¿Necesita encontrar paz, dejar atrás el estrés y la ansiedad? La técnica milenaria de la meditación puede ser la forma más efectiva para liberar el cuerpo y clarificar la mente. Aquí, un recorrido por diferentes técnicas para aumentar su bienestar y relajación.
El placer de la meditación
Solemos asociar la meditación con lugares silenciosos, incienso, cuerpos quietos y mentes profundamente concentradas. ¿Cree que la única forma de meditar y alcanzar ese estado de relajación es producto de mantras y posiciones exóticas? Sorpréndase con estas técnicas y póngalas en práctica. En poco tiempo estará descubriendo sensaciones nuevas y desarrollando su capacidad para desenchufarse del exterior.
Además de la meditación clásica -que consiste en sentarse en quietud y concentrar la atención en la respiración-, existen otras técnicas que pueden ayudar a conseguir una relajación plena.
Meditación a través de la visualización.
La visualización de un objeto cualquiera o la creación de una imagen son técnicas que permiten olvidar por un instante las preocupaciones. Su práctica no requiere ningún tipo de música.
- Siéntese en una posición cómoda y relaje su cuerpo.
- Focalice su atención en un objeto (por ejemplo, una vela encendida) o cierre los ojos e imagine un paisaje.
- Mantenga su concentración en el objeto o imagen elegidos durante cinco o diez minutos.
- Si siente que su atención se disipa, inténtelo de nuevo.
Meditación a través del canto.
Favorece la liberación y expresión de los pensamientos y sentimientos.
- Siéntese sobre el piso o en una silla, elija una canción y comience a cantarla.
- Repita en forma pausada, en voz baja o alta, cualquier palabra que le sea grata o la frase "rahm rahm rahm", un mantra que significa “Dios”. Procure que sus labios vibren con la última consonante.
- Repita diariamente ese canto durante dos minutos y vuelva a decirlo cada vez que lo considere necesario. Si siente que se distrae, cierre los ojos.
Meditación a través de la caminata.
Especial para quienes tienen un estilo de vida agitado y carecen de tiempo para dedicarse a meditar en casa. Se puede realizar camino al trabajo, en un espacio cerrado, en un parque.
- Camine con su ritmo habitual y mientras lo hace comience a relajar su cuerpo.
- Mantenga su andar e intente coordinar su respiración y su caminar. Por ejemplo, haga una inspiración profunda que dure dos pasos y una exhalación lenta que dure dos pasos. Mantenga una regularidad en el ritmo.
- A medida que avanza inicie un trabajo consciente sobre sus movimientos y observe cómo sus pies establecen contacto con el piso. Dedíquele entre cinco y diez minutos.
Meditación a través de la relajación.
Ideal para calmar la mente y liberar el cuerpo estresado, ayuda a alejar las tensiones y renovar la energía.
- Siéntese o acuéstese, haga contacto con la superficie donde se encuentra, observe a su alrededor. Focalice la atención en la respiración y en cada parte del cuerpo.
- Intente relajar cada músculo.
- Observe si alguna parte de su cuerpo desea moverse y deje que lo haga.
- Continúe la práctica durante unos minutos. Sentirá que su cuerpo se relaja a la vez que adquiere energía y concentración.
Seleccione la forma de meditación más conveniente para usted y realícela todos los días durante cinco o diez minutos. Una vez que se familiarice con la técnica aumente su tiempo a veinte minutos.
Recuerde que convertir estos ejercicios en hábito requiere de la repetición constante. Aunque al comienzo se desconcentre, le cueste focalizar su atención o crea que no tiene sentido, dese tiempo. Sus neuronas deben conectar nuevos circuitos a través de la repetición y la perseverancia. Usted puede lograrlo. Que lo disfrute.
Foto: caboindex