La salud de los niños depende en gran medida de su alimentación. Desde “5 al día” queremos ofrecer algunos consejos para que el objetivo de conseguir una alimentación equilibrada para nuestros hijos no se convierta en una utopía.
Hoy en día, España se encuentra entre uno de los países de la Unión Europea con mayor número de menores con problemas de sobrepeso.
El alarmante aumento de la obesidad y sus enfermedades asociadas, hacen de las políticas de promoción de hábitos y estilos de vida saludables en la población escolar, una de las estrategias de salud pública más ambiciosas a nivel mundial. Dentro del amplio número de intervenciones posibles, el ámbito escolar se presenta como lugar prioritario e idóneo para fomentar conocimientos y facilitar habilidades en alimentación, nutrición y actividad física, que apoyen a los chicos y chicas para ejercer un mayor control sobre su salud y a disminuir el riesgo de patologías prevalentes en la edad adulta.
En este marco, la promoción del consumo de frutas y hortalizas, es la base para la estructuración de hábitos alimentarios saludables, por su papel relevante en la prevención de las enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes y cáncer, tal y como indica la OMS en sus políticas de salud. Los nutrientes y sustancias que aportan las frutas y las hortalizas son esenciales para el crecimiento en salud de los niños, y en ningún caso deben eliminarse de su dieta. Pueden aplicarse estrategias diversas para su incorporación a la alimentación del niño, pero no debe abandonarse el esfuerzo pues de este modo se vería afectada la salud del niño.
Actualmente en los centros escolares se está haciendo un esfuerzo por mejorar los hábitos alimentarios de los pequeños ofreciéndoles menús más equilibrados en los comedores y transmitiéndoles la importancia de tomar frutas y hortalizas a diario.
Sin embargo, para que interioricen estos conceptos lo mejor es que predicar con el ejemplo desde casa. Para que la alimentación de nuestros niños no se convierta en una lucha, sino en un disfrute, la Asociación “5 al día” quiere destacar algunas prácticas importantes para que el hábito de comer sano no se convierta en una lucha diaria.
A pesar de que cada vez más gente se salta el desayuno, que nuestros niños desayunen en casa se convierte en la piedra angular para mantener una alimentación equilibrada durante todo el día. Con un desayuno suficiente y completo, evitaremos el picoteo entre horas y controlaremos las 5 ingestas de comida diarias desde primera hora del día. Un desayuno equilibrado debe contener fruta, pan o cereales poco azucarados, lácteos bajos en grasa y aceite de oliva.
Por otra parte, a la hora de la comida es importante atender a un menú semanal variado que incluya todos los grupos de alimentos. Aunque a la hora de almorzar, el contenido del plato no es lo único importante. Es fundamental evitar que se distraigan y marcar unos tiempos para cada comida. Cuando otros estímulos captan su atención algunos padres intentan forzar a los pequeños para que coman. Esto es una mala idea, ya que relacionan el momento de la comida con un mal ambiente.
Por último, es importante recordar que los niños también tienen sus gustos y, al igual que los adultos, también “comen con los ojos”. Presentar las frutas y las hortalizas de una forma original y apetitosa hará que se enfrenten al plato con una actitud más positiva. Buscar recetas originales, variar los menús cotidianos introduciendo frutas y hortalizas desconocidas o hacerles participes del proceso de compra y cocinado son trucos para propiciar una buena predisposición hacia estos productos. Además, no hay que olvidar cuidar también los platos que se elaboran, procurando que sean saludables. Las técnicas de preferencia deben ser el hervido, horneado, salteado, plancha y vapor, porque requieren menor adición de grasas.
Si todo esto se complementa con practicar ejercicio físico, elegir el agua como la mejor bebida durante el día y tener al alcance de los pequeños una pieza de fruta, estaremos garantizando un día a día lleno de vitalidad y energía para nuestros pequeños.
