Este artículo lo ayudará a diferenciar a los gerentes de su organización que están haciendo bien las cosas, de los que sólo se muestran ocupados. Y le indicará cómo incrementar la eficiencia… tal vez también la suya propia.
Una investigación americana sugiere que los gerentes muy "atareados" tienen dificultad para concentrarse en los objetivos de largo plazo, y que sólo una minoría reúne las condiciones requeridas para un desempeño eficaz.
Los Manager suelen decir que el recurso más escaso es el tiempo. Dedican todas sus horas a encarar reducciones de costos y derrotar a los nuevos competidores. En síntesis, una actividad que no les deja tiempo para la reflexión. No hay duda de que los gerentes viven bajo una enorme presión y tienen demasiada tarea pendiente aunque trabajen 12 horas diarias. Pero pocos emplean su tiempo eficazmente.
Foco y energía
Tras observar a innumerables gerentes durante años, los investigadores llegaron a la conclusión de que los más eficaces combinan dos cualidades: foco y energía. Foco significa atención concentrada, capacidad de orientarse hacia una meta y de no descansar hasta alcanzarla. Los gerentes con buen foco no se sienten obligados a responder automáticamente a todas las cuestiones que se les cruzan en el camino, pues prefieren que nada los distraiga en la búsqueda de sus objetivos. Saben qué quieren lograr, estudian sus opciones antes de decidir el curso de acción. Energía significa vigor alimentado por un intenso compromiso personal. Es lo que impulsa a realizar el esfuerzo necesario para enfrentar las cargas de trabajo adicionales y cumplir con los plazos.
Si colocamos estas dos características en una matriz, se configura la siguiente estructura, conformando cuatro grupos de gerentes:
Los Dilatadores:
Aproximadamente el 30% de los gerentes estudiados, carecía tanto de foco como de energía. Cumplen con esmero las tareas rutinarias pero se sienten inseguros y temen fracasar. Fallan a la hora de tomar la iniciativa. La dilación depende de la personalidad y también de factores organizacionales.
Los Desmotivados:
Un 20% de los gerentes pertenece a la categoría de los desmotivados. Su foco es alto pero tienen un bajo nivel de energía. Abordan su trabajo con indiferencia, se rehúsan a tomar medidas aún cuando sean necesarias. Manejan sus emociones aislándose y haciendo lo mínimo, lo cual empeora la situación.
Los Ansiosos:
El grupo más numeroso de gerentes, más del 40% de los ejecutivos estudiados integra la categoría de los ansiosos. Son bien intencionados, con alta energía, pero desenfocados, que confunden movimiento frenético con acción constructiva. Se sobrecargan de compromisos y participan de varios proyectos a la vez.
Los que poseen Determinación:
Sólo un 10% de los gerentes posee determinación, lo que significa son altamente energéticos y con foco también alto. Tienen en claro lo que se proponen y administran bien su tiempo. Hacen un esfuerzo mayor que los demás y eligen sus objetivos con cuidado.
Una propuesta ambiciosa es tratar de evitar que los gerentes pierdan energía o foco, o ambas cosas. Lo cual implica prestarle más atención a la forma en que cada gerente percibe el significado de su trabajo, en un sentido amplio: ¿cuáles son los desafíos que enfrenta y con qué margen de autonomía cuenta? Esto no se obtiene con las herramientas habituales de Recursos Humanos. Sólo puede lograrse con el compromiso, la supervisión y una Visión de alto nivel.
El foco y la energía son, sin duda, características personales, pero las organizaciones pueden hacer mucho para realzar esos rasgos en sus gerentes. Los líderes pueden modificar la conducta dentro de sus organizaciones, liberándolas de procedimientos formales y eliminando el trabajo que no tiene otro propósito que mantener a la gente ocupada.
Con una excelente metáfora, el escritor francés y piloto en la Segunda Guerra Mundial, Antoine de Saint-Exupéry, les indicó a los ejecutivos el rumbo correcto: "Si quieren construir un barco, no les pidan a los hombres que vayan al bosque a buscar madera, la corten y luego claven las tablas. En vez de hacer eso, enséñenles a anhelar el mar". Este "anhelo del mar" proviene, en el caso de los gerentes, de dos fuentes: un desafío significativo y una elección personal. Si combinamos el desafío y la elección con una intensa sensación de urgencia, habremos avanzado mucho en la creación de una receta para el éxito.
Bibliografía:
"Beware the Busy Manager", por Heike Bruch y Sumantra Ghoshal. Harvard Business School Publishing, distribuido por New York Times Special Features.