En los últimos años ha aumentado la importancia que tanto hombres como mujeres le dan al cuidado del cabello para mantenerlo limpio y sano utilizando productos adecuados para cada tipo de pelo. Y en este sentido es preciso informarse sobre problemáticas capilares que pueden padecerse, cuáles son sus causas y cómo tratarlas.
Una de las afecciones más habituales es la dermatitis seborreica, un trastorno funcional de las glándulas sebáceas, las cuales producen una hipersecreción de grasa. De índole benigna, se caracteriza por la inflamación, enrojecimiento o descamación (y muchas veces, la sumatoria de todas ellas) de la piel provocados por los microorganismos de las zonas de la dermis con mayor cantidad de glándulas sebáceas. El cuero cabelludo es una de las zonas más afectadas por su alta densidad y gran actividad de dichas glándulas, aunque esta enfermedad crónica puede manifestarse también en otras partes del cuerpo como párpados, caras laterales de la nariz, la piel detrás de las orejas, las zonas contiguas al cabello, los glúteos y la ingle; entre otros.
La dermatitis seborreica puede sobrevenir a cualquier edad, pero su mayor expansión se observa entre los 30 y 60 años, especialmente en varones. También tiene alto grado de aparición en bebés de entre dos semanas a tres meses de vida, y se la conoce como “Costra láctea”. A pesar de que no se conocen con exactitud las causas que provocan la dermatitis seborreica se sabe que lo fundamental es una piel sensible y muchas veces atópica en la que determinados factores ayudan a inducirla tales como agentes químicos en productos para la piel y consumo inapropiado de antibióticos, variables biológicas y físicas (baja inmunidad, otras enfermedades endocrinas que generan disfunción en la dermis), y elementos emocionales como estrés y depresión. Asimismo, se sabe que existe una predisposición familiar a padecerla. especialmente en varones. También tiene alto grado de aparición en bebés de entre dos semanas a tres meses de vida, y se la conoce como “Costra láctea”. A pesar de que no se conocen con exactitud las causas que provocan la dermatitis seborreica se sabe que lo fundamental es una piel sensible y muchas veces atópica en la que determinados factores ayudan a inducirla tales como agentes químicos en productos para la piel y consumo inapropiado de antibióticos, variables biológicas y físicas (baja inmunidad, otras enfermedades endocrinas que generan disfunción en la dermis), y elementos emocionales como estrés y depresión. Asimismo, se sabe que existe una predisposición familiar a padecerla.
Cuando el proceso inflamatorio de la dermatitis seborreica genera descamación excesiva del cuero cabelludo (células muertas que se desprenden de la piel) estamos frente a lo que comúnmente llamamos “caspa” cuyo nombre técnico es pitiriasis, ya que se manifiesta por presencia disfuncional de hongos denominados pitirosporum ovale. Hay dos tipos de caspa: cuyo nombre técnico es pitiriasis, ya que se manifiesta por presencia disfuncional de hongos denominados Hay dos tipos de caspa:
Caspa seca: Muy habitual, se manifiesta como una caída de escamas blanquecinas, finas y secas que se desprenden solas con facilidad por el rascado, pero no genera prurito ni hinchazón.
Caspa grasa: Presenta escamas englobadas con sebo; son de mayor tamaño, grosor, oleosas, pegajosas y de color amarillo; más adheridas al cuero cabelludo y a los cabellos.
Se estimada que la caspa afecta al 20% de la población aproximadamente; se manifiesta especialmente durante la pubertad cuando se alteran muchas actividades de la piel, y alcanza su punto máximo entre los 30 y 40 años. Los cambios climáticos, la alimentación, el uso de diversos productos químicos para el cabello, la transpiración en abundancia y la tensión nerviosa tienen íntima relación con la aparición de la caspa. aproximadamente; se manifiesta especialmente durante la pubertad cuando se alteran muchas actividades de la piel, . Los cambios climáticos, la alimentación, el uso de diversos productos químicos para el cabello, la transpiración en abundancia y la tensión nerviosa tienen íntima relación con la aparición de la caspa.
A la hora de aconsejar un tratamiento, lo más importante es consultar con un profesional porque cada caso es diferente, pero hay consejos generales que son de gran utilidad:
- Utilizar champús que contengan sulfuro de selenio, piritoina de cinc, ácido salicílico o ketoconazol al 2%. Usarlos periódicamente según indicación médica y para una mayor eficacia frotar el cuero cabelludo durante 3 o 4 minutos antes de enjuagar.
- Evitar ducharse con agua muy caliente y no exponerse a ambientes con fuerte aire acondicionado o calefacción central.
- Llevar una conducta alimentaria equilibrada: No abusar del café, té, condimentos fuertes y picantes, comidas enlatadas, azúcar y carnes.
- Masajear, cepillar y lavar diariamente el cuero cabelludo para mejorar la circulación pero con mucho cuidado de no irritar el cuero cabelludo y lastimarlo.