El entrenador personal es un elemento imprescindible en estas fechas, tanto para prevenir como para recuperar las lesiones de esquí.
Seguramente ya sabes lo exigente que es el esquí como deporte, y por lo tanto lo importante que es tener una buena preparación física para disfrutarlo. Los principales factores que no deberías olvidar al entrenar son la fuerza-resistencia, la capacidad cardiovascular, la coordinación, la propiocepción y la visión periférica.
Desarrollar la fuerza y la resistencia te permitirá tener una musculatura más fuerte para aguantar el estado de tensión y aumentar la capacidad de reacción. Una buena capacidad cardiovascular será imprescindible para recuperarte más rápidamente, con la propiocepción podrás aumentar las respuestas ante las pérdidas de equilibrio, y la visión periférica te permitirá controlar las cosas que pasan a tu alrededor sin estar directamente pendiente de ellas. Esto es vital para prevenir accidentes.
Curar lesiones
El esquí tiene cada día un mayor número de practicantes, y en la pista acaba juntándose mucha gente con diferente nivel de esquí. Esto incrementa sustancialmente las posibilidades de sufrir una caída que pueda ser causa de lesión.
Desde aquí, además de pedirte que seas prudente, te queremos explicar cómo el entrenador personal te puede ayudar a recuperarte de las lesiones más comunes que se producen en las pistas de esquí.
Los fisioterapeutas que forman parte del equipo de entrenadores personales te pueden preparar mejor que nadie para afrontar la temporada de esquí y también recuperarte de las lesiones más habituales en este deporte.
La rodilla, un punto débil
Las articulaciones son las partes del cuerpo más expuestas en tensiones, rotaciones e hiperextensiones.
En concreto, la rodilla es la articulación que más sufre. Una y otra vez te explican: “Estaba parado, resbalé, se clavó el esquí a la nieve, me torcí la rodilla y me rompí los ligamentos cruzados”.
Brazos, muñecas, codos y hombros también están expuestos a lesiones. Los trastornos más leves suelen ser las contusiones traumáticas, tendinitis y bursitis, y entre las más graves hay las rupturas, ya sean óseas o ligamentosas, que en casos extremos obligan a pasar por un siempre temido quirófano.
El entrenador personal tratará la lesión por objetivos: el primero, la rehabilitación; el segundo, la recuperación de la condición física que tenías previamente a la lesión, y el tercero y último, aumentar tu rendimiento para que estés al máximo nivel en este o en cualquier otro deporte que practiques fuera de temporada.
Entrenador personal y fisioterapeuta, la clave para una buena recuperación
Un fisioterapeuta que es a la vez entrenador personal resulta perfecto en caso de lesión, porque además de los conocimientos médicos necesarios cuenta con una amplia experiencia en el funcionamiento de la sala de fitness, y sabe qué ejercicios y máquinas son necesarios para respetar y mantener la biomecánica del cuerpo humano sobre la lesión.
Bernat Luna i Rovira
Cap de Marketing On-Line