En los deportes de equipo, la figura del entrenador posee muchas similitudes con la del directivo de empresa, con una salvedad importante, al entrenador deportivo el liderazgo se le dan por supuesto, algo así como el valor a los soldados... Crear la visión, establecer objetivos, conseguir crear “espíritu del equipo”, gestionar la dinámica del grupo, los conflictos, integrar a todos los miembros del equipo entorno a una visión motivadora y conseguir su compromiso, son habilidades que se les suponen a los entrenadores de deportes de equipo, hasta el punto que es frecuente actualmente encontrar escuelas de negocios donde se estudian casos de entrenadores de éxito conocidos, o donde incluso podemos encontrar entrenadores “mediáticos” dando clases a directivos.
Los que vivimos de cerca el deporte y conocemos lo que sucede entre bastidores, sabemos que la realidad difiere muchas veces de esta visión idealizada que la sociedad y el mundo de empresa tiene del deporte. Si bien todos coincidimos en que el rendimiento del equipo está estrechamente relacionado con las habilidades de liderazgo del entrenador, también sabemos que el conocimiento técnico y táctico del deporte son también importantes, y demasiadas veces el propio entrenador (en línea con la oferta formativa de las escuelas de formación de entrenadores) se focalizan en la adquisición de conocimientos técnicos y tácticos específicos del deporte, olvidando la importancia del desarrollo del liderazgo o reduciéndolo a lo sumo a una asignatura, muchas veces teórica, de “Dirección o dinámica de equipo” que se cursa para adquirir la titulación de entrenador. Los entrenadores reciben para su titulación conocimientos técnicos y tácticos propios de su deporte, algunos conocimientos de metodología y preparación física y alguna que otra pincelada de psicología del deporte, probablemente la necesaria para saber identificar cuando van a necesitar los servicios de un psicólogo deportivo.
La mayoría de entrenadores desarrollan su actividad con el bagaje de conocimientos adquirido durante la titulación al que añaden su propia experiencia, puesto que los presupuestos de la mayoría de clubs raramente permitirán contratar a un preparador físico o un psicólogo del deporte; los entrenadores de alta competición probablemente tengan más suerte y puedan disponer de preparador físico e incluso de psicólogo del deporte en su equipo técnico, pero en ambos casos el aspecto más crítico va a ser la dirección del equipo (de jugadores, más el equipo técnico en alta competición) y ahí saben bien que estarán solos y deberán desplegar sus habilidades de liderazgo, más o menos naturales, más o menos desarrolladas para realizar su labor.
Actualmente, los entrenadores deportivos que buscan el máximo rendimiento de sus equipos, que tienen objetivos ambiciosos o que simplemente buscan desarrollar al máximo su potencial como entrenadores, pronto toman conciencia de la importancia de desarrollar sus habilidades de liderazgo y se encuentran con la necesidad de buscar alternativas para proseguir la formación que adquirieron como entrenadores titulados. Algunos trabajos de investigación han estudiado los métodos y formas que están utilizando los entrenadores deportivos para proseguir su formación continua y crecer como profesionales, y han hallado resultados que seguramente resultan sorprendentes a las escuelas de formación de entrenadores o a las propias federaciones, como lo demuestra el hecho de que los entrenadores están reportando como métodos formativos preferenciales (adicionales a la más clásica participación en seminarios o clínics) la lectura de libros sobre entrenamiento, psicología del deporte, habilidades comunicativas o liderazgo, (muchas veces en inglés y de autores extranjeros), la asistencia a seminarios de coaching o liderazgo y el compartir información con colegas sobre las propias experiencias. Todos los indicadores apuntan a que los entrenadores buscan conocimientos más allá de lo que los proveedores oficiales (federaciones, escuelas de entrenadores,..) les están proporcionando, probablemente porque la oferta disponible en estos centros no satisface totalmente su necesidades. En este punto encuentro remarcable y muy instructiva la descripción que hace mi amigo Xesco Espar (el que fuera entrenador del equipo de Balonmano del F.C Barcelona que ganó la copa de Europa en 2005) cuando en su libro “Jugar con el corazón” explica como siendo jugador de balonmano del equipo sénior del Barça equipo decidió que quería ser entrenador del primer equipo del Barcelona de balonmano y rápidamente se dio cuenta que para conseguirlo debía adquirir habilidades que estaban fuera de la formación habitual de un entrenador deportivo. En su libro explica como él se daba cuenta de que no era suficiente que el entrenador tuviera una lectura inteligente del juego, entendiera las distintas situaciones y opciones y supiera elegir la mejor para su equipo, pues al final eran los jugadores los que debían llevarlas a cabo y los que tenían la última responsabilidad de ejecución y por tanto, la habilidad del entrenador para “motivar, comunicar, convencer y entusiasmar” a los componentes del equipo resultaban tan críticas o más que la buena comprensión del juego y su desarrollo táctico. Xesco Espar fue entrenador pionero en España y buscó la manera de desarrollar estas habilidades propias del liderazgo acercándose a otros deportes más avanzados (como el baloncesto profesional). Buscó información en otros países, especialmente EEUU, un país que nos lleva unos años de ventaja en la implantación del coaching deportivo, y adonde se desplazó para formarse en habilidades de liderazgo y negociación; allí tuvo la oportunidad de adquirir nuevos conocimientos y de conocer y trabajar con el reconocido coach y autor Antopnhy Robbins. A resultas de su periplo formativo americano, Xesco Espar fue no sólo capaz de convencer a Joan Laporta, a la sazón presidente del F.C Barcelona, de su calidad y habilidad para entrenar el primer equipo de balonmano del Barça y hacerlo campeón, sino de además cumplir su promesa y proclamar al equipo campeón de Europa en su primera temporada como entrenador (temporada 2004-2005). Xesco tenía claro lo que debía hacer como entrenador, no sólo iba a aplicar todo lo que sabía de balonmano y todo lo que había aprendido en comunicación para conseguir un equipo campeón, sino que contrató un “coach” que le acompañara en su reto para desarrollar al máximo su capacidad de liderazgo. Así consiguió su sueño de entrenar el primer equipo de balonmano del FC Barcelona, ganó la copa de Europa, la liga Asobal la siguiente temporada y la copa del Rey la SuperCopa del Rey la siguiente. En la actualidad Xesco Espar ejerce como coach y mantiene vinculación deportiva con el F. C. Barcelona.
El caso de un entrenador como Xesco Espar, que fue pionero buscando formas de desarrollar su capacidad de liderazgo más allá de la formación oficial disponible y que fue capaz de construir un equipo campeón de Europa, me parece ideal para desarrollar dos reflexiones: una sobre la importancia del desarrollo del liderazgo en los entrenadores deportivos y otra sobre la disponibilidad actual (2010) en nuestro país de herramientas para su desarrollo.
Pocos pondrían ya en duda actualmente la importancia de desarrollar las capacidades de liderazgo de un entrenador deportivo, quizás las divergencias vendrían en “Cómo se puede desarrollar esta capacidad de liderazgo de un modo efectivo”. El consenso es claro entornos a que los líderes se hacen o pueden hacerse (si bien se acepta que hay personas con liderazgo “natural”) las divergencias aparecen en el método más efectivo para desarrollar el liderazgo, pues a pesar de las evidencias de los últimos trabajos, se siguen intentando desarrollar capacidades relacionales (las que hacen referencia a como nos relacionamos con otros seres humanos, cómo es el caso del liderazgo) con información teórica, como son los libros o cursos y seminarios teóricos. Es verdad que en buenos libros podemos encontrar principios e incluso teorías de liderazgo, lo mismo que en un cursillo teórico, ahora bien, reducir el desarrollo del liderazgo a conceptos teóricos significa considerar sólo las habilidades comunicativas del líder, olvidando la cuestión fundamental, y es que “El liderazgo es fundamentalmente una actitud vital”, que deriva de la propia persona y sus valores. Así resulta que el liderazgo se desarrolla efectivamente con el modelado y con el acompañamiento que posibilita el aprendizaje de la realidad diaria, el acompañamiento que puede proporcionar un coach. El coach deportivo es el profesional preparado para desarrollar el liderazgo de los entrenadores deportivos (de modo similar al coach que trabaja con un directivo para desarrollar su liderazgo y habilidades directivas). El coach trabaja realizando un “acompañamiento” del entrenador deportivo durante un tiempo (una temporada idealmente), actuando como compañero y espejo que le permite conocerse mejor (valores, motivación intrínseca, puntos fuertes existentes a explotar, recursos a desarrollar, toma de conciencia sobre relaciones malas o inexistentes, hábitos,…) El desarrollo del liderazgo del entrenador se produce a partir de los aprendizajes y las acciones pactadas, de la reflexión que el coach suscita sobre las situaciones cotidianas de entrenos y partidos, en fin de aprender a afrontar los retos a que el entrenador se va enfrentando a lo largo de la temporada. A así el coach ayuda al entrenador a establecer objetivos de mejora personal que le permitirán ser un líder-modelo y conseguir el compromiso de los jugadores.
El valor del coach deportivo para el entrenador quizás sea aun poco conocido, pero resulta ya indiscutible para todos aquellos entrenadores, de alta competición o no, que han tenido la oportunidad de trabajar con un coach y desarrollar con él su liderazgo; muchos de ellos animados por colegas extranjeros que les relataron su experiencia positiva o por la lectura de algún libro que les desveló la existencia del coaching deportivo y su utilidad para ellos.
Sobre al disponibilidad actual en nuestro país de profesionales y centros formativos para el desarrollo del liderazgo, creo que podemos decir que la situación actual, en 2010, está cambiando rápidamente y no se parece ya en nada a la que se encontró Xesco poco antes del 200,0 cuando decidió desarrollar sus capacidades de liderazgo y tuvo que hacerlo en EEUU. El coaching se está desarrollando como disciplina profesional en España y ha experimentado un auge importante en los últimos años, donde ha aumentado su presencia fundamentalmente en el entorno empresarial y se han establecido escuelas de coaching, la mayoría de origen americano, que están formando coaches muy bien preparados. Este crecimiento ha propiciado la aparición en España de los primeros coaches profesionales especializados en “coaching deportivo”. Actualmente ya podemos encontrar coaches deportivos profesionales, coaches con experiencia conocedores de la realidad deportiva, muchas veces con experiencia propia como entrenadores deportivos o ex-deportistas, y que incluso en muchos casos poseen además conocimientos de PNL(*) aplicada al deporte e incluso de Psicología del Deporte. La creación de AECODE(*) ,Asociación Española de Coaching Deportivo, a finales de 2008 y de su filial en Cataluña ACECAT(*), reuniendo a los coaches especializados en coaching deportivo, y la reciente creación de una comisión de investigación sobre Coaching Deportivo en ICF(*) España, son una prueba de la vitalidad de este sector, que intenta responder a los nuevos retos a que se enfrentan los entrenadores deportivos españoles. La sociedad española se ha acostumbrado a ver equipos españoles campeones (futbol, baloncesto, Copa Davis, balonmano, moto GP,) y está demandando triunfos a los entrenadores deportivos. Ya no es sólo el entrenador deportivo de alta competición el que sufre presión por los resultados y se enfrenta a importantes retos (de ganar campeonatos, evitar un descenso, clasificarse para una competición europea,…) ahora a cualquier entrenador, incluso a entrenadores de formación, se le exigen resultados “aceptables” y capacidad para desarrollar el talento de “jóvenes promesas” y ¿Qué necesitan estos entrenadores de formación para desarrollar el talento, si cada día más la ciencia nos demuestra que el talento no es innato, sino que se desarrolla los primeros años a fuerza de “practica intensa” y buenos entrenadores ? ¿Qué necesitan los entrenadores de formación para mantener a los jugadores con la ilusión que les permita la “práctica intensa” que les llevará a desarrollar algún día la maestría que requieren para ser campeones? La respuesta creo que la podemos ya adivinar, necesitarán de entrenadores con un liderazgo bien definido, que extiendan su función de “formadores” para convertirse en modelos y motivadores de los jóvenes deportistas. Volviendo a mi amigo Xesco Espar, y tal como él muy bien dice, para enseñar y mantener en la práctica que permita el aprendizaje, actualmente necesitamos pensar en la E3: Enseñar, Entretener y Entusiasmar. Los coaches deportivos españoles están ya preparados para asumir el reto y desarrollar en los entrenadores, tanto de formación como de alta competición a un liderazgo efectivo que los convierta en líderes-modelo y maestros E.
Para acabar este artículo propongo una reflexión final: dado que se ha iniciado con la exposición de la necesidad de liderazgo efectivo del entrenador deportivo y del caso de entrenadores pioneros como Xesco Espar, que desarrollaron su liderazgo a finales del siglo XX y principios del 2000 fuera de España, y ha terminado exponiendo la nueva realidad española, 2010, donde disponemos ya de coaches deportivos profesionales, también ellos pioneros hoy para hacer llegar su valor a los entrenadores deportivos españoles, se me ha despertado la curiosidad de conocer la situación de los entrenadores deportivos españoles en el 2020 ¿Quién se atreve a soñar?
Referencias:
(PNL): Programación Neuro Lingüística: herramienta desarrollada en EEUU en los años 70, útil para cambiar procesos mentales que puedan resultar erróneos o limitantes. Algunas de sus técnicas resultan muy útiles para aumentar el rendimiento deportivo.
(ICF): International Coach Federation: organismo internacional de gran reconocimiento certificador de coaches profesionales. Fundado en 1995 y presente en más de 90 países cuenta en la actualidad con más de 14.000 profesionales del coaching y tiene como objetivo principal difundir el coaching estableciendo altos estándares profesionales para el ejercicio de la porfesión, un código ético y un proceso independiente certificador de coaches
(AECODE y ACECAT): Asociaciones profesionales de Coaching Deportivo, española y catalana respectivamente. Ambas disponen de página web www.aecode.es y www.acecat.cat