Introducción:
La prevalencia de
la obesidad ha sufrido un drástico incremento en los últimos
decenios y, aunque se asocia con una miríada de enfermedades
crónicas, incluidas la prediabetes y la diabetes tipo 2, su efecto
sobre la mortalidad aun no esta del todo claro. Algunos estudios han
demostrado un aumento de la mortalidad tanto en los individuos más
delgados como en los más obesos, en tanto que otros estudios no
revela esta asociación. El índice masa corporal (IMC; en Kg/m2), el
indicador de obesidad que mas se usa en estas investigaciones, en
realidad indica el sobrepeso para la estatura pero no discrimina
entre la masa grasa y la masa magra. Hay pocas investigaciones
disponibles sobre la relación entre la grasa corporal y la
mortalidad. Los autores en un estudio anterior informaron que el
acondicionamiento físico cardiorrespiratorio es un poderoso
predictor de la mortalidad por todas las causas y de origen
cardiovascular y atenúa la relación entre IMC y mortalidad.
Objetivos:
Dado que no se han
explorado los efectos que la grasa corporal tiene sobre la salud, la
condición física cardiorrespiratoria y la mortalidad, el propósito
de este estudio fue examinar estas relaciones con la mortalidad por
todas las causas y por enfermedad cardiovascular en varones para así
dar respuesta a la pregunta:
¿ Que es importante,
tener un buen estado físico o estar delgado?.
Lee CD, Blair SN, JacKson AS:
Cardiorespiratory fitness, body composition and all- cause and
cardiovascular disease mortality in men.
Am J Clin Nutr 1999, 69: 373-380.
* Current Diabetes. Vol 2 num 2.
2003
Métodos:
En un estudio
observacional de cohorte los investigadores siguieron a 21.925
varones con edades entre 30 y 38 años, a quienes se les hizo una
valoración basal de la composición corporal y una prueba máxima de
ejercicio en banda caminadora para determinar la grasa corporal y la
condición física cardiorrespiratoria, respectivamente. Los sujetos
no tenían antecedentes personales de infarto de miocardio, accidente
cerebro vascular o cáncer y se les hizo seguimiento durante un
promedio de 8 años. También se valoraron el uso de alcohol, él
habito de fumar y los antecedentes de enfermedad cardiaca isquemia
en los padres. Las categorías de composición corporal se basaron en
el porcentaje de grasa corporal: delgada (<16,7 %), normal (16,7 a <
25,0 %) y obesa (> 25,0%). Con base en la prueba máxima de esfuerzo
en banda caminadora, los varones con mal estado físico fueron el 20%
menos apto de cada categoría de composición corporal y el estado
físico se da en referencia a los demás varones.
Resultados:
Después de hacer los ajustes por factores de
confusión, los varones delgados con mal estado físico tuvieron un
riesgo de mortalidad doble que los varones delgados con buen estado
fisco. Los varones con mal estado físico también tuvieron un riesgo
mas alto de mortalidad por todas las causas y por enfermedad
cardiovascular que los varones obesos con buen estado fisco. Además,
la mortalidad por las causas de los varones obesos en buen estado
físico no difirió en grado significativo de los varones delgados en
buen estado físico. Los investigadores concluyeron que los
beneficios para la salud de estar delgado se limitan a los varones
en buen estado físico y también que le estado físico reduce los
riesgos de la obesidad.
Discusión:
Este estudio es
singular por haber examinado los efectos que para la salud tiene la
composición corporal medida en numerosa cohorte de varones después
de tomar en consideración el estado físico cardiorrespiratorio
medido a través de una prueba máxima de esfuerzo. Si bien hubo una
correlación directa entre la composición corporal y la mortalidad
por causas y por enfermedad cardiovascular, el buen estado físico
hizo disminuir el alto riesgo de mortalidad de los varones obesos.
Se observaron resultados parecidos a través de todos los niveles de
masa grasa y masa magra. No se observo una elevación del riesgo de
muerte en los varones que tenían cantidades grandes de masa grasa y
masa magra si a la vez tenían buen estado físico.
El estudio apoya el
fomento de un acondicionamiento físico cardiorrespiratorio de
moderado a alto, a fin de reducir el riesgo de mortalidad en todas
las categorías de composición corporal. En general, los varones
delgados con mal estado físico eran inactivos y tenían una baja
capacidad aeróbica. Como resultado, los varones delgados solamente
lograban un aumento de la longevidad si tenían un buen estado
físico, y los varones obesos con buen estado físico no sufrieron un
aumento de la mortalidad.
Comentario de la
Editora:
Los médicos conocen
los beneficios de la prevención de la obesidad y creen que la
perdida de peso va a obrar en provecho de muchos de sus pacientes. Y
aunque el deseo sincero de todos nosotros, los profesionales de la
salud, es poder ayudar a los diabéticos a bajar de peso y mantenerse
así, la dificultad que supone mantenerlo esta mas que demostrada. La
incapacidad de ayudar a los pacientes a evitar el aumento de peso o
ayudarles a mantener después de haber bajado, suele ser frustrante
para los profesionales de la medicina. Este estudio nos da evidencia
de un nuevo mensaje de aliento que se les puede dar a los pacientes
que luchan con el problema del peso: la obesidad no parece aumentar
el riesgo de muerte en los individuos que gozan de buen estado
físico. Pensando en los beneficios para la salud a largo plazo, los
profesionales de la salud deben animar a sus pacientes a que se
concentren en mejorar el estado físico aumentando la actividad
física, en lugar de enfocarse en el viejo mensaje de “ usted tiene
que bajar de peso”, el cual rara vez arroja resultados exitosos.
La investigación
clarifica por que resulta tan difícil bajar de peso (1) y documenta
sobre los problemas psicológicos que se asocia con el proceso de
hacer dieta (2). La prevención de la obesidad exige una mejor
comprensión de los controles del apetito y mejores herramientas,
incluidos los medicamentos, para prevenir el aumento de peso o
ayudar a bajar. En el finnish Prevention Study (3)y el Diabetes
Prevención Trial (4), la perdida de 5% a 75 del peso corporal
demanda una dieta baja en grasa y baja en calorías, un aumento de la
actividad física y, lo más importante, el contacto regular con los
pacientes (mensual y a menudo semanal) durante todo el estudio.
Hasta tanto no tengamos una mejor respuesta a la
perdida de peso, los primeros mensajes que hay que darles a los
individuos con diabetes tipo 2 y problema de peso, debe ser que
coman sanamente y animarlos a aumentar la actividad física. Hoy en
día puede que no sepamos como ayudarles a todos los individuos a
mantener su perdida de peso, pero si sabemos lo que constituye una
dieta sana. Hay estudios que demuestran la importancia de alimentos
que contienen carbohidratos ( frutas, vegetales, granos enteros,
lácteos bajos en grasa) en un estilo de vida saludable. También se
ha demostrado que las dietas bajas en grasa contribuyen en mantener
el peso (5).
La actividad física
tiene el potencial de mejorar la tolerancia ala glucosa al revertir
o disminuir la resistencia a la insulina (6) . el ejercicio mejora
la sensibilidad a la insulina porque activa los transportadores
intracelulares de la glucosa GLUT-4, con lo cual mejora la captación
periférica de glucosa. También suprime la producción hepática de
glucosa. Esto puede tener lugar incluso sin que haya cambios en el
peso o el contenido de grasa corporal (7). La buena noticia es que
los individuos pueden mejorar su estado físico con solo hacer 30
minutos de actividad física al día. Tener un perro que necesite
salir a pasear varias veces al día puede contribuir no solo al
bienestar psicológico asociado con el placer de tener una mascota,
sino también tener un mejor estado de salud.
La cohorte mencionada
en estudio también incluyo 1.263 varones identificados como
diabéticos tipo 2 en el examen basal (8). Usando la misma definición
de mal estado físico cardiorrespiratorio como el 20% menos apto
físicamente de los varones de toda la cohorte, se determino que 534
(42%) pacientes con diabetes tipo 2 tenían mal estado físico y 729
(58%) buen estado físico. En los varones diabéticos, 50% informo
inactividad física comparado con el 33% de los no diabéticos. Los
pacientes que tenían bajo estado físico tuvieron un riesgo ajustado
de mortalidad por todas las causas de 2,1 comparados con los de buen
estado físico. Los varones inactivos tuvieron un riesgo ajustado de
mortalidad 1,7 veces mas alto que los físicamente activos. Estos
resultados están respaldados por un meta-análisis que concluyo que
el ejercicio en los diabéticos tipo 2 reduce la hemoglobina A cerca
del de 0,66 % y este beneficio no se obtuvo por la perdida de peso,
la intensidad ni la cantidad de ejercicio (9.
En una cohorte de 593
varones se desarrollo deterioro de la glucosa en ayuno y en 149 se
desarrollo diabetes durante 6 años de seguimiento del estudio (10).
Se observo una fuerte asociación inversa entre el estado físico
cardiorrespiratorio basal y el desarrollo de diabetes tipo 2. el
riesgo de diabetes fue de 3,7 veces mas alto en varones del grupo de
mal estado físico que en el de buen estado físico y persistió luego
de hechos los ajustes de los factores de confusión.
Los datos de este
estudio de cohorte numeroso y de largo plazo arrojan firmes
evidencias en el sentido que los varones diabéticos y no diabéticos
que tienen buen estado físico gozan de una longevidad mayor que los
varones que tienen mal estado físico, cualquiera que sea su
composición corporal o su situación con respecto a los factores de
riesgo. Los autores también están realizando un estudio parecido en
mujeres, que aun no ha sido publicado, pero parece razonable creer
que las mujeres obtendrán similares beneficios que los varones de
la mejoría de su estado físico. El ejercicio no necesita reducir el
peso corporal para tener impacto beneficioso sobre el control de la
glucemia y estudios ofrecen evidencias de que hay que animar a los
individuos con sobrepeso y obesos a que mejoren su estado físico
cardiovascular a través de la realización de actividad física
regular. Esto los puede beneficiar incluso aunque persista su
sobrepeso.
Resumen y conclusiones de fisiogym.cl
LA MEDICINA Y LA
NUTRICION HAN FRACASADO EN LA LUCHA CONTRA EL SOBREPESO Y LA
OBESIDAD.!
EN ESTE CAMPO, SE APLICAN MÉTODOS DISTANCIADOS DE LAS
EVIDENCIAS CIENTÍFICAS CONTEMPORÁNEAS.
Por Carlos Saavedra MSc. www.fisiogym.cl
·
Desde la década del 90 que aparecen en
diversas publicaciones científicas y medicas, estudios indicando
dichas aseveraciones sin embargo la medicina chilena no se aplican
los métodos mas eficientes en la prevención y tratamiento de estas
alteraciones.
·
Esta demostrado que el problema en
salud no es ser gordo sino que poseer mala condición física. Un
flaco en mala condición física enferma mas y muere mas que el gordo
en buena condición física.
·
Esta demostrado (China, Finlandia y
USA), que los fármacos para prevención y tratamiento de alteraciones
relacionadas con el azúcar (diabetes) poseen la mitad de la
efectividad que la practica de ejercicio físico adecuado.
·
El ejercicio no necesita provocar una
baja de peso para controlar dichas alteraciones metabólicas. Algo
semejante ocurre con los tratamientos de las dislipidemias en que si
bien algunos fármacos logran baja del colesterol malo, el ejercicio
adecuado también lo baja pero además sube el colesterol bueno.
·
Aumentando la condición fisica en un 5%
disminuye en un 14% la morbimortalidad de origen cardiovascular en
la población.
·
Los ejercicios aeróbicos no son tan
efectivos para la salud como los ejercicios de fuerza. La gente
padece se sarcopenia (perdida de tejido muscular) y esto provoca un
deterioro del metabolismo en el ser humano y como en la ultima
década el deterioro del tejido muscular es tan grande, e ejercicio
de fortificación ocupa mayor grado de importancia.
·
Algo parecido ocurre con la osteopenia
y osteoporosis. Aun persiste en la medicina recomendar natación a
este tipo de pacientes y esta demostrado que el agua produce perdida
de minerales óseos agravando la situación.
·
Finalmente el síndrome metabólico, que
es un grupo de alteraciones cardiovasculares y metabólicas con alto
riesgo para la vida, esta caracterizado por una resistencia a la
insulina y afecta a 1 de cada 3 adultos. Se ha podido observar que
mejorando la función muscular este síndrome disminuye su gravedad
de manera importante.
·
RESUMEN: Estamos orientando mal la
actividad física escolar como mecanismos eficiente en la prevención
de enfermedades crónicas del adulto y a este lo estamos tratando de
manera ineficiente al no conjugar de manera científica el
tratamiento medico, los aspectos nutricionales con el ejercicio
fisiológicamente prescrito como elemento potenciador y en otros
casos como solución efectiva por si solo de dicho tratamiento.
Referencias:
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Brownell KD, Rodin J: The dieting maelstrom: is it
posible and advisable to lose weight? Am Psychol 1994,
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2.
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Knowler WC, barrett-Connor E, Fowler SE, et al:
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