El “diferenciarse”, como regla fundamental del marketing, también se relaciona con la calidad de prestación que podamos brindar como entrenadores personales. A continuación, se mencionan algunos ítems a tener en cuenta para mejorar la calidad de dicho servicio.
1) Estar cerca: Es fundamental mantenerse muy concentrado y atento durante la ejecución técnica de cada ejercicio por parte de nuestro alumno/cliente, ya que de esta forma sabremos si el trabajo muscular es productivo. Por otro lado, de esta forma, la persona se sentirá más protegida y cuidada.
2) Mantenerse comunicado: Estar disponible vía celular o e-mail, por cualquier consulta que le pudiera inquietar a su alumno. El entrenador debería ser como un consultor de cabecera sobre los temas relacionados al fitness.
3) Atender la salud: Fomentar la concurrencia al médico para los chequeos clínicos básicos para hacer actividad física, como así también en caso de molestias o lesiones, que pueden perjudicar la normal realización de las clases personalizadas.
4) Cambiar la rutina: De acuerdo a variaciones diarias, tales como falta de sueño, contracturas, escasa alimentación o hidratación previa a las clases. No debemos olvidar los cambios semanales en cuanto a intensidad (Kg. levantados) o volumen (cantidad de series y repeticiones), y la renovación de la rutina cada mes o mes y medio.
5) Evaluar los cambios: Por medio de fotos, medidas, antropometrías, talles de la ropa, percepciones físicas, etc. Tratar de elegir un día para sentarse con nuestro alumno, a charlar sobre lo conseguido hasta el momento y darle el valor merecido, al esfuerzo puesto para lograr los objetivos personales.
6) Ser flexible: Si por algún motivo se dispone de menos tiempo para ejercitarse, o la persona pasa por un momento de stress, tratar de adaptar la rutina a la capacidad coordinativa y física del momento. El entrenamiento se adapta a las personas y no el individuo al entrenamiento. Por supuesto, es conveniente que el entrenador explique el porqué de dichos cambios.
7) Actualizarse y aplicarlo: Tratar de buscar nuevos ejercicios y sistemas de entrenamiento para renovar el aire de las rutinas a diseñar. Con esto, no sólo evitamos el aburrimiento, sino que producimos un nuevo estímulo que nos puede traer mejoras en los resultados. Recordemos que el síndrome general de adaptación, tiene que ver con la adaptación a las cargas impuestas, pero que las mismas no deben ser habituales.
8) Proponer: Nuevos objetivos, desafíos, cambios físicos a lograr, metas nuevas a alcanzar. Tratando de seguir siempre una progresión de lo poco a lo mucho, pero buscando la superación personal de nuestro alumno/cliente.
9) Encuestar: Tratar de que los clientes llenen cada 3 o 6 meses (en especial durante el primer año) un formulario donde respondan qué buscan con el entrenamiento personal, qué les gustó más en el desempeño de uno como profesor y qué no le agrado del mismo.
10) Autoevaluarse: Se aprende de los errores (propios y ajenos), de los aciertos, de la experiencia. O sea: A mayor cantidad de horas de vuelo, deberíamos ser capaces de mejorar en nuestro trabajo como entrenadores.
Los puntos mencionados no sólo tienen que ver con el aspecto técnico del entrenamiento, sino con los contratiempos de la vida cotidiana, los inconvenientes personales y hasta con los estados de ánimo.
Todas las acciones y estrategias que utilicemos para mejorar nuestra calidad de servicio, deberían reflejarse en el tiempo de permanencia en la actividad personalizada por parte de cada alumno. Por ende, tendremos que sacar conclusiones acerca de nuestras acciones, para evaluar si las modificamos o continuamos con ellas.
Desde ya, que lo expuesto hasta aquí, es sólo una guía basada en mi experiencia personal como entrenador, y por lo tanto puede ser ampliada o modificada en cada caso particular, de acuerdo al estilo de trabajo de cada profesor. Mi intención final, es poder brindar ideas y herramientas, para la acción y aplicación en el trabajo cotidiano de mis colegas. Esperando que les haya sido de utilidad, me despido hasta el próximo artículo.
Prof. Martín Rodríguez