Dentro del mercado de los alimentos saludables, hay ocultos varios que vienen con esa etiqueta pero que, en realidad, son muy nocivos para la salud. Aquí repasamos algunos.
1. Alimentos procesados bajos en grasa
Cuando se le quita la grasa a un alimento, también se lo despoja de gran parte de su sabor. Y esto deriva en el hecho de que muchos productos bajos en grasa compensan ésto agregando mucha azúcar.
Y lo cierto es que la grasa saturada de cualquier alimento “entero” es mucho menos nociva que el exceso de azúcares agregados.
Así, hay que tener mucho cuidado con la etiqueta de “cero grasas”: puede ocultar un alimento procesado con un alto contenido de azúcar.
2. La mayoría de los aderezos para ensaladas en el mercado
Los aderezos que convierten a las verduras en algo sabroso a veces contienen ingredientes poco saludables, como aceites vegetales, grasas trans, químicos artificiales y azúcares.
Por eso, es una buena idea chequear los ingredientes que contiene un aderezo antes de comprarlo o, mejor aún, prepararlos en casa con ingredientes de buena calidad.
3. Jugos de fruta
Teniendo en cuenta su origen vegetal, los jugos de fruta son considerados instantáneamente como saludables.
Pero la mayoría de los jugos que pueden comprarse en los supermercados tienen poco y nada de natural. Incluso, algunos ni siquiera incluyen fruta en su composición, reemplazándola con químicos que imitan su sabor.
Y si se elige consumir jugo 100 % natural, no es tampoco una buena idea. El jugo representa la parte menos nutritiva de la fruta, de la cual queda básicamente sólo el azúcar.
De hecho, la cantidad de azúcares presente en un jugo de frutas es similar al de un refresco endulzado.
4. Trigo integral
Muchos productos que dicen estar hechos con harina integral ni siquiera lo contienen. De hecho, ha panes “integrales” que poseen un índice glucémico similar al del pan blanco.
Algunos estudios, además. muestran que el trigo moderno puede causar inflamación y elevar los índices de colesterol comparado con variedades más antiguas.
Así, no es mala idea tratar de consumir la menor cantidad posible de productos de trigo.
5. Fitoesteroles
Los fitoesteroles son nutrientes similares al colesterol que poseen algunos vegetales y que, según algunos estudios, sirven para bajar el nivel de colesterol en humanos.
Es por eso que a veces se los agrega a alimentos procesados para luego promocionarlos como “amigables” para el corazón.
Pero lo cierto es que, si bien efectivamente funcionan como reductores del colesterol, los fitoesteroles pueden también tener efectos nocivos sobre el sistema cardiovascular.
6. Margarina
El alto contenido en grasas saturadas de la mantequilla llevó a que muchos buscaran reemplazarla por margarina.
Pero la margarina posee grasas trans y una altísima cantidad de aceites vegetales refinados que son muy dañinos a la salud cardíaca.
Tanto que, comparada con la mantequilla, aún sigue siendo más saludable consumir ésta última.
7. Bebidas deportivas
Los electrolitos (sales) y la azúcar que contienen las bebidas deportivas pueden ser útiles para los atletas en muchos casos.
Pero las personas comunes no necesitan sales adicionales y ciertamente tampoco azúcar líquido. Así que es un error considerar que las bebidas deportivas son más sanas que los refrescos: sólo tienen un contenido de azúcar levemente menor.
8. Comida chatarra baja en carbohidratos
Las dietas bajas en hidratos de carbono son un gran camino hacia perder peso y mejorar la salud. Y este hecho ha sido aprovechado por muchos fabricantes de alimentos, que aprovechan la tendencia para poner en el mercado varios productos procesados bajos en carbohidratos.
Pero no dejan de ser eso: productos procesados. Y, como tales, incluyen ingredientes altamente refinados y químicos.
9. Néctar de ágave
Un sustituto del azúcar que ha comenzado a utilizarse ampliamente en los últimos años es el néctar de ágave. Pero no sólo no es mejor que el azúcar sino que, de hecho, es mucho peor.
La fructosa es el ingrediente más problemático del azúcar. Ésta lo contiene en un 50 %, el jarabe de maíz de alta fructosa contiene cerca de 55 %… y el néctar de ágave contiene entre 70 y 90 %.
10. Comida chatarra vegana
En el mercado de la comida saludable hay muchos alimentos veganos altamente procesados, usualmente vendidos como reemplazos para productos animales. Un ejemplo es el tocino vegano.
Pero el hecho de que sean veganos no los distingue de los otros alimentos procesados y, por ende, incluyen la misma cantidad de químicos y sustancias nocivas.
11. Jarabe de arroz integral
El jarabe de arroz se fabrica exponiendo el arroz cocido a enzimas que convierten el almidón en azúcares simples.
No contiene fructosa refinada, sólo glucosa. Pero, al mismo tiempo, posee un índice glucémico de 98, lo cual significa que esa glucosa que lo integra eleva el nivel de azúcar en la sangre de manera extremadamente rápida.
Además, prácticamente no contiene nutrientes esenciales. Sus calorías son completamente “vacías”. Y, como si esto no fuera poco, muchas veces el proceso de fabricación del jarabe de arroz integral determina la presencia de contaminación con arsénico .
12. Alimentos orgánicos procesados
Un gran ejemplo de alimento orgánico altamente procesado es la caña de azúcar orgánica, que básicamente es 100 % idéntica a la azúcar común. Sigue siendo sólo glucosa y fructosa, con pocos o ningún nutriente.
Así, los alimentos que se venden como “orgánicos” no necesariamente son saludables. Hay que chequear siempre las etiquetas para ver qué contienen.
13. Aceites vegetales
Si bien los aceites vegetales mejoran los marcadores de colesterol en sangre, a la vez elevan el riesgo de sufrir tanto enfermedades cardíacas como cáncer.
Es mejor reemplazarlos, al momento de cocinar, por grasas saludables como el aceite de coco o de oliva.
14. Comida chatarra libre de gluten
Además de estar prohibido para los celíacos, el gluten es evitado por muchas personas que piensan que no es saludable para su organismo.
Y muchos productos sin gluten a veces son tan nocivos como sus equivalentes con gluten o incluso peores.
Suelen ser altamente procesados y fabricados con almidones refinados que llevan a picos muy rápidos de azúcar en sangre.
15. La mayoría de los cereales procesados para desayuno
Muchos cereales, que llevan en sus cajas etiquetas como “integral” o “bajo en grasa” están compuestos por granos refinados, azúcar y químicos artificiales. Algo que se hace instantáneamente evidente cuando se lee la etiqueta.