Para su funcionamiento y desarrollo, las empresas dependen de los recursos humanos que las componen, pues son sus empleados los que estando motivados, comprometidos y trabajando de una forma coordinada conseguirán los objetivos corporativos. Dentro de este grupo si la empresa cuenta con talentos contratados dispuestos a evolucionar, la organización funcionará. Por el contrario, si no existen o cuidan tales talentos, se detendrá. Eso sí, como en un equipo deportivo, para conseguir hacer un buen partido todos los jugadores deberán moverse como un solo bloque bien afinado.
La experiencia demuestra que las personas desarrollan toda su capacidad cuando creen plenamente en lo que hacen, ya que aportan sus conocimientos o habilidades tanto para satisfacer su realización personal como los objetivos de la empresa. Y está en manos de la gerencia potenciar el máximo posible esos dos aspectos, el desarrollo personal de sus empleados y la consecución de los objetivos de la entidad. Si un jugador no está motivado ni tampoco tiene confianza en el equipo, no jugará cómodo y el resultado no será óptimo, por lo que será sustituido al final del partido o al final de la temporada.
Para que eso no suceda, hay que saber gestionar el talento o talentos de una empresa, siendo la comunicación uno de los pilares básicos de esa estrategia. Una comunicación fluida entre todas las áreas que componen la organización sirve para unificar en cada momento tanto los objetivos personales como los estratégicos de la empresa. Además, para que todos los componentes de la organización se puedan sentir identificados con los colores que representan, es necesario que conozcan la visión, la misión y los objetivos de la misma.
Los recursos humanos, los primeros clientes
En los cambios de rumbo que toda organización atraviesa, en ocasiones ocurre que el cliente externo se entera antes que los propios empleados. Para evitarlo hay que considerar la visión de los recursos humanos como clientes de la organización (cliente interno). El espíritu de esta tendencia, en gestión del talento, es mantener satisfechos a los empleados para que se identifiquen con la organización, aumenten su productividad y logren la conquista de los clientes externos. El teórico de las organizaciones empresariales Elton Mayo, como resultado del experimento Hawthorne, ya exponía que los trabajadores necesitan algo más que división del trabajo o remuneración para tener un mejor rendimiento. Hacer referencia al estudio de Antonio Celestino
La búsqueda del equilibrio entre las necesidades de la empresa, del cliente interno y del cliente externo es función de la gerencia y dependerá del tamaño de la entidad, si es pública o privada, de sus servicios o productos, amén de otras consideraciones, en cómo encontrarlo. No obstante, saber dar importancia a los recursos humanos va mas allá de emplear herramientas que se aprenden en un curso de gestión del talento. Se trata de escuchar activamente a cada componente y comprobar cómo puede afectar una decisión de la Dirección, al desempeño de las funciones de cada puesto de trabajo, al clima organizacional o incluso a la motivación de los empleados.
Es por ello que, la gestión de los recursos humanos debe cuidarse al máximo en empresas de servicios como las instalaciones deportivas, ya que los clientes internos están en continuo contacto con el cliente externo y esta relación, puede afectar a la calidad del servicio. Para fomentar esta triple dependencia, se debe crear una relación de ganar-ganar, sin crear expectativas que no se puedan superar, pero sí afianzando la confianza de todos los clientes de la instalación (internos y externos). Si todos se sienten a gusto se obtendrán mejores y más beneficiosos resultados.
Beneficios del talento humano
Un factor que no se puede pasar por alto, incluso si la organización está interesada en desarrollar una metodología como ésta, es saber si realmente está preparada para hacerlo, es decir, se debe estar seguro de disponer de los recursos necesarios para una implantación efectiva. Una vez superado este pequeño arranque, los beneficios que se obtienen llevarán al éxito de la organización, ya que:
- - Se lograrán satisfacer las necesidades tanto del cliente interno como del externo.
- - El talento humano identificado con la empresa tendrá credibilidad y posicionamiento en la misma.
- - El cliente interno satisfecho producirá beneficios a los procesos de la organización.
- - El cliente externo satisfecho producirá rentabilidad.
- - Se generará un ambiente laboral positivo y productivo.
Por el contrario, de no ser aplicado de forma correcta esta metodología se corre el riesgo de:
- Los recursos humanos puedan confundir la satisfacción de sus necesidades con un aprovechamiento de la causa.
- Lo que la organización crea lo mejor, no cubra las necesidades de cliente interno o puede estar en contra de sus creencias, es como si a un cliente externo le obligamos a comprar un producto, esto llevará a que, en cuanto tenga oportunidad se irá.
- No cubrir todas las áreas de la organización porque no se está en contacto con el cliente. El éxito del modelo está basado en la unión de todas las partes de la organización.
Es obvio que ningún enfoque gerencial es la solución mágica para los problemas en las organizaciones, pero otorgarle la importancia que el talento humano merece crea un clima organizacional favorable o, al menos, permite una menor interferencia en el logro de los objetivos. Se eliminará la rotación y se fidelizará a los mejores, desarrollando una ventaja competitiva.
Alfredo Bastida Caro
Experto en PNL, Coach profesional
Presidente de la Asociación Española de Coaching Deportivo (AECODE)
Socio de Tiempo d Soluciones creativas, Consultoría especializada en acelerar centros de deportivos.
Especialista en Fitness Coaching, la primera tendencia en España de Coaching profesional especializada en el sector del fitness.
Ldo. en Cc. de la Activ. Física y Deporte por la UEM
Máster en gestión de instalaciones deportivas por la UPM y UAB