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METABOLISMO DE
LÍPIDOS:
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La inactividad física ha sido considerada como un factor de riesgo para la salud. El ejercicio físico regular juega un rol importante en el control del peso, en la reducción del tejido adiposo y otorga estímulos que provocan adaptaciones especificas según el tipo, intensidad y duración del ejercicio.
Caminatas prolongadas son esfuerzos físicos de baja intensidad que representan stress en el sujeto no entrenado o sedentario debido al bajo nivel de tolerancia al esfuerzo físico, pero significan estímulos metabólicos menores al aparato cardiovascular y endocrino. El stress fisiológico y metabólico adecuado del ejercicio físico puede ser caracterizado por una significativa utilización de substratos, por un prolongado compromiso cardiorespiratorio, durante y post esfuerzo, por una acumulación de metabolitos, por un desequilibrio hormonal, lo que en definitiva debe traducirse en una degradación y síntesis de proteínas tanto funcionales como estructurales.
El músculo esquelético es reconocido como el principal sitio de utilización de lípidos, pero poco se sabe respecto a las adaptaciones, cambios y modificaciones que esta capacidad puede experimentar cuando el músculo esta inactivo o cuando es sometido a entrenamiento intensivo. Sin embargo, sujetos físicamente entrenados poseen una alta capacidad de metabolizacion de lípidos a diferentes intensidades de esfuerzo, manteniendo un bajo cuociente respiratorio durante la actividad. Este fenómeno, consumo de lípidos en mayor proporción que de hidratos de carbono, esta acompañado en estos sujetos de ausencias de dislipidemias, diabetes tipo 2, insulino resistencia y de obesidad. Todo esto indica que, promover, orientar y prescribir el ejercicio físico adecuado y bajo orientación fisiológica, permite al ser humano mejorar su calidad de vida y prevenir una serie de alteraciones denominadas enfermedades crónicas modernas.
Este articulo pretende entregar una
información sintetizada del metabolismo de lípidos extra e
intramusculares y mediante que mecanismos los diversos tipos
de ejercicio físico programado( entrenamiento físico) pueden
jugar un rol en la prevención de alteraciones
metabólicas, cardiovasculares y osteomusculares.
Palabras claves: metabolismo de lípidos,
músculo esquelético, ejercicio, obesidad, diabetes,
composición corporal, insulino resistencia, prescripción de
entrenamiento.
INTRODUCCION
Carbohidratos, grasas y proteínas son obtenidos de los
alimentos, los cuales son depositados en diversos
compartimentos del cuerpo los cuales proveen el substrato
necesario para las diversas reacciones bioquímicas que
permiten la producción de energía. Estas reacciones
bioquímicas son catalizadas por enzimas y cofactores
(proteínas funcionales) y se llevan acabo en organelos
extramitocondriales e intramitocondriales (proteínas
estructurales). Por tal motivo el incremento de la capacidad
funcional de una célula muscular va a depender en cierta
medida de la cantidad de substrato disponible, de la
actividad enzimatica y de la densidad de los organelos
intracelulares donde se lleven
a cabo estos procesos. Un músculo con una buena
actividad enzimatica oxidativa y una gran densidad
mitocondrial, va a poder producir una mayor cantidad de ATP
de manera aeróbica u oxidativa basada en la combustión de
carbohidratos y de lípidos.
Por tal motivo un entrenamiento físico debe estar orientado a provocar como principal mecanismo de adaptación, un aumento en la síntesis de proteínas tanto funcionales como estructurales y sin lugar a duda el stress fisiológico del ejercicio físico y la consiguiente demanda en la resintesis de ATP, es el estimulo necesario para que el músculo degrade proteínas funcionales y estructurales convirtiéndolas en metabolitos que sirven de señal para que el sistema endocrino, mediante factores de crecimiento, estimule su reemplazo provocando una hipertrofia funcional y/o estructural.(Essig D. 1996).
Los montos de ATP solicitados al músculo para la ejecución de un cierto numero de repeticiones o contracciones debe ser de una intensidad tal que le permita superar un determinado umbral que no lesione a estas estructuras pero que si provoque cierto grado de micro-destrucción que genere una degradación de dichas y especificas proteínas. Es así como un ejercicio de fuerza muscular optimo provocara una leve destrucción de estructuras conformadas de actina y miosina, la que desprenderá un metabolito especifico, 3 metyl-histydina, que servirá como señal para reparar filamentos de actina y miosina mas resistentes y de esa manera el músculo, estará adaptado para remitir una mayor sobrecarga de trabajo.
En la
condición de trabajo largo o prolongado y de baja
intensidad, la reparación o síntesis de proteínas pertenecientes a
estructuras mitocondriales y a enzimas mitocondriales es
análoga a las descrita anteriormente, es decir el trabajo
prolongad de intensidad o a umbrales adecuados a ciertos
porcentajes de la máxima capacidad aeróbica o del consumo
máximo de oxigeno del sujeto, van a estimular la biogénesis
de este tipo de proteínas, pudiendo así en un periodo de
tiempo no determinado aun para nuestra especie, aumentar la
capacidad física de trabajo y la de metabolizar una mayor
cantidad de lípidos que el que hacia antes de entrenar ante un mismo esfuerzo.
(Williams RS. 1996).
INTENSIDAD Y TIPO DE EJERCICIO.
Para una mayor comprensión, caminar, trotar y levantar pesos, son ejemplos de actividad física que permiten graficar las diversas intensidades de esfuerzo en el ser humano. El primero es un ejercicio de baja intensidad y de larga duración, el segundo, trotar, es un ejercicio posible de ejecutar a mediana intensidad y de mediana duración y el ultimo es de alta intensidad y corta duración. Estos tres tipos intensidades son una característica bioenergética del ser humano, el cual con una actividad física habitual normal, deberían ,dichas capacidades conservarse y ser una característica de la gran mayoría de los seres humanos sanos.
De manera objetiva, el primer tipo de ejercicio citado debería estar por debajo del 33% de la máxima capacidad física o aeróbica o de consumo de oxigeno de un individuo normal, siendo el máximo (VO2 max) equivalente a 45 ml/kg/min. El segundo tipo de ejercicio, trotar, debería estar situado entre un 33 a un 75% de la máxima capacidad, es decir, de mediana intensidad en el sujeto normal y el levantar pesos es un ejercicio que corresponde a una intensidad que supera el 75% del VO2 max.
Es necesario a esta altura del articulo preguntarse ¿qué ocurre cuando el sujeto por enfermedad o por estilos de vida es inactivo?
El sujeto físicamente inactivo posee una capacidad funcional de la célula muscular equivalente a las bajas demandas de su vida diaria, es decir sus estructuras ya sean contráctiles o mitocondriales y las respectivas enzimas catalizadoras de las reacciones bioquímicas descritas anteriormente, están desarrolladas para solamente satisfacer las mínimas actividades que requiere su vida diaria, las cuales son cada día menores por efectos de la tecnología . El sujeto posee una baja capacidad de trabajo y un muy bajo nivel de tolerancia al esfuerzo.
Puede un sujeto inactivo, convertir el caminar, un esfuerzo de baja intensidad y larga duración, en esfuerzo de alta intensidad y de corta duración?
Caminar a 5 kilómetros por hora a un sujeto de peso standard (70 kgs), le significa un consumo de oxigeno equivalente a 15 ml/kg/min, aproximadamente 300 kcal/h, es decir un 33% de la maxima capacidad aerobica o de consumo de oxigeno del sujeto normal que es de 45ml/kg/min.
Si el sujeto en cuestión reduce su actividad física habitual o deja de entrenar, o sube 20 kilos de peso, su capacidad aeróbica puede reducirse a 25 ml/kg/min
Es decir, caminar a 5 km/ hora le va a significar un gasto equivalente al 60% de su máxima capacidad, por lo que esa caminata se va a convertir para este individuo, en un esfuerzo casi de máxima intensidad, anaeróbico y por lo tanto de corta duración.
La tolerancia al esfuerzo o la duración del esfuerzo o el tiempo que se puede llevar a cabo un determinado tipo de ejercicio como el caminar, esta supeditado a varios factores. En la medida que este se va haciendo mas intenso, se va reclutando un tipo de fibras musculares que poseen un potencial anaeróbico importante, son mas glicoliticas, poseen menor numero de capilares, menor cantidad o densidad mitocondrial y se especializan en el metabolismo de glicógeno mas que en el de lípidos. Este metabolismo de glicógeno generalmente se lleva a cabo en el compartimento citoplasmático extra mitocondrial, en ausencia de oxigeno por lo de su nombre anaeróbico y con el consiguiente "inconveniente" de producir ácido láctico. Este producto va a inhibir la acción de enzimas reguladoras de la glicólisis como fosfofructokinasa y esta inhibición en la degradación de glicógeno mas la acidosis intramuscular, van a producir una detención de la capacidad de contracción y por ende del movimiento.
Inconveniente, esta citado entre comillas, debido a que el
sujeto entrenado físicamente , a mediano plazo posee dos
mecanismos de adaptación a este metabolismo anaeróbico que
traerá como resultante una aumento en la tolerancia al
ejercicio físico: 1º el lactato originado puede ser
reconvertido en la misma célula que lo produce en glicógeno
nuevamente y ser reutilizado con mayor facilidad que el
glicógeno de los depósitos
intracelulares propiamente tales. Este fenómeno es
posible gracias a la biogénesis de proteínas funcionales o
enzimas gluconeogenicas dentro de la célula habituada a
producir lactato y
2º, el entrenamiento a estos niveles de
intensidad y mayores al 100% de la máxima capacidad
aeróbica, produce proteínas transportadoras de lactato.
Dichos transportadores llevan de manera eficiente al lactato
producido al capilar sanguíneo de la célula en acción,
transportándolo al plasma sanguíneo, disminuyendo así al
nivel de acidez producido por este metabolito y evitando así
efectos de inhibición de la glicólisis.(Juel.C,
1999). Por lo tanto todo esta explicación nos permite
deducir que el sujeto puede aumentar su tolerancia al
esfuerzo sin aumentar su capacidad aeróbica, lo que resulta
muy útil en las fases iniciales de entrenamiento del sujeto
físicamente inactivo.(Diaz,E., Saavedra,C., 2000).
Depósitos
energéticos y utilización.
Carbohidratos y lípidos son los mayores substratos utilizados para la resintesis de ATP. Un sujeto de 70 kilos con un 18% de grasa posee un deposito energético de origen lipidito, equivalente a 480MJ, aproximadamente 100.000 kcal. Lo que le equivale a una reserva energética para trotar aproximadamente 1600 kilómetros o caminar 3200 kilómetros, asumiendo que el gasto energético del trote equivale a una caloría por kilo de peso por kilómetro trotado (1cal/kg/km) y 0.5 cal/kg/km caminado.
Aproximadamente el 5% de esta grasa total depositada se encuentra en el tejido intramuscular, (TIM). (Coyle E,1995). Los procesos de liberación de estos triglicéridos intramusculares serán abordados en detalle mas adelante pero básicamente este proceso consiste en la hidrólisis de los triglicéridos a ácidos grasos libres mediante el proceso de la lipólisis y una vez liberados al torrente sanguíneo, estos son transportados a la membrana interna de la mitocondria que es el sitio metabólica mete activo de este organelo. Cuando el ejercicio es de una intensidad o equivalente a una intensidad del 30% de la máxima capacidad aeróbica del sujeto, prácticamente el 80% de estos ácidos grasos liberados son ocupados por el músculo mientras que el remanente al parecer es nuevamente esterificado (Jeukendrup A., Sari WHM, 1997).
La presencia de glicógeno al interior de la
célula muscular pareciera ser un factor limitante en la
utilización de los lípidos o TIM ya que se ha observado una
reducción del transporte de ácidos grasos al interior de la
mitocondria en presencia o disponibilidad de carbohidratos.
El músculo posee una preferencia o los procesos mas
facilitados en la utilización y metabolizacion de substratos
son los correspondientes al consumo de hidratos de carbonos
que grasas. Todos estos procesos se ven alterados cuando el
músculo esquelético es entrenado, ya que como veremos mas adelante, tanto la liberación de
ácidos grasos por la lipólisis como el transporte de estos
hacia la célula muscular y al interior de la mitocondria son
facilitados mediante mecanismos de inhibición de factores
que en el músculo inactivo son bloqueadores del transito de
grasas y por el aumento de los transportadores
de ácidos grasos en especial de los de cadena larga.(Saha
AK,1995).
Como podemos ver, lo esencial o determinante en la utilización de substratos, es el tipo y porcentaje de intensidad que el ejercicio o actividad signifique para el sujeto, ya que en los esfuerzos de alta intensidad, la cantidad y velocidad de la resintesis de ATP necesario para satisfacer dicha intensidad de contracción, no es posible mediante la metabolizacion aeróbica de las grasas sino mas bien de elementos fosforados y de glicógeno. Por otra parte debemos recordar que los substratos originados de la metabolizacion de estos dos tipos de elementos, producen una serie de metabolitos que inhiben las reacciones bioquímicas del músculo lo que limita la capacidad de trabajo del sujeto. Finalmente los depósitos de glicógeno muscular son limitados, la glucosa circulante debe mantenerse en niveles normales durante el ejercicio, por lo que la entrega de glicógeno hepático también estará limitada, sin embargo las grasas estarán esperando mecanismos facilitadores de la metabolizacion de estos pero a condición de que la intensidad del ejercicio no sea superior al 30% en el sujeto no entrenado y no superior al 60% en el sujeto entrenado. Esto esta indicando la importancia de elevar la capacidad física de trabajo del individuo a fin de que diversas intensidades o cargas de trabajo no superen los umbrales lácticos o anaeróbicos.
Si el sujeto posee una capacidad de trabajo o aeróbica equivalente a 6 y subir una escalera significa un trabajo equivalente a 4, este sujeto esta subiendo esa escalera a un costo del 66% de su máxima capacidad. Solo mecanismos de metabolizacion anaeróbica y de glicógeno podrán satisfacer dicha demanda. Sin embargo dicho sujeto sometido a entrenamiento físico después de un tiempo su capacidad física puede incrementarse en un 60% , es decir puede pasar de una capacidad física de 6 a obtener una capacidad de trabajo equivalente a 10. Esto implica que el mismo trabajo, subir las escaleras que posee un costo de trabajo equivalente a 4 como vimos anteriormente, a este sujeto ahora entrenado, le significa una intensidad del 40% de su máxima capacidad, necesidad energética que puede abastecer mediante mecanismos aeróbicos y por consiguiente con una mayor utilización de lípidos que de hidratos de carbono !. Todo esto implica el desarrollo de metodologías adecuadas de medición de la capacidad física del ser humano y en especial la de la máxima capacidad física de trabajo del tejido muscular. (Saavedra,C. 1991)
En resumen este es el fin
del entrenamiento físico destinado a elevar la utilización
de lípidos depositados, circulantes y los TIM, protegiendo
así al organismo de las enfermedades asociadas a la alta
ingesta de grasas y al bajo consumo de estas por parte del
organismo.(Bouchard,C. 1995).
METABOLISMO DE LIPIDOS EXTRA E INTRAMUSCULARES EN SUJETOS
SEDENTARIOS Y FISICAMENTE ENTRENADOS.
Una completa revisión sobre el metabolismo de lípidos en el tejido muscular ha sido bien descrita el año 1997 (Cortright, 1997). También para una mayor comprensión, la terminología relacionada con la fisiología del ejercicio ha sido descrita a fin de contribuir a la uniformidad de conceptos en diversos medios profesionales relacionados con la salud y el área del ejercicio físico. (Saavedra y Diaz 2001).
El músculo esquelético es el responsable de la metabolizacion de la gran parte de los lípidos ya que este los utiliza oxidándolos para proveer de energía.
Los aspectos importantes a considerar son los relacionados con la disponibilidad que el músculo pueda tener de este substrato, lo que depende de la movilización y del transporte de ácidos grasos libres al interior de la célula muscular y posteriormente, el transporte en el interior de la célula que es otro aspecto a considerar ya que una serie de proteínas transportadoras facilitan la traslocación hasta el interior de la mitocondria donde serán oxidados mediante enzimas oxidativas o mitocondriales.
Dos factores juegan un rol en la regulación de la movilización de lípidos y principalmente durante el ejercicio es la cantidad de flujos sanguíneo del que se dispone y el tipo de cambio hormonal que se produzca al estrés fisiológico del ejercicio. En este aspecto, catecolaminas e insulina han sido indicadas como fundamentales en el ser humano ya que en animales al parecer participan otro tipo de hormonas simultáneamente con la recién nombradas.
Catecolaminas circulantes se elevan inmediatamente al iniciar un ejercicio físico y se puede considerar que el ejercicio máximo es uno de los mas potentes estimuladores para la liberación al plasma de catecolaminas.
Catecolaminas regula la lipólisis mediante una serie de cadena de eventos estimulando los beta-adrenoreceptores e inhibiendo los alfa-adrenoreceptores que a su vez irán a influir en la función de adenyl-cyclasa y a su vez al AMP ciclico que altera la actividad de la lipasa hormono sensible produciéndose por acción de esta enzima la hidrólisis de los triglicéridos en la célula adiposa. Por otro lado mediante mecanismos no muy claros aun, insulina contrarresta la actividad o acción recién descrita. En situ ha sido demostrado la relación y acción directa de catecolaminas sobre los beta y adreno-receptores constatándose que es el evento mayormente limitante de la respuesta lipolitica en el ser humano.( Arner,P. 1990).
Una
constante reesterificacion de ácidos grasos libres ocurre en
el adiposito. Este fenómeno se ha visto significativamente
disminuidos durante el ejercicio lo que es importante debido
a que durante el ejercicio prolongado, los niveles de catecolamina disminuyen al igual que los
de insulina. Ambos eventos permiten así otorgar una
disponibilidad y movilización mayor desde
el tejido adiposo hacia otros tejidos durante el
ejercicio, en especial el muscular.( Hodgetts,V. 1991). Al
parecer el aumento de sensibilidad de los receptores a
catecolaminas con el entrenamiento físico
es esencial en este proceso de adaptación al
entrenamiento y se ha observado básicamente en el incremento
de la actividad o habilidad del AMP cíclico en activar a la
hormono lipasa sensible. (Turcotte,L. 1992). Las evidencias
permiten concluir que el sistema lipolitico del sujeto
entrenado puede ser modificado siendo este mucho mas
eficiente que el del sujeto sedentario ante esfuerzos de la
mima intensidad expresada en términos absolutos y relativos.
( Bergman,B., 1999.
Bouchard C., 1993).
Otro
aspecto a considerar en el metabolismo de los lípidos es el
fenómeno de incorporación de los ácidos grasos libres(AGL)
al interior de la célula muscular, para lo cual se requiere
de transportadores. En este aspecto existen varios puntos a
ser considerado y uno de ellos es el del tipo de fibras
musculares a las cuales se incorporarían los ácidos grasos
liberados por el adiposito mediante los procesos descritos
anteriormente. Las fibras musculares del tipo I poseen una
mayor densidad mitocondrial que las del tipo II pero ambas
consumen lípidos siendo la capacidad de la del tipo I
mayor que las del tipo II. La incorporación de AGL de cadena
larga están supeditadas a la presencia de transportadores
y estos con el entrenamiento aumentan de manera
considerable: desde un 50% a un 200%
y en las fibras del tipo I este incremento es mayor
que en las del tipo II
por lo que el metabolismo de
los lípidos y
las consecuencias de que sean mayores o menores para
la salud del ser humano va a depender de un aspecto genético
de diferenciación de fibras y del entrenamiento al que sean
sometidos (
Turcotte L., 2000).
Una vez incorporado o transportado el ácido graso libre al interior de la célula muscular y este convertido por la acyl CoA sintetasa (ACS) en acyl CoA, el paso al interior de la mitocondria tambien requiere de un transportador que esta presente de manera suficiente en el ser humano: carnitin palmitoltransferasa (CPT). ACS incrementa en un 100% con el entrenamiento físico lo que puede hacer concluir que ACS contribuye significativamente a la regulación en la oxidación de lípidos en el tejido muscular.( Shimomura I, 1993). Malonyl CoA es un regulador de acyl CoA mediante una acción inhibidora de CPT. La concentración de malonyl CoA disminuye significativamente (65%) después de un sep de ejercicio y aumenta unas tres veces en el músculo denervado lo que estaría indicando que en la medida que el músculo es menos inactivo, las posibilidades de inhibición de CPT por parte de malonyl CoA también disminuyen, favoreciéndose de esta manera el paso o acción de CPT de los ácidos grasos al interior de la mitocondria para su consiguiente metabolizacion vía oxidación.(Winder,W. 1990).
El entrenamiento de baja intensidad y larga duración esta asociado con un aumento en los depósitos de triglicéridos, pero también esta asociado con un aumento en la capacidad de oxidación de estos. Hecho paralelo al que este tipo de entrenamiento es un productor de radicales libres pero también es un estimulador de la actividad enzimatica antioxidante.
De todas maneras es interesante también tener en cuenta que el entrenamiento de larga duración si bien aumenta los depósitos de lípidos intramusculares, este aumento es inferior al que ocurre en el sujeto sedentario diabético y la sensibilidad a insulina es muy superior en el sujeto entrenado.(Dela,F. 1992).
Si bien elevados niveles de triglicéridos
intramusculares se asocian con una insulino resistencia,
este hecho como consecuencia de estado de
entrenamiento físico es una condición y respuesta
fisiológica y saludable al entrenamiento y no guarda
relación o no posee una característica fisopatologica como
la condición del obeso o del diabético.(Staron 1989).
Finalmente y en relación a
lo recientemente descrito y su extrapolación a
niveles de riesgo de enfermedad metabólica, es importante
referirse a la acción de la lipoprotein lipasa muscular (LPL).
Esta enzima posee un rol importante en la reposición de los
depósitos de triglicéridos post esfuerzo y experimenta un
aumento en su actividad después de un periodo de
entrenamiento y este aumento esta en cierto modo
acondicionado al tipo de fibra muscular siendo la actividad
de LPL unas 5 veces mayor en fibras del tipo I (oxidativas)
que en las del tipo II (glicoliticas). (Martin W. 1996).
Estas observaciones, adicionadas a las observadas en sujetos
obesos versus normo peso y vs entrenados en que se ha podido
constatar que en el sujeto obeso la actividad de esta enzima
es significativamente inferior a la del normo peso y la de
este a su vez también es inferior a la del sujeto entrenado
y mas aun cuando esto también
se observa en condiciones pre y post esfuerzo fisico
o post infusión
de insulina /glucosa. Todo esto permite deducir que la LPL
muscular juega un importante rol en la acumulación de grasa
en el tejido adiposo ya que al estar disminuida no almacena
en el compartimiento intra muscular
como lo hace el músculo entrenado.(Ravussin E.1993).
Todo esto permite otorgar cierta racionalidad y establecer
cierta causa-efecto en el hecho de
que en le obeso y en diabéticos tipo 2
exista una asociación con elevados nivel de ácidos
grasos plasmáticos, elevados nivel en los contenidos de
lípidos tanto en tejido adiposo como muscular
y también asociado a una reducida capacidad de
oxidación de
ácidos grasos por parte del tejido muscular. También podría
extrapolarse dichas observaciones a porque el sujeto
sedentario sometido a una baja de peso en condiciones
también sedentarias, no puede mantener su peso logrado o
reducido ya que en ellos también se encuentra una actividad
de LPL muscular significativamente baja.
CONCLUSIÓN.
Algunas medidas no farmacológicas con el objeto de superar riesgos cardiovasculares y diabetes entre las que se encuentran el no fumar, disminuir peso por medio de una dieta restrictiva en grasas, bajas en sodio y ricas en fibras han sido propuestas por le medicina tradicional. Sin embargo bastante queda por hacer en nuestra medicina en relación a considerar los efectos que el ejercicio físico o entrenamiento programado ofrece a la población en términos de protección de adecuados niveles de salud y en términos de prevención de alteraciones metabólicas y cardiovasculares. Por otro lado el efecto del ejercicio físico programado y adecuado junto con contribuir al equilibrio energético o calórico puede simultáneamente provocar adaptaciones a nivel intracelular tanto a nivel del tejido óseo como muscular muy importantes que inciden en variables significativas para la salud, tales como la elevación de los niveles de HDL, la sensibilidad a insulina y el turnover de lípidos.
Estas variables, observadas en individuo entrenados, sumadas a las modificaciones del consumo máximo de oxigeno, a la estabilidad en los valores de presión arterial, a la disminución de triglicéridos plasmáticos y a la del cuociente respiratorio, van a contribuir a la calidad de vida del ser humano de manera significativa permitiendo a cada uno metabolizar grasas en diversas actividades de la vida diaria en mayor cantidad que lo que hace u ocurre hoy en la gran mayoría de la población de los países accidentales.
Con los
conocimientos científicos actuales, la prescripción del
ejercicio físico programado bajo parámetros fisiológicos
adecuados a las capacidades funcionales de cada paciente,
debe ser una practica medica mas popularizada en el ambiente
medico clínico de nuestra medicina curativa tradicional.
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