La diabetes de cualquier tipo es una enfermedad que mata 73,000 Norteamericanos cada año, haciéndola la quinta causa de muerte en este país. Este padecimiento se caracteriza por la incapacidad de producir o usar insulina, dando como resultado que los niveles en la sangre se eleven, dañando los riñones, vasos sanguíneos de los ojos, y nervios de los pies.
No existe cura para la diabetes, solo la esperanza de poder controlarla con dietas estrictas, medicamentos y una vida llena de cuidados. Desafortunadamente, muchos pacientes son incapaces de cumplir tan estricto régimen, los kilos que se pierden se vuelven a subir y muchos de ellos sufren ataques al corazón, ceguera, falla en el riñón o amputación de los pies.
Un nuevo estudio hecho por investigadores Australianos, publicado en el Diario de la Asociación Médica Americana, promete resultados extraordinarios, a pesar de todo el panorama en contra, y aún con las advertencias acerca de los resultados preliminares en un grupo relativamente pequeño de pacientes que tenían diabetes en grado leve.
Se estudiaron 60 pacientes obesos y que recientemente fueron diagnosticados con Diabetes tipo 2. A la mitad de ellos se les dio un tratamiento convencional, incluyendo dieta, ejercicio y medicinas el resto obtuvo un tratamiento convencional más una cirugía en la que se coloca una banda alrededor del estómago (conocida como lap band), encogiendo su tamaño y límite de alimento.
En casi tres cuartos de los pacientes que tuvieron cirugía, desaparecieron todos los signos de diabetes. Solo 13% de aquellos pacientes con tratamiento convencional tuvieron remisiones completas. La diferencia fue debido a la pérdida de peso. Los pacientes en el grupo médicamente tratado perdieron solo 1.7% de su peso en promedio. Los que tuvieron una cirugía perdieron un 20.7%. No hubo complicaciones serias con el procedimiento mínimamente invasivo.
Otros estudios muestran que la cirugía de bypass gástrico, una operación más riesgosa en la que el estómago es engrapado, y el tracto intestinal reacomodado, es mucho más efectiva, logrando la remisión de la enfermedad en cuestión de días o semanas, mucho antes de que ocurra una pérdida de peso sustancial en el individuo. Esto es aparentemente debido a que la cirugía produce cambios metabólicos que bajan los niveles de glucosa en la sangre, más de lo que la simple pérdida de peso puede hacer.
Algunos expertos predicen que la cirugía se volverá un tratamiento cada vez más común en los próximos años. Antes de que eso suceda, es esencial ver los resultados de los pacientes y descubrir qué pacientes se pueden beneficiar mucho más de cirugías costosas que siempre albergan algún riesgo.
Conclusión: Toda cirugía implica algunos riesgos, pero los beneficios de estos procedimientos son muchos: pérdida de peso, remisión de diabetes, el colesterol baja, existe menos fatiga, más bienestar emocional, en fin, hay una mejoría en la calidad de vida.
Cecy García
Lic. en Psicología. Especialista en psicología bariátrica o de obesidad.