A la hora de perder el peso que nos sobra, lo que realmente nos va a ayudar, no será nuestra fuerza de voluntad para seguir una dieta estricta, porque llega un momento en que tal voluntad se acaba, sino poder reequilibrar a nuestro organismo y aprender a comer de una forma que nos sirva para siempre, y no esté asociada al sacrificio.
El problema de la mayoría de las dietas adelgazantes, es que acabamos deseando con mayor fuerza aquellos alimentos prohibidos, y clasificando a los alimentos entre los que engordan y los que no engordan, en vez de clasificarlos entre los que nuestro organismo necesita para estar sano y los que nos desequilibran y aumentan nuestra carga de toxinas.
Será más fácil eliminar de nuestra dieta a estos últimos, porque al cabo de cierto tiempo, una vez superado el periodo de dependencia de estos alimentos, nuestro organismo los rechazará sin ningún esfuerzo de voluntad. Si eliminamos solamente aquellos alimentos más altos en calorías, podemos padecer déficit tanto de micro nutrientes, vitaminas o minerales, como de macro nutrientes, grasas y carbohidratos. Éste déficit desequilibra aún más nuestro organismo, que acaba pidiendo una cantidad excesiva de comida para poder compensar sus carencias.
Porqué engordamos
Exceso de comida, metabolismo lento, hipotiroidismo, mala digestión de las grasas, falta de ejercicio, sistema linfático lento, retención de líquidos y desequilibrios hormonales son varios de los motivos por los que podemos engordar. A través de un tratamiento nutricional adecuado, se pueden activar las distintas funciones corporales para incrementar la eliminación de líquidos y toxinas, regular la producción de hormonas y mejorar la digestión de las grasas. Incluso un buen tratamiento nutricional, puede incrementar el metabolismo basal en los casos en que se encuentre ralentizado.
Las dietas hipocalóricas, mantenidas durante un periodo prolongado de tiempo, y el hábito de saltarse las comidas, son dos factores que pueden ralentizar el metabolismo basal y hacer que acabemos cogiendo peso con mayor facilidad. Esto nos demuestra que no siempre es cierto que disminuyendo la cantidad de calorías en la dieta vayamos a adelgazar, por lo menos no de forma permanente y duradera.
En la opinión de los terapeutas nutricionales, la tendencia a tener un metabolismo más lento puede ser debida a una insuficiencia de los nutrientes que mantienen el metabolismo basal. Los minerales que tienden a estar en deficiencia son el zinc y el magnesio junto con sus cofactores enzimáticos. Por lo tanto, la respuesta a cómo perder peso, no es siempre comer menos sino comer mejor, necesitamos una buena cantidad de nutrientes para equilibrarnos y por tanto adelgazar.
Ansiedad y deseos excesivos de alimento
En muchos casos la razón de la obesidad, es simplemente un exceso de comida que puede llegar a una obsesión por comer, y esto es probablemente lo más difícil de corregir. Éste debería ser el primer paso en un tratamiento adelgazante: asegurarnos de que el paciente será capaz de seguir las recomendaciones dietéticas, es decir, tratar primero la dependencia a la comida, si es que existe.
La ansiedad por la comida o el deseo exagerado por comer pueden tener su raíz en ciertas disfunciones del organismo. Estas disfunciones modifican nuestra relación con la comida en general y con ciertos alimentos en particular, de los que no podemos prescindir, como el azúcar, el trigo, los lácteos o las grasas.
Entre ellas se encuentran la infección con cándida, la hipoglucemia reactiva, los desequilibrios nutricionales y las alergias alimenticias. El terapeuta, debería ser capaz de determinar si existe algún tipo de dependencia física de ciertos alimentos, debida a algún desarreglo, y tratarla en primer lugar.
Tratamiento nutricional para adelgazar
En segundo lugar, se deben normalizar aquellas funciones corporales que se pueden encontrar desequilibradas, como puede ser la digestión de las grasas, los niveles hormonales, el funcionamiento renal y hepático y el sistema linfático. La suplementación en cada caso, es diferente, ya que depende de la historia clínica del paciente y de sus características físicas.
Como consejos dietéticos generales, es importante no saltarse comidas, e incluir algo de proteína en cada comida. Se adelgaza comiendo alimentos ricos en nutrientes esenciales y exentos de toxinas. Se debe a su vez eliminar completamente las grasas saturadas, refinadas o hidrogenadas pero no huir de todo tipo de grasa. Los ácidos grasos esenciales activan el metabolismo, y se encuentran en los frutos secos crudos, las semillas crudas y los aceites vírgenes, como el aceite de cártamo, lino o sésamo.
El beber mucha agua también será fundamental a la hora de perder peso. La ansiedad de comer, a menudo desaparece bebiendo un par de vasos de agua, y además el agua nos ayuda a eliminar toxinas, sodio y ácidos. La sal nos hace acumular líquidos.
Para perder peso de una forma duradera, habrá que dejar de ver a los alimentos en función de la cantidad de calorías que tienen, y empezar a considerarlos en función de cuánto los necesita nuestro organismo. De esta manera, al comer sentiremos que nos estamos cuidando y dejaremos de asociar a la comida con ideas de culpa, penitencia o castigo. Adelgazaremos cuando no nos castiguemos dejando de comer.
Recuadro práctico
Hay varios suplementos que puedo recomendar de forma general, aunque siempre es preferible pedir ayuda a un terapeuta nutricional.
Enzimas digestivas y bromelina: Pueden ayudar a perder peso al mejorar la digestión de los alimentos.
La carnitina y la co-enzima Q10: Estos dos nutrientes, tienen la propiedad de incrementar la oxidación en el organismo, y por tanto acelerar el metabolismo.
Garcinia Cambodia: Esta hierba contiene una sustancia, llamada hidroxicitrato, que inhibe los mecanismos enzimáticos para la síntesis de ácidos grasos en el organismo. El hidroxicitrato también aumenta los niveles de energía y produce sensación de saciedad. Se recomienda tomar 1 gramo de hidroxicitrato 3 veces al día, 30 minutos antes de las comidas.
Chitosan: Es un producto que proviene del caparazón de los crustáceos. Sus efectos beneficiosos en contra de la obesidad, se deben a la propiedad que tiene de absorber la grasa sin dejar que sea absorbida a través de la pared intestinal.
Se recomienda tomar 4 cápsulas de 240 miligramos por día.
Picolinato de Cromo: Produce una pérdida de grasa corporal, junto con un aumento de masa muscular, incluso si no se acompaña de ejercicio. La dosis recomendada, es de 200 miligramos al día.