No existen datos fiables sobre los niveles reales de rotación, pero muchos clubes están en valores anuales superiores al 70%. Esto significa que un club con esta rotación, perdería más del 70% de sus clientes en un período de un año.
Esta elevada rotación se debe en parte, a aspectos estacionales como el gran número de bajas que se producen en muchos clubes en época de verano. Otro motivo puede ser que para muchas personas, la práctica deportiva en general es intermitente, y no es un hábito constante durante todo el año. Y por supuesto, existen también motivos internos de baja calidad en el servicio o en las instalaciones y la falta de programas de fidelización potentes en muchos clubes.
Independientemente de cuál sea el motivo, está claro que la supervivencia de cualquier empresa con unos niveles de rotación superiores al 70%, pasa ineludiblemente por una necesidad constante de captación de nuevos socios. En cuanto la captación se reduce, se produce una pérdida rápida de socios que pone en peligro la viabilidad de la empresa. En la actualidad, la mayoría de clube se encuentran en un momento de disminución de la captación como consecuencia de la crisis y del aumento de la competencia.
Lo ideal es trabajar desde el servicio y desde el plan de fidelización para reducir al máximo el número de clientes que se acercan a recepción a darse de baja del club. Pero incluso en los mejores clubes, hay un gran volumen de clientes que se dan de baja cada mes. Ratios de rotación considerados buenos en nuestro sector rondan el 40% anual.
En este artículo vamos a analizar las diferentes estrategias para intentar mantener como socio a aquellas personas que han decidido darse de baja. Nuestra experiencia nos muestra que trabajando correctamente el protocolo de bajas, se pueden evitar entre un 15-20% de las bajas, lo que supone a final de año un gran volumen de clientes…y de dinero.
Además de tener un protocolo de actuación definido, es necesario formar al personal que atiende las bajas para que sepan detectar las necesidades insatisfechas de estos clientes y re-venderles el club con una nueva perspectiva y nuevas soluciones.
A continuación definimos los aspectos a tener en cuenta y la forma de actuar para una correcta gestión de las bajas:
Aspectos a tener en cuenta:
Entiende la situación: Que un cliente solicite la baja no significa que esté plenamente convencido de ello. Puede estar desmotivado o descontento, pero puede seguir queriendo cuidarse y hacer ejercicio.
Entiende tu trabajo: La función inicial del personal que atiende la baja no es dar de baja al cliente, sino averiguar los motivos reales de su falta de interés por seguir como socio y buscar soluciones para que el cliente siga vinculado al club y al ejercicio.
Gestiona en persona: Cuando una persona solicita una baja, es necesario que pase por el club para que podamos gestionarla. Por ese motivo, no se gestionan bajas por teléfono. Si alguien llama para eso, hay que darle cita en el club con la excusa de que debe firmar la baja.
Plantéalo como una venta: El proceso de baja es como una venta, ya que hay que volver a motivar al cliente y a venderle el club y los servicios. Por este motivo, este proceso debe hacerse en una zona tranquila y que podamos estar con total atención en el cliente.
Dale la máxima importancia: Si un cliente solicita la baja y en ese momento no podemos atenderle correctamente, le daremos hora para otro momento. Lo importante es atenderle bien para poder evitar la baja.
Motivos principales de baja:
Los motivos por los que un cliente solicita darse de baja pueden ser muy variados, y se pueden agrupar en las siguientes categorías:
Motivos personales externos: cambio de residencia, lesión, factores económicos graves, etc.
Motivos personales actitudinales: desmotivación por monotonía, por aburrimiento, por no conseguir resultados, pereza, falta de tiempo, pensar que no está viniendo suficientes días, etc.
Mal servicio del club: carencias respecto a servicios, maquinaria o instalaciones, mala limpieza o mantenimiento, mala atención por parte de algún trabajador, falta de vínculos sociales y emocionales, falta de atención personalizada, etc.
Cómo responder ante cada motivo de baja:
Motivos personales externos: en primer lugar, hay que averiguar si es ese realmente el motivo de la baja, ya que en muchas ocasiones puede ser una excusa para evitar dar más explicaciones. Tu función es “rascar” a través de preguntas para averiguar el motivo real.
A partir de aquí, hay que averiguar si se trata de una circunstancia transitoria o permanente:
Transitoria: pactar cuándo podrá volver a venir al club. En estos casos, se puede dejar una fecha ya pactada para que así se le mantengan las actuales condiciones al cliente. Preguntar al cliente si desea traspasar su plaza a alguna otra persona, familiar o amigo, que desee hacerse socio del club.
Permanente o de muy largo plazo: hay que agradecer la confianza que el cliente ha depositado hasta la fecha en nosotros, dejar la puerta abierta para cuando vuelva y pedir permiso para seguir enviándole información de su interés sobre fitness y salud. Preguntar al cliente si desea traspasar su plaza a alguna otra persona, familiar o amigo, que desee hacerse socio del club.
Motivos personales actitudinales: lo más importante en estos casos es averiguar los motivos REALES que llevan al cliente a solicitar la baja. Para ello se deben seguir los siguientes pasos:
Hacer preguntas: el objetivo de las preguntas es conocer el motivo real y valorar el grado de satisfacción del cliente. Algunas de estas preguntas pueden ser:
¿Estás realmente contento con el club?
¿Estás consiguiendo los objetivos que te propusiste al entrar?
¿Está viniendo los días que te propusiste?
¿Vienes motivado o te da pereza venir al club?
Una vez sabemos el motivo, seguir preguntando: por ejemplo, si sabemos que se quiere dar de baja porque no está viniendo lo suficiente, hay que seguir preguntando para obligarle a reflexionar. Algunas preguntas pueden ser:
¿Por qué crees que 2 días a la semana no son suficientes?
¿Los días que sí que vienes al club cómo te sientes?
Si te das de baja, ¿vas a hacer algo para seguir cuidándote?
¿Podrías organizar la agenda para sacar algo más de tiempo para ti?
¿Sería una buena solución si buscáramos un sistema de ejercicio que te permitiera conseguir resultados en poco tiempo?
¿Qué te parece si cerramos una cita con un asesor técnico para que diseñe el programa más efectivo para ti?
¿Crees que si vinieras con un amigo, eso te ayudaría a estar más motivado?
¿Crees que podemos darnos un plazo de x semanas para ver si con los cambios conseguimos los objetivos?
Concretar la solución: una vez que el cliente deja de pensar en darse de baja y empieza a pensar en posibles soluciones, es el momento de concretar alguna de esas soluciones: cerrar día y hora para la cita, quedar para próxima entrevista, definir con qué amigo va a venir, etc.
Mal servicio del club: en este caso el proceso es muy parecido al anterior, pero hay que averiguar cuál es el motivo del descontento. A partir de ahí, hay que:
Aplicar la metodología del la gestión de quejas:
Dar las “gracias” al cliente por comunicarnos el problema ya que esto nos permitirá ayudarle y dar un mejor servicio a todos los clientes.
Disculparse por el error y transmitirle que nos ponemos en su lugar y entendemos su enojo y el inconveniente causado.
Prometer hacer algo con respecto al problema.
Solicitar del cliente la información necesaria para poder solucionar el problema (condiciones en las que ha ocurrido, horario, lugar, personas involucradas, etc).
Corregir el error si se puede o delegarlo a las personas que tienen capacidad para solucionarlo.
Comprobar posteriormente si el cliente está satisfecho con la solución.
Poner en conocimiento de la organización el problema para que se tomen las medidas necesarias para que no se repita.
Concretar soluciones a través de preguntas:
Algunas de estas preguntas pueden ser:
¿Qué te parece la solución que hemos planteado?
¿Si lo solucionamos de esa manera, te gustaría seguir haciendo ejercicio en el club?
Recuerda que un protocolo de gestión de las bajas debe ir acompañado de un plan de fidelización para evitar que los clientes lleguen a solicitar la baja, y todo esto debe acompañarse con formación de todo el equipo que tiene contacto con los clientes. Solo abordando el problema de la rotación de socios de manera global, es como conseguirás alcanzar los valores mínimos del sector.