Sabido es que en las últimas décadas la mujer ha tomado un rol mucho mas comprometido con las tareas profesionales, laborales y sociales y que aun así difícilmente puede postergar obligaciones maternales y matrimoniales. Esto genera una delgada línea entre un estado saludable y un estado de estrés, surgiendo la actividad física como una de las principales herramientas para tener en lo cotidiano, el fiel de la balanza orientado hacia el primero y evitando caer en el segundo.
Usted amable lectora, comienza cada día con determinado nivel de energía física, mental, emocional, espiritual, además forma parte de una familia y de un contexto laboral; todo esto necesita ser muy bien administrado, caso contrario el nivel energético puede reducirse pudiendo debilitarse y derivar en una enfermedad.
Cuidar la salud, depende entonces, mas de la atención que demos a nuestras necesidades que de las visitas al hospital.
Cuando consultamos al médico, nutricionista o entrenador personal para una orientación sobre determinados alimentos o para una actividad física regular y metódica, estamos cuidando nuestra salud. Cuando los consultamos para resolver un problema ya manifiesto en nuestro organismo, estamos cuidando la enfermedad.
Nuestro cuerpo necesita vitaminas, proteinas, carbohidratos, grasas , sales y minerales para nutrirse, pero para asegurar la cantidad y calidad energética cotidiana necesita ejercitarse… el ejercicio y el movimiento son inherentes a nuestra especie:
Los ejercicios de fuerza mejoran el tono muscular y la postura
Los ejercicios de resistencia mejoran la aptitud cardiovascular
Los ejercicios de flexibilidad mejoran la condición articular y tendinosa
Los ejercicios de coordinación mejoran la disponibilidad corporal
Las actividades físicas, todas, elevan las sensaciones cenestésicas
Como podemos entender, razones sobran para decidirse a comenzar con un ejercicio sistemático, y aquí está el punto clave: Para comenzar y persistir en un entrenamiento sistemático, accediendo a todos sus logros, es vital hacer “ una correcta elección.”
Si le gusta caminar: camine
Si le gusta correr: corra
Si le gusta nadar, nade
Si le gusta remar: reme
Si le gusta saltar: salte
Si le gusta pedalear: pedalee
Si le gustan los fierros: haga pesas
Si le gusta el culturismo: hipertrófiese
Si le gusta la raqueta: raquetee
Si le gusta la pelota: patee, enceste, remate o lance
La síntesis de la razón que lo mantendrá persistente en su actividad física es elegir hasta encontrar aquella que más le guste. Esta es una razón antropológica planteada en forma brillante por Zhorndike en su Ley del efecto: La psiquis humana tiende a evocar las experiencias agradables y a rechazar las desagradables.
Si nos ponemos en acción, habiendo elegido la actividad que nos gusta mucho, podremos, además de evitar el estrés, ratificar el viejo significado de la palabra recreación: re – crear ….. volver a crear un estado de plenitud que ha menguado o desaparecido.
Norberto Alarcón
Lic. En Educación Física y Deportes