Las reacciones cardiovasculares cuando se realiza trabajo estático son diferentes a las del trabajo dinámico. Cuando se realiza trabajo sin acortamiento muscular (contracciones isométricas) ocurre un incremento importante de la presión arterial, el cual es desencadenado de forma refleja. Tensión intensa de pequeños grupos musculares (flexión del meñique contra una resistencia) es suficiente para que la presión arterial sistólica se eleve alrededor de más de 50 mmHg.
Cuando en el trabajo dinámico solamente trabajan intensamente pequeños grupos musculares, la reacción cardiovascular se hace semejante a la del trabajo estático. Esto es válido principalmente para trabajo dinámico con duradero o intenso desarrollo de fuerza (p.ej. trabajo sobre la cabeza al pintar el techo de una habitación).
Estos tipos de trabajos deben ser evitados por trabajadores que tienen deterioro de la función cardíaca (insuficiencia cardíaca) y por trabajadores hipertensos (que padecen de presión arterial elevada).
El mecanismo de Valsava, es un reflejo que tiene el objetivo biológico de estabilizar la columna vertebral y la caja torácica, mediante elevación de la presión dentro de la cavidad torácica y abdominal. La elevación de la presión ocurre al hacerse un movimiento respiratorio espiratorio contra las vías respiratorias externas cerradas. Con ello se producen presiones de 100 a 200 mmHg. Para los que padecen de enfermedades cardiovasculares esto representa un gran riesgo. Cuando un trabajador hipertenso que tiene una presión inicial de 200/100 mmHg, añade 100 mmHg por la maniobra del Valsalva al levantar o empujar un objeto pesado, se origina un pico de presión de 300/200 mmHg; la cual puede provocar la ruptura de un vaso cerebral que ya tenía un daño. Este es el mecanismo de ocurrencia de un accidente cerebro-vascular durante una carga máxima de fuerza, a como lo es al empujar un auto.
Ese desarrollo de presión con el mecanismo de Valsalva no origina problema alguno en aquellos trabajadores sanos. En aquellos con enfermedades del sistema cardiovascular ello trae consigo una serie de riesgos: Infarto del miocardio, hemorragia cerebral. Al finalizar la maniobra ocurre una caída de la presión arterial que en estos trabajadores puede conducir a un colapso y peligrosas alteraciones del ritmo (por estimulación vagal)
Para darnos una idea: el caminar, el andar, el pasear es una carga dinámica e isotónica con poca utilización de fuerza. Desde el punto de vista cardiovascular viajar en bicicleta requiere una mayor aplicación de fuerza que el caminar, de ahí que la elevación de la presión arterial sea un poco mayor.
En lo plano esto no alcanza proporciones que representen un peligro para la persona; sin embargo al absolver una pendiente se requiere utilización importante de fuerza y por lo tanto la elevación de la presión arterial es importante.
Esto puede presentarse en aquellos que transportan productos diversos, en biciletas; y que tienen problemas cardiovasculares y que en su recorrido tienen que superar algunas cuestas arriba. En la industria, esto puede ser relevante en caso de aquellos trabajadores que manejan cargas y que tienen que trasladarla a lo largo de un trayecto ascendente.