Este tema es fascinante y muy difícil de entender por los padres y maestros
El tema es justamente SEXUALIDAD no sólo genitalidad
El tema conlleva a la formación de la persona como hombre o mujer con todas las características y manifestaciones de la condición femenina y masculina.
La forma de utilizar su cuerpo, sus emociones, su espiritualidad en su relación consigo mismo y con los demás.
Casi todos nosotros desconocemos lo que el sexo complementario, es decir, hombres o mujeres requieren para crecer, justamente porque no lo hemos vivido en carne propia. Así encontramos que generalmente una mami se desconcierta con las actitudes del púber masculino y un papi sucumbe a los encantos de la nena que va creciendo.
Pero es menester, sobre todo en nuestros niños del espectro, que en la pubertad se establezca fundamentalmente un nuevo reconocimiento de las sensaciones, del tamaño del cuerpo y de la manera en que construyen el mundo que los rodea con el caos hormonal y emocional que lo caracteriza.
Es decir volver a reformular todas las técnicas de crianza, terapia y educación y dirigirlas hacia la formación de la personalidad del futuro adulto.
La palabra adolescente refleja exactamente lo que sucede con el niño, tiene carencias por no haberse acostumbrado a su cuerpo a su mente y a su relación con el mundo, recién a esta edad va utilizando funcionalmente lo que ha aprendido de niño.
Es por esta razón que mucho de los hábitos, conductas, manifestaciones positivas que inculcaron los padres en la infancia se pierden y deben ser restablecidas de acuerdo a su edad.
En el caso del entrenamiento psicodeportivo de púberes, los entrenadores y psicólogos, reformulan todo el entrenamiento a esta edad.
El niño que entrenaron no es la misma persona a los 7 que a los 10 y mucho menos a los 15.
Los miembros superiores e inferiores han crecido y es más difícil calcular su funcionamiento en el espacio, un motivo de irritación porque resienten que no hacen bien las cosas como antes.
La masa muscular se ha incrementado y hay trastornos de peso y tamaño, la vellosidad incide en la sensibilidad táctil, menstruación revoluciona los hábitos de auto cuidado, el tono de voz enfrenta situaciones con los padres al no poder ser modulado sobre todo en momentos de ansiedad, el manejo de la fuerza velocidad son reflejados en la impulsividad y agresividad de movimientos y pensamientos.
Se debe establecer nuevos conceptos de formación física teniendo en cuenta el pronóstico de crecimiento y anatomía de cada niño.
La autoimagen no se define entre niño y adulto, mostrándose como una especie de hibrido entre ambas imágenes, confundiendo a los padres que desean por un lado conservar a su bebe (eso se refleja en los dormitorios de los niños de 9 años llenos de juguetes de bebe) y por el otro el deseo de tener a un adulto con quien razonar (esto se ve cuando llenan de actividades curriculares sin dejar tiempo a madurar como niño).
La autoconfianza decae muchísimo pues las capacidades y destrezas se desestabilizan y el niño confundido intenta construir su proyecto de vida utilizando la información que recoge de sus padres, la tv o de las personas y situaciones que lo rodean.
En los niños dentro espectro, la información no es clara, ellos nunca aprendieron a manejar conscientemente su cuerpo, mucho menos en los niños no verbales que construyen un patrón de ideas que no pueden expresar y estructurar claramente, siendo en este caso mas importante la secuencialidad de movimientos y el orden de las situaciones.
Así el púber regular o del espectro manifiesta su enojo con la misma rabieta de cuando niño pero con los movimientos intensos de una brazos 20 centímetros mas grandes, una carga motora mucho mas fuerte, un voz mucho mas alta y un impacto mas devastador en el entorno, es decir esa rabieta de niño se transforma en una acto socialmente violento.
Una de las soluciones utilizadas en toda la historia y que ha tenido los mejores resultados es el deporte en al adolescencia.
Las disciplinas deportivas se han utilizado para formular patrones de control conductual y equilibrio emocional, establecimientos de hábitos, disciplina y relación social.
El problema que enfrentan los padres es que el deporte no es dirigido por los fundamentos de formación de personalidad sino de éxito deportivo y este punto hace que los niños se sientan muchas veces frustrados y abandonen o por el contrario se sientan sobre motivados y se tornen desafiantes.
El psicodeporte por su parte canaliza las necesidades cognitivas y emocionales del niño y sus habilidades sociales utilizando el actividades deportivas para darle un instrumento para comprender a través de las conductas motoras (secuencias de movimientos) la manera mas sencilla de identificar analizar y estructurar sus movimientos y pensamientos. Es decir que a través del psicodeporte, las actividades físicas constituyen un arma de discernimiento que permite al niño entender la analogía entre los conceptos de la vida y el ordenamiento de su ser en el espacio y el tiempo.
