hacia la libertad.
Ninguna organización deportiva alcanzará su grado de desarrollo si no se educa, y un líder no podrá nunca ser tal si no logra una formación integral.
Prof. Rodrigo Ovalle Castrellón
Director Académico Gestión Deportiva
Universidad Gabriela Mistral
