El instructor o entrenador de musculación debe ser consciente de los daños o beneficios que puede ocasionar a sus entrenandos, con un plan de entrenamiento muscular no solo podemos modificar la musculatura, sino la postura (para bien o para mal) y la estructura ósea de un sujeto, por ello debemos ser consciente con quien vamos a trabajar y adquirir los conocimientos necesarios para una buen desempeño profesional.
Debemos saber que hasta los 12 años el tono de sostén es casi inexistente y precisamente en este desarrollo desigual del tono se originan los hábitos viciosos contraídos, ya sean posturales, ya sean en el entrenamiento o en el aprendizaje
Chepovalnikov, Motouchack, Hettinger, Sperling, Martin, Buhrle y otros autores, sostienen que la aplicación de cargas, es decir el entrenamiento de sobrecarga muscular debe ser muy controlada en jóvenes.
Chepovalnikov y Matouchack sostienen que un niño de 8 años posee una masa muscular que representa alrededor del 27 % de su peso corporal, mientras que un chico de 15 años, la misma representa el 33 %, y la de un adulto representa entre el 36-44 %, con esto quiero poner de manifiesto que entre los 8 años y los 17 años la fuerza muscular aumenta casi el doble, y ahora pregunto:
¿Qué sentido tiene entrenar la fuerza muscular desde los 8 años con sobrecarga si va a aumentar el doble aún sin que la entrenemos?
¿No sería más lógico esperar a los 17 años para comenzar a realizar un trabajo de desarrollo muscular?
Sperling señala los peligros que producen el desarrollo de la fuerza muscular en los niños para la estructura ósea del cuerpo humano, el cuerpo humano alcanza su plena capacidad de resistencia a las cargas cuando las radiografías muestran plena madurez de las llamadas líneas de crecimiento.
No olvidemos que las líneas de crecimiento se terminan de osificar alrededor de los 20 años.
Buhrle sostiene " Los métodos de entrenamiento y sus aplicaciones han de estar supeditados, cuando se trata de jóvenes, a la capacidad de soportar cargas, demostrada por el aparato motor del joven (el esqueleto y los lugares de inserción tendinosa)", por ello tenemos que ser conscientes que el tejido conjuntivo de los niños y jóvenes no está consolidado aún y que su aparato de sostén está todavía en desarrollo.
Si pensamos realizar un trabajo de sobrecarga, lo primero y esencial es fortalecer la musculatura de la espalda y la musculatura abdominal con ejercicios simples de gimnasia.
Jamás debemos realizar un plan de entrenamiento muscular sin antes fortalecer los músculos posturales y abdominales, dado que esto podría producir alteraciones posturales severas.
Cuadro Comparativo de la relación Fuerza y Edad
Edad
|
Peso Corporal en Kg
|
Peso de los Músculos en % del Peso Corporal
|
En Kilos
|
Fuerza de la Mano
|
Fuerza del Busto (Isométrica)
|
8
|
22.50
|
27.20
|
6.95
|
17.50
|
35
|
12
|
35
|
29.40
|
9.50
|
25.20
|
52
|
15
|
45
|
32.60
|
14.65
|
36.40
|
92
|
18
|
57
|
44.20
|
25.20
|
44.10
|
125
|
Adulto
|
64
|
41.80
|
26.80
|
49.30
|
155
|
Fuente: Mochen Berger
Estudios con dinamómetros indicaron que el hombre alcanza su máxima fuerza entre los 25 y 28 años
Según Morehouse, el desarrollo de la fuerza mejora notablemente entre los 12 y 19 años y de manera directa al peso del individuo, luego determinó que la misma sigue aumentando pero más lentamente hasta los 30 años, y allí empieza a declinar paulatinamente hasta los 60 años.
En las personas que no practican actividad Física y/o deportes, la fuerza aumenta hasta los 19 años y luego de los 30 desciende más rápidamente que en el caso de los deportistas.
El tipo de deporte practicado influye muchísimo sobre el desarrollo de la fuerza, por ejemplo los saltadores, velocistas y lanzadores presentan mayores niveles de fuerza muscular que otras disciplinas deportivas.
Algo interesante es que pareces ser que la fuerza que se gana rápidamente, se pierde de la misma forma, pero la que es lograda a través de años de entrenamiento suele ser más duradera a la hora de dejar de entrenarla.
Sexo y Edad
Al parecer no hay diferencias significativas en el nivel de fuerza entre niños y niñas hasta los 14 años.
Veamos la siguiente recopilación bibliográfica realizada por el Profesor Hegedus
Hettinger en 1976 y 1990 como así también Astrand y Rodahl en 1992 determinaron que en las primeras edades de la niñez no existe diferencias significativas en la Fuerza muscular entre las niñas y niños, añade que dichos niños y niñas no aumentan la Fuerza con el entrenamiento y que recién a partir de los 8 o 9 años puede ocurrir esto pero debido a una mejor coordinación intra e intermuscular.
Según Hettinger 1990 y Fetz 1982 las niñas ven concluido su hipertrofia muscular a la edad de 13 años aproximadamente, por el contrario lo mismo sucede en los varones pero a la edad de 18 / 19 años.
Estos datos fueron seleccionados en cuanto a personas que no realizaban entrenamiento físico en forma sistemática.
Cabe destacar que bajo una planificación de entrenamiento metódico los niveles de Fuerza pueden incrementarse hasta los 30 años de edad en ambos casos.
La fuera muscular comienza su paulatino descenso aproximadamente a los 50 años.