Las fresas y fresones son frutos carnosos, jugosos y dulces. Resultan muy atractivos para niños y mayores por su forma de corazón y su color rojo intenso. En junio termina su periodo óptimo de consumo, así que si aún no has sucumbido a la tentación de consumir fresas y fresones esta temporada, te ofrecemos seguidamente información detallada de esta fruta, para ir abriendo boca y cultivar los conocimientos.
Las fresas son un falso fruto del fresal derivado de la fresa salvaje (Fragaria vesca), originaria de la región de los Alpes. El fresón, considerado una variedad de fresa, proviene de dos especies americanas (California y Florida) que se mezclaron a su llegada a Europa en el siglo XV.
derivado de la fresa salvaje (), originaria de la región de los Alpes. California y Florida)
La fresa es una planta herbácea de la familia de las Rosáceas. En realidad lo que se conoce como fresa son los receptáculos de sus flores, en los que se insertan los verdaderos frutos de la planta: los pequeños granos amarillos en cuyo interior se encuentran las semillas. Por eso decimos que la fresa es un falso fruto.
Las fresas y fresones, como la mayoría de las frutas, apenas aportan energía y grasa. Su principal componente, después del agua lo constituyen los hidratos de carbono, fundamentalmente fructosa y glucosa. Son ricos en vitamina C, ácido fólico y fibra, y no aporta ni grasas saturadas ni sodio. Contienen diversos ácidos orgánicos, entre los que destacan el ácido cítrico, málico, oxálico, y también contienen pequeñas cantidades de ácido salicílico.
El color de la fresa es debido a unos pigmentos vegetales conocidos como antocianinas que actúan como potentes antioxidantes, lo que unido a su aporte de polifenoles y su riqueza en vitamina C, hace de las fresas una de las frutas con mayor capacidad antioxidante. Las fresas son un potente aliado para combatir los efectos dañinos del exceso de colesterol "malo", y prevenir el estreñimiento. Además, su bajo aporte en sodio y su alto contenido en potasio hace que estén indicadas en personas con hipertensión arterial.
Fresón de Palos, uno de los principales productores españoles de fresones y socio de “5 al día”, ha compartido con nosotros el proceso de cultivo de sus frutos.
En Fresón de Palos, cada campaña se inicia con la obtención de la planta en sus propios viveros. La planta del fresón requiere estar expuesta, de forma regular, a bajas temperaturas, para que, posteriormente, pueda aportar una fructificación abundante. Una vez que las matas están en el momento óptimo, se trasladan a Palos de la Frontera y se replantan en un entorno privilegiado, un enclave dominado por el Parque Nacional de Doñana y rodeado por la campiña, las marismas y la costa del Océano Atlántico. En este paraíso natural, se cultivan más de 1.100 hectáreas de tierras arenosas y rojizas, situadas sobre calizas terrosas; unas condiciones geológicas que, unidas a un suave clima y a un agua de excelente calidad para el regadío, constituyen las características idóneas para el crecimiento del fresón.
El fresón y la fresa son unas frutas extremadamente sensibles a la temperatura y necesitan frío permanente para la conservación de su aspecto y de sus propiedades nutritivas. Conviene por tanto guardarlas en el frigorífico a unos 4º C, y sacarlas una hora antes de su consumo para apreciar todas sus virtudes. No se deben lavar ni sumergir en agua hasta que no se vayan a consumir. Tampoco es aconsejable retirarles el peciolo antes del lavado.
Esperamos hayáis encontrado datos de interés y utilidad a lo largo de esta información y que os animéis a consumir fresas y fresones esta temporada si aún no la habéis hecho, ya veis que los beneficios y placeres son incontables.