PF: ¿Cómo surgió la Matronatación?
PC: Esta pedagogía acuática, la creé en 1960, para invitar a la familia a jugar y divertirse al mismo tiempo que los bebitos aprenden a nadar. La Primera Escuela Argentina de Natación para Bebés fue la primera en el mundo.
PF: ¿Cuál es el objetivo de la Matronatación?
PC: La Matronatación busca afianzar los lazos de amor entre la familia, pero también tiene como objetivo evitar los sucesos traumáticos en el agua, y aprender respuestas vigorosas y adecuadas ante un posible accidente.
Si ocurriera, los bebés y niños pequeños que practican Matronatación pueden dar a sus padres una colaboración importante en los primeros segundos vitales después de una caída al agua. Ellos brindarán la mejor oportunidad para ser rescatados al tender rápidamente a la superficie, no tragar, ni inspirar agua, ni sufrir el efecto “sorpresa” que provoca el pánico y el hundimiento de los niños no experimentados.
Si los padres vigilan responsablemente a sus hijos, la posibilidad de una caída inesperada es lejana. Pero los bebés nadadores pueden, hasta lograr el dominio de su propia supervivencia, otorgar estos “segundos extras” ante un empujón de otros, un resbalón o un bote que se da vuelta.
PF: ¿En las clases se realizan simulacros de accidentes?
PC: Sí. Los simulacros de accidentes son un paso adelante para la prevención. Saber nadar y saber supervivir en el agua son conocimientos y habilidades que se complementan. Ninguna de estas dos adquisiciones son espontáneas y, por eso, es vital aprenderlas desde la infancia temprana, y para siempre, cuando todo es fácil y placentero, sobre todo por la presencia reaseguradora de papá y mamá.
PF: ¿A quiénes está dirigida?
PC: Desde la segunda semana después de nacidos los bebés y en brazos de papá hasta que la mamá reciba su alta médica después del parto o ya con la compañía materna, el aprendizaje puede comenzar. Igualmente, la decisión de los padres debe contar con el consenso del médico pediatra de la familia.
PF: Cuando una mamá no sabe nadar, ¿se puede hacer igual Matronatación?
PC: Nosotros brindamos cursos para mamás que no han aprendido a nadar, tienen pánico o trauma, o quieren mejorar su estilo. El primer paso consiste en “reconciliarse con el agua”. Muchas veces, “no me gusta” suele significar “tengo miedo”. Cuando los papás se sienten cómodos en la pileta, y en compañía del hijo, es posible que surjan espontáneamente las ganas de aprender a nadar.
PF: En la Primera Escuela Argentina de Natación para bebés, se dictan cursos para superar las fobias al agua. ¿En qué consisten, para quiénes, cuáles son los logros?
PC: Basado en la casuística de más de 40 años con logros comprobables. Este es un programa que une lo psicológico y lo físico para levantar el trauma de las experiencias negativas y abrir las puertas para el aprendizaje de la natación y los deportes acuáticos.
Para quienes no pudieron aprender a nadar, perdieron confianza en el agua y en sí mismos o básicamente les aterra el medio acuático y aspiran a vencer esta aversión.
El terror al agua puede ser vencido con técnicas psicomotrices de alta especialización. Bastan tan solo dos sesiones de 120 minutos para revertir el efecto de vivencias traumáticas que impiden el placer de nadar y disfrutar en el agua.