Las grasas representan una forma de reserva calórica,
tienen un elevado valor energético y son el vehículo de las vitaminas
liposolubles (A, D, E y K). Están compuestas de carbono, hidrógeno y oxígeno.
Un gramo de grasa da 9 calorías. Dependiendo del numero de átomos de carbono
en cada una de las cadenas de ácidos grasos se clasifican en: cadena corta,
media y larga. La porción más importante de las grasas son los trigliceridos y
los fosfolipidos, de ellos son los mas interesantes las lecitinas, que están
formadas por moléculas de colina e inositol, que al impedir la precipitación
de las grasas en la sangre previenen las subidas del colesterol; además de
favorecer la metabolización de las
grasas ejercen una acción de protección hepática y de las vitaminas del grupo
B.
Por estas definiciones en toda dieta de adelgazamiento
debe recomendarse la toma de lecitina, en períodos de toma y descanso.
Las grasas en la digestión son emulsionadas por la bilis
y las lipasas, dando como productos finales glicerina y ácidos grasos, los que
una vez absorbidos sufren en el hígado un proceso de hidrólisis, separándose
los ácidos biliares de los grasos, que se unen a la glicerina formando grasas
orgánicas: trigliceridos, colesterol, fosfolipidos, ácidos grasos no
esterificados, todos ellos con la función primordial de generar energía.
En estos últimas años su posible implicación en la
aparición de enfermedades cardiovasculares ha despertado enorme interés,
especialmente el de las grasas saturadas y el colesterol. En general, se estima
que cifras de colesterol por encima de los 250 mg\ml y de triglicéridos por
encima de los 125 mg\ml suponen un riesgo de enfermedad cardiovascular, si bien
no se pueden tomar estos datos como absolutos.
Un aspecto siempre muy discutido, y al que se ha dado la
mayor relevancia, es el grado de saturación de las grasas. Sin entrar en
grandes tecnicismos, conviene tener cierto conocimiento en este tema:
las grasas saturadas parecen tener una cierta influencia
sobre el incremento de colesterol en el suero sanguíneo; las grasas liquidas
presentan un predominio de la instauración y las grasas solidas al contrario.
En general, las procedentes de peces y vegetales oleaginosos son
predominantemente insaturadas, mientras que las procedentes de animales son
saturadas. Las grasas vegetales, si se calientan excesivamente, también pasan a
ser saturadas.
Aparte de su elevado valor energético, este nutriente es
de gran importancia por su aporte en factores vitamínicos(ácidos grasos
esenciales), ya que se trata de componentes indispensables de la alimentación:
son los ácidos linoleico y araquidonico, conocidos en conjunto como factores
vitamínicos f, aunque este termino ya esta en desuso. En su catabolismo, las
grasas endocelulares se desdoblan nuevamente, la glicerina sigue el destino de
los glúcidos y los ácidos grasos se oxidan, dando lugar a co2 y h2o, con
liberación de gran cantidad de energía. Si esta combustión es incompleta se
forman cuerpos cetonicos que serán luego eliminados siempre y cuando no se
supere la capacidad que tiene el cuerpo para esta función; caso contrario se
tornan tóxicos.
Celulitis
Todos han oído hablar de lo que esto implica; el flagelo
que las mujeres mas temen, pero que también ataca a los hombres.
Expertos y estudiosos del tema aseguran que, técnicamente
hablando, la celulitis no existe: no se encuentra en diccionarios o jornales médicos,
ni revistas especializadas.
*- La asociación médica americana difunde llanamente
que no existe condición médica conocida o descrita como "celulitis".
*- La administración de alimentos y drogas americana,
afirma que celulitis es "grasa sobre grasa"; una doble capa de grasa
tal vez, pero grasa al fin.
*- De acuerdo con la saciedad médica de nueva york,
"la grasa es grasa, no importa donde aparezca". Los libros sobre
celulitis solo son un comercio.
La pregunta que se desprende es: ¿si la celulitis no
existe, entonces que son esos bultos y pocitos estilo "queso cottage"
que se localizan en lugares selectivos?.
De acuerdo con muchos y renombrados investigadores de los
últimas tiempos, existen tantas hipótesis y tan pocas conclusiones confiables
que describir con fundamentación científica y certera a la celulitis no ha
podido ser, hasta hoy, tarea de profesionales serios y respetados.
Científicos de la universidad de Cornell (USA) afirman que: "esos
pocitos que se ven en la piel son, básicamente, la grasa normal del individuo,
pero acumulada en forma anormalmente abundante". Los pocitos aparecen en
zonas donde se da una circulación sanguínea deficiente, que impide el
desarrollo normal de las células grasas. Como resultado estas sufren un
deterioro importante formando la conocida "piel de naranja".
Algunas rodeando los fatty pockets (cúmulos o bolsas grasas), hundiéndose
luego y provocando así esa formación similar al "queso cottage".
Los orígenes:
La celulitis puede ser una obsesión norteamericana, pero
sin embargo no se les adjudica su invención. El concepto de celulitis nace
alrededor del 1900 en europa, aunque el termino se popularizo en América recién
hacia 1973, con la publicación de un libro llamado:" celulitis: esos
bultos que no pudo perder hasta ahora" escrito por la conocida Nicole
Ronsard, directora de un famoso salón de belleza llamado "Manhattan".
El libro de Ronsard presentaba un programa de tratamiento contra la
celulitis basado principalmente en la desintoxicación del organismo a través
de una dieta, ejercicio, respiración, masajes y relajación, junto con una
explicación factible sobre la celulitis, pero para los entendidos en la materia
sin fundamento científico alguno que la avalara. Esta teoría decía que:
"la celulitis es tejido conectivo que sostiene las células grasas debajo
de la piel, que se ha atrofiado con exceso de agua (retención de liquido) y con
elementos tóxicos que no han podido ser eliminados adecuadamente por el hígado,
los riñones y otros órganos. Estas toxinas se endurecen y se combinan con mas
grasa y mas agua, para crear pequeñas acumulaciones en forma de bolsas de una
sustancia gelatinosa que forma los bultos y crea la celulitis".
Según la administración de alimentos y drogas
americana, esta explicación "irracional y poco científica" va en
contra de por lo menos dos factores: primero, que los desperdicios y toxinas no
se acumulan específicamente en ninguna parte del cuerpo; y segundo, que
cualquier retención de toxinas en el organismo alerta al médico de la
existencia de serios problemas de salud, tales como enfermedades del riñón y
de los intestinos. "Una persona que retiene toxinas puede estar muy
enferma, y puede morir si no es tratada adecuadamente y a tiempo". El comité
médico de Nueva York (USA) esta de acuerdo con este juicio y agrega:
"presentar a la celulitis como una enfermedad del hígado y por asociación
de los riñones, intestinos y piel, es una distorsión científica y demuestra
total desconocimiento sobre fisiopatologia. Hasta hoy nadie ha sido capaz de
demostrar la relación de tejido adiposo y celulitis. Biopsias tomadas en varios
centros de investigación, demuestran que la grasa o tejido adiposo y el tejido
que forma la celulitis no encuentran diferencia alguna en su composición y
estructura celular. Esto no sugiere que todas las células grasas sean
metabolicamente mas activas que otras. Todas ellas poseen varios receptores
metabólicos que pueden verse influenciados por varios factores, entre ellos
hormonas, estrés emocional y tensión, medicamentos, nicotina y, hasta cierto
punto, agentes metabolicamente activos en los alimentos, tales como la cafeína
y el alcohol. La interacción de estos agentes puede llegar a alterar la
superficie de algunas células de tal forma que el hecho resulta exteriorizado
en la presencia de pequeños bultitos.
Según estudios realizados en la u.C.L.A. (Usa), "no
es un tipo diferente de grasa, pero si una situación en la que las células
grasas han reaccionado de forma diferente al funcionamiento interno del
organismo". Los científicos agregan en sus investigaciones que:
"La celulitis es un proceso causado por la afectación
del tejido celular subcutaneo, de etiologia desconocido y en cuya formación se
advierte: inflamación, edema, degeneración o engrosamiento de fibras colágenas,
y aparición de nódulos adiposos; la exploración muestra que la piel esta
engrosada y adherida a los planos profundos, sobre los que no se desliza, dando
el aspecto de piel de naranja".
Por razones y factores hormonales y genéticos, las
mujeres son mas proclives a esta patología que los hombres, quienes a lo sumo
almacenan sus depósitos de grasa en la zona del abdomen. Las mujeres además
tienen células grasas más voluminosas y piel mas delgada, lo que ayuda a hacer
mas evidente el defecto en cuestión. El tejido conectivo debajo de la piel
femenina forma grandes agrupaciones de células grasas de formas circulares,
mientras que los hombres forman agrupaciones mas pequeñas y de forma poligonal.
La celulitis puede no existir, pero sin duda hay
infinidad de tratamientos que aseguran curas milagrosas, financiadas por
consumidores desconocidos que harían cualquier cosa por deshacerse de ese
flagelo, considerado por algunas mujeres peor que una enfermedad mortal. Lo
cierto es, que la celulitis se origina en un contexto hormonal con características
de herencia genética, que puede presentarse en individuos con mucho sobrepeso
como en quienes están en su peso normal o por debajo de este.
Ataca sin distinción de edad, sin embargo se cree que
aparece con los cambios hormonales importantes en la mujer, como la pubertad, el
embarazo y la menopausia. Una dieta equilibrada junto al ejercicio y una vida
sana pueden ayudar a mejorarla y tal vez existan algunos -aunque no muchos- métodos
que ayuden a detener su desarrollo por cierto tiempo. Pero nada la cura o evita su aparición y en el momento en
que se interrumpa el tratamiento ocasional, la situación volverá a su estado
original y seguirá o no avanzando, dependiendo de cada uno y de su organismo.
Por lo tanto, lo mas adecuado es no dejarse embaucar por
comerciantes que lejos de obrar un milagro, buscan obtener dinero con promesas e
ilusiones falsas.
Seguir una línea de conducta adecuada tanto con la
alimentación como con la actividad física es un punto básico para lograr un
mejor estado psicofisico general. Y practicar ejercicios de tonificación con
sobrecargas adecuadas y complementado con algún aeróbico, es la mejor manera
de reducir el tejido adiposo de todo el cuerpo.
Colesterol:
El colesterol es una sustancia cerea que se encuentra en
todas las células corporales. Se trata de un componente de las membranas
celulares y un precursor de ciertas hormonas. El colesterol producido por el hígado
es esencial para la vida. Solo lo contienen los productos animales como la carne
y los lácteos, pero no se encuentra entre los vegetales. Por eso, los
vegetarianos estrictos no lo consumen, pero su cuerpo puede fabricarlo para
suplir sus necesidades.
El colesterol pertenece a una familia de compuestos,
llamados lípidos, entre los cuales están las grasas y los aceites. Una de las
características de los lípidos es que no se disuelven en agua o en la sangre.
Para superar esa limitación el cuerpo enlaza los lípidos a unos
"correos" especiales, llamados lipoproteinas, cuya aleación resulta
soluble en el agua y permite su transporte en el torrente sanguíneo.
Hay crecientes evidencias que el tipo de lipoproteinas en que aparece el
colesterol juega un papel crucial en predecir el riesgo de enfermedad coronaria.
El colesterol sanguíneo y las lipoproteinas se miden en términos de miligramos
por decilitro. El nivel promedio de colesterol para una persona normal (varia
según la edad, sexo, hábitat, etc.) Del sexo masculino, es de unos 215
miligramos por decilitro.
Los científicos dividen las lipoproteinas en cinco
categorías. Entre estas, las de baja densidad (LDL) y las de alta densidad
(HDL) poseen la relación mas evidente con el riesgo de problemas cardíacos. La
LDL transporta mas colesterol que cualquier otro tipo de lipoproteina.
Un nivel elevado de LDL esta asociado con el riesgo de
enfermedad coronaria, por eso al LDL se lo llama "mal colesterol". Los
niveles de LDL entre 100 y 149 mg/dl están asociados con un riesgo bajo de
enfermedad coronaria. Un nivel de 160 mg/dl se considera demasiado alto.
Por otra parte el HDL es el "buen colesterol" porque, en
grandes cantidades parece disminuir el riesgo de enfermedad coronaria. Se piensa
que el HDL transporta el colesterol desde los órganos hacia el hígado, donde
puede ser desleido y eliminado. Un nivel de HDL de 51 a 7 4 mg/dl esta
considerado como deseable. Los expertos opinan que niveles por debajo de 35
mg/dl son muy bajos.
Por ello, muchos médicos actuales opinan que no es
bastante con medir el nivel del colesterol total de los individuos, también hay
que hacerlo con las lipoproteinas de baja y de alta densidad. Ciertas personas
pueden tener un nivel elevado de colesterol total, pero si su nivel de HDL es
alto podemos considerarlo como que tienen pocos riesgos de enfermedad coronaria.
Contrariamente si el nivel de colesterol total es bajo, pero el de hdl es también
igual, los riesgos del paciente son elevados. La relación entre el colesterol
total y las lipoproteinas de alta densidad (HDL) es tan importante como los
valores de ambas sustancias, por lo que ahora hay un numero creciente de
expertos que calculan el ratio del colesterol total respecto al HDL. Por lo
general, cuanto mas bajo sea el ratio, todo va mejor.
Las lipoproteinas de muy baja densidad transportan algo
de colesterol, pero sobre todo trigliceridos, una forma de grasa sanguínea que
ha estado implicada en el desarrollo de la placa de las paredes arteriales. Sin
embargo, la relación con los trigliceridos con el riesgo de enfermedad cardiaca
no esta aun muy clara y a menudo se piensa que esta de acuerdo con los niveles
del resto de las lipoproteinas. Pero una presencia notable de trigliceridos en
sangre tiene relación con el aumento del riesgo cardíaco en las mujeres, y a
menudo se haya en conjunción con niveles bajos de HDL en ambos sexos.
La mayor parte de los médicos opinan que la combinación
de muchos trigliceridos con niveles bajos de lipoproteinas de alta densidad
(HDL) es indicio de alto riesgo de enfermedad coronaria.
Los trigliceridos que aparecen en las lipoproteinas de
muy baja densidad (LDL) están fabricados por el hígado a partir de alimentos
que contribuyen al exceso de calorías, como el alcohol, las grasas y los
dulces. Por lo tanto, una forma de disminuir el nivel de trigliceridos es
manteniendo un peso corporal idóneo. Los ejercicios no solo bajan los niveles
de trigliceridos sino que aumentan los de HDL, sirviendo así como doble
protección contra enfermedades cardiacas.
También ayudan a perder peso, eliminando otro factor de riesgo cardíaco.