Joseph Pilates es más que nada conocido como el creador del método que lleva su nombre y se lo asocia algo livianamente con las “camas “o “reformers”. Más allá del “Reformer”, Joshep Pilates fue prolífico inventor de una gran variedad de aparatos y elementos para utilizar en las clases a fin de poder ejercitar zonas específicas del cuerpo como el “Cadillac”, el “Wunda Chair”, los “Barrels”, el “Flex Ring”, etc.
En realidad fue un verdadero revolucionario en términos del cuidado de la salud y la prevención de enfermedades.
En estos tiempos de pandemias vale recordar algunas de sus ideas expresadas en los dos libros básicos de su autoría: “Volver a la Vida con la Contrología de Pilates” y “Tu Salud”, ambos editados en las primeras décadas del siglo XX.
En ambos se desarrolla el pensamiento de Pilates relativo al restablecimiento del equilibrio cuerpo-mente, tan vulnerado con nuestros estilos artificiales de vida. Además de los ejercicios conscientes con control de la respiración enumeraba los principios de una alimentación sana, vida al aire libre para todos aún en los crudos inviernos europeos, limpieza corporal con duchas de agua caliente seguidas con agua progresivamente menos caliente, descanso en camas y sillones adecuadamente diseñados para favorecer la postura y en general todo un programa de vida sana con el que se puede restablecer la armonía física y mental.
De su biografía oficial podemos recordar algunos detalles muy interesantes:
Joseph Pilates había viajado a Inglaterra en 1912. Con el estallido de la Primera Guerra Mundial es internado en un campo de trabajo inglés, en la isla de Man, por su condición de alemán. Allí perfecciona su método intentando ayudar a los heridos de guerra a recuperarse de lesiones. Debido a la falta de elementos, tuvo que valerse de su imaginación y creatividad. Esa es la razón por la cual sus primeros aparatos contaban con poleas, bandas, cuerdas y otros elementos, incorpora resortes a las camas y trabaja los ejercicios, ya inventados de suelo, contra resistencia. Fue tan llamativa la recuperación que experimentaban los prisioneros que al poco tiempo, los guardias del campo de trabajo también comenzaron a practicar el método. Pronto se instauró como una actividad obligatoria dentro del campo.
En 1918 estalló una gran epidemia de gripe en todo el mundo. Se trató de una pandemia de gripe de inusitada gravedad, que mató a millones de personas en todo el mundo entre 1918 y 1919. Esta epidemia, conocida como Gripe española, se cree que ha sido una de las más letales pandemias en la historia de la humanidad. Muchas de sus víctimas fueron adultos y jóvenes saludables, a diferencia de otras epidemias de gripe que afectan a niños, ancianos o personas debilitadas.
No obstante que la epidemia asoló también a Inglaterra, a pesar del hacinamiento en el campo de prisioneros, allí no se produjo ninguna baja. Este "milagro" se atribuiría a los beneficios del sistema de entrenamiento y vida natural que Joseph H. Pilates había implantado en el campo. Este hecho trascendió contribuyendo a aumentar su fama.
¿Cuáles serían las medidas de precaución a tomar en las clases de Pilates frente a la gripe A?
De acuerdo a información que recibimos de nuestros colegas de estudios de Pilates en Méjico, ellos luego del cierre por 12 días decretado por el gobierno, tomaron estas medidas de precaución durante varias semanas:
- Limpiar con un desinfectante en todos los aparatos después de cada clase.
- No compartir los mats (colchonetas) para trabajo al piso.
- Evitar el saludo de mano o beso por algunas semanas.
Ahora que todo está en orden les quedaron algunas medidas personales de higiene como lavarse las manos antes y después de la clase, y usar gel antibacterial que está a disposición de los alumnos en los salones.
En cuanto a la consulta de los alumnos sobre cuándo asistir a clase y cuándo no, primeramente es bueno retratar algunas particularidades de la gente que realiza ejercicio, las que podemos categorizar en tres tipos:
1) El renuente a los ejercicios: Para esta persona cualquier excusa sirve y al primer estornudo dejan de concurrir al gimnasio o de hacer cualquier actividad física por varias semanas o meses.
2) El “Rambo” o rey de la negación: Esta persona no se queja de ninguna enfermedad por más grave que esté y tiene que estar casi a punto de terapia intensiva para dejar de concurrir al gimnasio o de ejercitarse. Esta persona es un verdadero peligro para el mismo y en términos de contagio para los demás concurrentes.
3) El equilibrado: A este nivel es al que deberíamos aspirar. Son las personas que saben escuchar a su cuerpo y regulan la intensidad del ejercicio de acuerdo a cómo se sienten. Llegan incluso a suspender totalmente la asistencia por algunos días cuando se sienten realmente enfermos.
Lo más probable es que cada uno de nosotros salte de una a otra categoría de acuerdo a su edad y condiciones personales.
Dada la situación actual de la epidemia, es importante que cada uno sea responsable y no asista a clase ante síntomas como resfrío, fiebre o tos.
Por otro lado, en caso de sentirse bien, es recomendable continuar con la actividad física, ya que junto a una buena alimentación fortalece el sistema inmune y previene al organismo de cualquier potencial contagio.
