Algunos autores afirman que la competición es la que determina los objetivos y los medios del entrenamiento físico y si la competición es el mejor entrenamiento, recíprocamente un buen entrenamiento deberá tener carácter de competición. Otros aseguran que el jugador de fútbol corre más veces sin el balón que con él, y debe hacerlo, en este caso con la misma técnica que un atleta. Cuando corra con la pelota, deberá condicionar la técnica de carrera al gesto específico del fútbol y que el entrenamiento con la participación demasiado frecuente del juego puede conllevar a que el jugador se acostumbre a esta situación de competición y no pueda ser estimulado de otra forma.
Erlangen J. Weineck expresa que un comportamiento competitivo óptimo requiere una perfecta visión y percepción táctica del deportista. Un concepto táctico, sin embargo, sólo puede realizarse mediante una adecuada base técnica, una cierta forma física y la aplicación consciente de la capacidad intelectual, por lo tanto lograr un alto rendimiento en la competición dependerá de la interdependencia e integración de los requisitos físicos, técnicos y tácticos cognitivos.
Al entrenador le beneficiará trabajar cada aspecto del juego coordinándolos, tratando de buscar un resultado integrado de las distintas capacidades.
El entrenamiento integrado parte de la realidad del juego, del fútbol, a partir de la estructura de la situación de juego, actuando sobre los diferentes parámetros modulables, creando situaciones cuantificativas, en donde la actividad incorpora al juego dentro de un sistema o método de entrenamiento permitiendo desarrollar no sólo el aspecto físico o técnico, sino que una sesión puede contener variedad de fundamentos del fútbol, ya sean estos individuales o de conjunto; adaptables a la edad y aptitud de los jugadores con los que se está trabajando, de tal forma que esta modalidad de entrenamiento se podrá utilizar tanto en el fútbol profesional como en divisiones juveniles o infantiles. Es en éstas últimas donde más rédito se conseguirá, porque al aprovechar mejor el tiempo es posible acelerar el proceso de enseñanza – aprendizaje.
Estas actividades apuntarán a un entrenamiento netamente específico, combinando los tres aspectos esenciales (técnico-táctico-físico), lo que seguramente a dichos aspectos se le agregará un cuarto y fundamental como el aspecto psico-emocional que el jugador “tolerará” al desarrollarlas, completando así, un óptimo desarrollo del entrenamiento para alcanzar una adecuada performance, ya que al realizarlas se producen situaciones y acciones típicas del fútbol reglamentado, tales como crear, interceptar y recuperar, defender, atacar, rematar al arco, generar una situación de gol, etc.
Son recortes recreados de situaciones de un partido real con objetivos específicos y, como consecuencia de la intensidad del juego, al entrenar la parte técnica y táctica, se ejercita la parte física, aprovechando mejor el tiempo de entrenamiento puesto que en una actividad se podrá estimular, como se describió, los tres aspectos o por lo menos dos (técnico-físico, o táctico-físico); cumpliendo con uno de los principios fundamentales del entrenamiento, el de la especificidad.
Para el futbolista es más placentero entrenar con la pelota: lo motiva y estimula. La predisposición es otra y la ventaja con respecto al entrenamiento físico “puro”, es un jugador con otro estado de ánimo para realizar la actividad, más receptivo y quizás también menos fastidioso. Como consecuencia de esto, el entrenamiento se realizará en un clima distendido, por lo tanto en la medida de lo posible y si las condiciones están dadas; es una muy buena opción para tener en cuenta.
A las ventajas descriptas mediante la utilización de este tipo de ejercitaciones se agrega la posibilidad de llevar un control puntuable, mediante planillas, de todas las actividades que se realizan en las prácticas. Dicho sistema tiene una incidencia o beneficio directo y positivo con los jugadores, ya que la utilización de dicha planilla de control ayudará a mantener la motivación y el interés durante toda la sesión de entrenamiento.
Estos trabajos técnicos-físicos-tácticos tienen, en definitiva, como objetivo principal estimular no solamente los factores fisiológicos, sino también los neuromusculares, tratando de realizar una transferencia de lo más específica entre lo fisiológico a lo neuromuscular. El entrenador deberá procurar, en lo posible, que en el desarrollo de estas ejercitaciones los jugadores cumplan con el objetivo físico propuesto, asumiendo el compromiso de respetar las CONSIGNAS del juego, como la INTENSIDAD o acciones específicas, para alcanzar el nivel de exigencia física propuesto para la actividad, por lo que deberá ser muy CRITERIOSO en el momento de seleccionar la ejercitación técnica, físico-táctica que estimule una cualidad física determinada, utilizando métodos y medios de evaluación precisos de valencia fisiológica (medición de la Frecuencia Cardíaca durante el juego, nivel de lactacidemia en sangre, niveles de capacidad desarrollados luego de un período de trabajo, etc.).
Erick Mombaerts en la introducción de su libro “Entrenamiento y Rendimiento colectivo” (1996) describe lo siguiente:
En el Simposio de la FEDERATIÓN INTERNACIONALE FOOTBALL ASSOCIATIÓN (FIFA), celebrado en el curso del mes de noviembre de 1995, ha habido una toma de conciencia sobre la interacción entre los diferentes aspectos que conducen resultados positivos en el fútbol. Sin embargo, aunque el arbitraje y la medicina deportiva evolucionan, no sucede lo mismo con el juego y la técnica. Es una constatación alarmante, como si no existieran innovaciones en el juego, lo cual se traduce, como puede verse, en los campos, donde son numerosos los equipos que juegan de la misma manera y experimentan las mismas dificultades ante los problemas de juego.
Sin embargo, el entrenador de la selección brasileña campeona del mundo en 1994, Carlos Alberto Parreira, declaró la necesidad de una mejora técnica de los jugadores que se benefician cada vez menos de los espacios, del mantenimiento de especialistas capaces de creatividad y la obligación de integrar en el entrenamiento la condición mental y psíquica al lado de la física con el fin de preparar mejor al futbolista del mañana y permite resistir todas las tensiones y presiones. Encontramos aquí una justificación oportuna a nuestra tarea, que se dirige a la construcción de un proyecto de entrenamiento total e integrado. Nuestro proyecto tiene en cuenta la interacción de los diferentes factores que intervienen en los resultados positivos del fútbol y concede a la “táctica” un lugar preponderante en el entrenamiento.
Si bien estos conceptos tienen más de 10 años no pierden vigencia y a los ya mencionados, se puede indicar que las actividades lúdicas integradas son una alternativa importante en la sesión de entrenamiento, teniendo en cuenta el período en el cual se desarrollan y los objetivos propuestos. Así como hay valencias que se ejercitan en forma óptima a través de tareas físicas “puras”, otras se trabajan en forma óptima con este tipo de actividades, por lo cual convendrá implementar dentro de una misma sesión distintos métodos para cada una de las capacidades que se van a entrenar, determinando un sistema mixto de entrenamiento.
Aquí se presenta un ejemplo práctico con gráfico y texto explicativo de FUTBOL EN BLOQUE:
OBJETIVO: Transición defensa / Ataque – Juego en bloque – Amplitud - Centros y definición – Movilidad y control de pelota
Nº DE JUGADORES: 16 + 2 comodines (jugadores neutrales) + 2 arqueros
NIVEL: Avanzado
MATERIAL: Conos, cintas o sogas para delimitar sectores - Pecheras – Pelotas
TERRENO DE JUEGO: Todo el campo de juego con zonas señalizadas
INTENSIDAD: Alta (Área Funcional Aeróbica: VO2 Máximo)
PERÍODO: Competitivo
DOSIFICACIÓN: 2 tiempos de 25´ con una pausa de 5´ (Entretiempo)
DENSIDAD: 55´
AUTOR: Alejandro B. Bottai (Adaptado de autores como: EDUARDO SOLARI–GERHARD ZEEB–ALBERTO ARGIBAY y MANUEL CONDE)
DESARROLLO
Juegan 8 versus 8 en todo el campo de juego con un arquero protegiendo el arco de cada equipo y dos jugadores neutrales que se mueven libremente sin oposición en la zona delimitada en el centro del terreno (color más claro). Juegan un partido de dos tiempos de 25´ con las siguientes consignas:
- Para pasar del campo en defensa al de ataque deben obligatoriamente pasar la pelota a uno de los comodines que devolverá el balón a ese jugador que realizó la jugada o a un jugador que se encuentra en el campo defensivo del mismo equipo, para así, mediante un pase hacia otro compañero que ingresa al otro campo o se encontraba en el, pasar al otro campo.
- Hasta tres cuartos de cancha se juega a dos toques y en el último cuarto en forma libre.
- Se delimitan zonas seguras para los atacantes y prohibidas para los defensores (sector rayado). En dichos sectores los atacantes pueden ingresar en conducción libre sin oposición para poder realizar el centro.
- Los goles convertidos de cabeza o con remate directo a través de un centro valen 2 puntos.
- El gol tiene validez (y suma puntos) sólo cuando todos los jugadores de un equipo pasan en forma completa al otro campo. Si el otro equipo no tiene en su campo a todo su equipo y el primero convierte el gol se le suma un punto más a éste.
- Gana el equipo que luego de realizado los dos tiempos sumó más puntos.
Bibliografía utilizada
- Artículo. “Actividades Físico-técnico-tácticas”. Pág. Web interfutbolnet: capacitación de entrenadores para la preparación física en el fútbol.
- Wein, Horst. “Fútbol a la Medida del niño”. Versión multimedia-Producciones Zig-Zag S. L. Sevilla-España-2000 Real Federación Española de Fútbol
- Mombaerts, Erick. “FÚTBOL. Entrenamiento y Rendimiento Colectivo”. Editorial Hispano Europea S.A. Barcelona-España-1997
- Weineck, Erlangen J. “FUTBOL TOTAL” - El Entrenamiento Físico del futbolista - Editorial Paidotribo-Segunda edición- 1997
Para mayor información consultar “Fútbol-50 Actividades” (versión multimedia compuesta por 50 ejercitaciones técnicas, tácticas y físicas)