Resumen:
Este artículo pretende presentar a la menarquia y a su ciclo mensual como un componente natural en la vida de las jugadoras de fútbol sala, y a los entrenadores y entrenadoras, una herramienta de trabajo para que puedan programar de forma más coherente y eficaz sus cargas de entrenamiento y minimizar los efectos negativos que habitualmente presenta la menstruación en nuestras jugadoras.
Palabras claves:
Fútbol sala femenino. Menarquia, menstruación o regla. Características y oscilación de las cargas de trabajo mensual.
Introducción
Sin duda alguna, en las últimas décadas la práctica del fútbol sala femenino ha aumentado progresivamente, tanto en la alta competición, como en otras formas más lúdicas, este fenómeno ha conllevado una evolución de los estudios del entrenamiento femenino para proporcionarle los medios técnicos y materiales necesarios para alcanzar el máximo rendimiento.
“...la presencia de las mujeres en el estadio resulta antiestética, poco interesante e incorrecta, salvo para la función que les corresponde: coronar al vencedor con las guirnaldas del triunfo...”
Pierre de Fredi, barón de Coubertain
Una cuestión importante es evitar las comparaciones entre el rendimiento masculino y femenino, pues ambos van paralelamente y no tienen porqué interferirse. Es más, el rápido desarrollo biológico de la mujer la capacita para acceder a sus mejores resultados antes que el hombre, y, por añadidura, también es frecuente su mayor longevidad deportiva, que no sólo es perturbada por la maternidad, sino que a veces mejora el rendimiento, siendo también cada vez más generalizado el criterio en obstetricia de las ventajas de la práctica deportiva.
El conocimiento de la menarquia, menstruación o regla, en el fútbol sala femenino nos servirá para aprovechar esta circunstancia en beneficio propio, si bien, algunas características son limitantes, otras pueden utilizarse de forma positiva en algunas actividades concretas, éste mismo conocimiento ha hecho que las diferencias entre hombres y mujeres deportistas no sean tan exageradas como hace años se pretendía divulgar, y por supuesto, fácilmente superadas con una correcta y acorde programación.
1.La menarquia, menstruación o regla
La primera menarquia suele producirse entre los 12 y 15 años, pero algunas niñas tienen su primera regla antes de los 10 o después de los 16 años. Aproximadamente dos años antes de la primera menstruación se inicia el desarrollo de las mamas y del pelo del pubis manteniéndose este desarrollo durante los cuatro años siguientes. A partir de este momento, la menstruación perdura de forma natural y se estabiliza, siempre que no hayan circunstancias externas o internas que rompan este equilibrio, como por ejemplo someter a jugadoras a entrenamientos excesivamente largos y extenuantes (puede aparecer la amenorrea, es decir, la pérdida de períodos menstruales, con descanso, en general vuelve de forma espontánea). A partir de los cuarenta años o más empieza el declive progresivo hasta cesar del todo y aparece la denominada menopausia.
Los síntomas habituales de la regla, al margen de los propios (hemorragia o pérdida de sangre), como las cefaleas, tensión, nerviosismo, náuseas, dolor abdominal, retención de líquidos, etc., se manifiestan más frecuentemente en mujeres con ciclos menstruales irregulares y los efectos de la misma influyen de forma filológica y psicológica en el rendimiento deportivo. La cantidad de sangre que se pierde durante la regla puede variar (por término medio 30 ml.), pero si es abundante y prolongada puede ocasionar anemia. Por este motivo vale la pena prevenir con antelación este problema y realizar algún análisis de sangre para conocer el estado de los depósitos de hierro y tomar las medidas oportunas antes de que lleguen los días de pérdida.
Desde el punto de vista psicológico, existe la evidencia de que el estrés puede influir en la duración del ciclo y en algunas mujeres pueden aparecer alteraciones emocionales y de comportamiento.
2.Ciclo menstrual y cargas de trabajo
Los ciclos menstruales estables duran 28 días pudiendo dividirlos en cinco fases con tiempos diferentes de duración:
1.Fase menstrual (4 días)
2.Fase post-menstrual (4 días)
3.Fase de ovulación (11 días)
4.Fase de post-ovulación (5 días)
5.Fase pre-menstrual (4 días)
Durante la fase menstrual, el óvulo no fecundado desciende acompañado de sangre y restos de tejidos. Este fenómeno produce alteraciones funcionales y psíquicas, aumentando el ritmo cardíaco, la presión arterial, la temperatura corporal, disminuye el porcentaje de hemoglobina en sangre y entre otras características, encontramos el aumento de excitación del sistema nervioso que en deportes o especialidades deportivas de corta duración puede dar un mayor rendimiento, siempre que la menstruación no suponga una molestia significativa, en caso contrario el rendimiento general bajará entre un 20-30 % del máximo. También se manifiesta generalmente una cierta apatía e irascibilidad. Hay que tener presente que durante todo este ciclo las jugadoras pueden tener unos 10-12 días de bajo rendimiento, dependiendo de la fase del ciclo en que se encuentren.
Para una mayor comprensión de las cargas de trabajo físico que podemos aplicar según las diferentes fases observemos el siguiente cuadro:
CICLO MENSTRUAL
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FASE FASE FASE FASE FASE
MENSTRUAL POST-MENSTRUAL DE OVULACIÓN POST-OVULACIÓN PRE-MENSTRUAL
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Día 1 al 4 Día 5 al 8 Día 9 al 19 Día 20 al 24 Día 25 al 28
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Cargas Cargas Cargas Cargas Cargas
Medias Altas Medias Altas Bajas
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Equilibrio Acumulación Equilibrio Acumulación Recuperación
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3.Conclusiones
- La menarquia es natural y hay que convivir con ella de la mejor forma posible casi toda la vida.
- La menarquia puede afectar al rendimiento deportivo, tanto de forma fisiológica como psicológica.
- Conocer la menarquia, sus efectos y su ciclo, ayuda a los entrenadores y entrenadoras a comprender mejor los estados emocionales de nuestras jugadoras.
- Conocer la menarquia nos ayuda ha realizar programaciones de la carga de entrenamiento más coherentes y específicas para las jugadoras de nuestro equipo.
- Los desarreglos hormonales suelen disminuir el rendimiento, aunque con una buena adaptación al entrenamiento se reduce notablemente esta disminución, incluso algunas mujeres afirman que sus mejores registros los consiguen durante la menstruación.
- No es aconsejable realizar entrenamientos largos y exhaustivos ya que podemos poner en peligro el ciclo natural menstrual.
- Los entrenadores y entrenadoras deben llevar un control de los ciclos menstruales de sus jugadoras conjuntamente con el médico del club y realizar los controles pertinentes si hay desarreglos o peligros como la anemia.
- La menarquia no debe ser un obstáculo para el entrenamiento deportivo si la conocemos y nos aprovechamos de ella.
- Hoy en día, la menarquia no debe ser un tabú y tenemos que relacionarnos constantemente con ella, para ello se debe hablar abiertamente entre los y las entrenadoras y jugadoras.
Bibliografía
- Izquierdo, S., Almenares, E.- Evolución de las capacidades motrices a lo largo del ciclo menstrual. Revista digital http://www.efdeportes.com/ nº 53, octubre de 2002. Buenos Aires (Argentina).
- Ballesteros, J.M., Álvarez, J.- Manual didáctico de atletismo. Ed. Kapelusz. Buenos Aires (Argentina), 1980.
- Peterson, L., Renström, P.- Lesiones deportivas. Prevención y tratamiento. Ed. Jims S.A.
- Barcelona, 1988.
- Varios - Apuntes de los cursos de Entrenador Nacional de Atletismo. Atletismo femenino. ENE de Madrid, 1985.
- Varios - Enciclopedia de medicina y enfermería. Ed. Océano. Barcelona, 1989.
Xavier Palau Roig
Licenciado en Educación Física por el INEFC de Barcelona (España).
Profesor de Educación Física.
Profesor de la Escuela Catalana de Entrenadores de Fútbol Sala de la asignatura de Preparación física.
Preparador físico de Fútbol Sala.
Coordinador de la Escuela de fútbol sala del F. S. Vilassar de Mar (Barcelona-España).