Estamos asistiendo en nuestros días al mayor auge que se recuerda alrededor de la Salud y el Bienestar. El negocio del “culto al cuerpo”, los spa, los centros de masajes, estética, la medicina antienvejecimiento, etc. están en una época boyante. Ya nadie discute la importancia de la dieta, el ejercicio, y las técnicas de bienestar para lograr estar en forma y mejorar muchas enfermedades.
Y es que la medicina convencional no es una ciencia exacta. Intervienen tantos mecanismos en los seres vivos que resulta difícil entenderlos analizándolos de forma aislada. La salud se va observando cada vez más desde un resultado global en la que intervienen muchos factores. Por ejemplo, en los actuales centros laborales se han reducido las exigencias físicas y se ha realizado un esfuerzo por mejorar otros aspectos. "Incluso más importante que un lugar de trabajo cómodo, es uno que valore al ser humano: siendo primordial la necesidad de ser valorado, de sentirse seguro, de cierta autonomía, de ver un futuro para sentirse mejor”.
La práctica médica se ha convertido en más tecnológica y quizá más deshumanizada. Muchas veces nos vemos sumergidos en círculos viciosos consistentes en análisis, pruebas médicas y posteriores visitas que nos llenan de resignación e intranquilidad. Tenemos la creencia de que gracias a los avances médicos se puede recuperar la salud, pasando por el quirófano, siguiendo complejos tratamientos, pero… se nos olvida que existen otros procedimientos preventivos que pueden ayudarnos a fortalecer nuestra salud o superar una enfermedad y éstos se encuentran en uno mismo. En los países desarrollados la mayoría de las enfermedades infecciosas se tratan con éxito pero hay otras que tienen que ver con el estilo de vida moderno, que se extienden como una plaga: caries, hipertensión, alergias, reuma, enfermedades autoinmunes, diabetes, cáncer, etc.
El abordaje de la salud desde una perspectiva responsable se considera marginal, lento, alternativo o blando, pero en realidad el aprender a cambiar de hábitos y comprobar los efectos sobre nuestro organismo, es lo que nos va a llenar de fortaleza, es la mejor forma de respeto hacia uno mismo y de expresión del deseo de vivir la vida con integridad. La toma de decisiones sobre nuestra salud, lleva a la consecución de un estado idóneo, que está en relación con nuestra capacidad para poder llevar a cabo nuestros deseos.
Una nueva dirección
Hoy en día se pueden diseñar programas personales para perder peso, aprender a comer, ponerse en forma, superar la ansiedad y la depresión, o cualquier otra transición necesaria para recuperar la forma física o mental desde uno mismo.
El aprender a comer desde pequeños nos capacita para saber elegir la opción más sana con respecto de las que nos imponen a través de publicidad, supermercados, etc., como la más atractiva y a formar nuestros hábitos alimenticios y conocer los efectos que tienen en nuestro organismo.
Creemos que la capacitación personal en el cuidado de la salud es el camino más rápido para crear una sociedad responsable y capaz de reaccionar ante cualquier adversidad (episodios de cambios, acontecimientos vitales, etc.) y los prevengan frente a las enfermedades. Pero llegar a ser “el jefe” de la salud de uno mismo es una tarea compleja. Tenemos que hacer frente a multitud de productos, servicios de salud, fórmulas para el bienestar, etc., dificultando la creación de un plan personal. El cambio está en superar los retos a los que nos somete la vida, incluyendo la resistencia al cambio y la ambivalencia. Muchos de nosotros tenemos historias de fallos repetidos con diversos métodos y creemos que nunca podremos salir de nuestro problema.
La gente tiene éxito en el cambio cuando transmite pasión por los resultados de ese cambio (motivación intrínseca) y es libre para elegirlos (autonomía). Los coaches de salud son recolectores de estas fortalezas, vemos prudencia no desgano, deseos no cumplidos no frustraciones, desvelamos las capacidades y fortalezas en el caos y el desorden de una vida. El camino para recuperar el bienestar es facilitado a través de la motivación positiva, del sentido de la disciplina y la responsabilidad, que es algo que cuando ya has tocado fondo, es difícil de llegar a conseguir sin ayuda.
La relación con los sistemas sanitarios está dirigida fundamentalmente por cifras (valores de colesterol, tensión, peso, etc.). Como coaches de salud aunque también tomemos en consideración este hecho, orientamos la ayuda hacia una meta más amplia y duradera, enseñando a aprender de los errores y llegando de la forma más rápida a cambiar los hábitos nocivos. Y esto se consigue de la manera más efectiva a través del propio afectado. En lugar de venderle los beneficios de los hábitos saludables, se consigue la propia perspectiva del cliente a través de los beneficios que ellos ven en sí mismos. Se persuade mejor para cambiar desde las propias palabras del afectado que desde las de la otra persona, ya que siempre hay un sentimiento innato que nos lleva a no dejarnos cambiar por los demás, sino a decidir por nosotros mismos.
María Becerril
Coach de Salud
Certified Health Coach
www.liberatuansiedad.com
Foto: ohmann alianne