A pesar de la crisis, FNEID prevé un repunte de nuevos clientes en los gimnasios durante el mes de enero.
Los milagros no existen: constancia, elegir una actividad que nos guste y mantener una dieta equilibrada son la clave para obtener resultados a medio plazo.
Enero suele ser el mes de los buenos propósitos: aprender inglés, dejar de fumar y perder esos kilos de más que se han ganado tras los excesos navideños suelen ser los más populares. De este modo, durante el primer mes del año es cada vez más habitual ver cómo en las instalaciones deportivas conviven los clientes asiduos al deporte con los nuevos clientes que intentan combatir los kilos extras.
“Con el año nuevo, volver al gimnasio es un clásico. Sin embargo, en 2013 no creemos que se consigan muchas altas nuevas, aunque sí esperamos que muchos clientes no habituales, vuelvan a su centro y podamos fidelizarlos. Ese el reto que tenemos los empresarios. Conseguir clientes más implicados con las actividades de nuestros centros”, reconoce Hortensia Vigil, presidenta de la Federación de Empresarios de Instalaciones Deportivas (FNEID).
Consejos para perder los kilos extras
- Los milagros no existen: quienes acudan al gimnasio con la esperanza de perder peso de forma inmediata se frustrarán, lo que el cliente debe tener claro es que bajar los kilos de más es una tarea continuada en el tiempo, que requiere constancia y práctica diaria.
- Elige una actividad que se adecúe a tus gustos y necesidades físicas. Tan rápido como los gimnasios se llenan en enero de nuevos clientes, son pocos los que se mantienen durante los meses posteriores. El motivo es que estos se cansan rápidamente bien porque la actividad que han elegido les parece demasiado dura o bien porque no ven resultados de forma inmediata. La clave está en elegir una actividad que nos guste, que esté acorde con nuestros intereses, edad y limitaciones y que estemos bien asesorados por personal cualificado para que no suframos ninguna lesión innecesaria por haber practicado deporte de forma errónea.
- Durante el 2013, los usuarios apostarán por disciplinas como el ciclo-indoor y el zumba fitness, aunque el crossfit, que consiste en un programa de fuerza y acondicionamiento físico total, que se basa en el incremento de las diez capacidades físicas más reconocidas por los especialistas en el entrenamiento deportivo, y va a convertirse en la alternativa para los que estén buscando emociones fuertes.
- Elegir el mejor gimnasio. Para que acudir al gimnasio no se convierta en una carrera de obstáculos, debemos buscar una instalación próxima a nuestro hogar o centro de trabajo, con un horario que sea compatible con nuestras tareas cotidianas, unas instalaciones que se encuentren en buen estado y monitores que nos ayuden a practicar ejercicio de forma correcta.
- Mantener una dieta equilibrada. La práctica de deporte debe ir acompañada de una dieta equilibrada, rica en frutas y hortalizas. De nada servirá que el usuario se “machaque” en el gimnasio si después come sin mesura.
“Si conseguimos superar la barrera de los tres primeros meses, la rutina de practicar ejercicio habrá entrado en nuestras vidas para quedarse -afirma la presidenta de FNEID, Hortensia Vigil-, ya que son muchas las razones por las que el deporte influye de forma positiva en nuestro día a día.”
Practicar ejercicio físico ayuda a prevenir enfermedades físicas y a mantener un adecuado equilibrio mental. A nivel físico, el deporte ayuda a prevenir la aparición de enfermedades asociadas al sedentarismo y al nuevo estilo de vida del siglo XXI, tales como la obesidad, el colesterol, la diabetes, osteoporosis o dolencias cardiovasculares.
Asimismo, ha quedado demostrado que practicar ejercicio físico con regularidad contribuye a mantener un equilibrio mental y anímico, al reducir los niveles de estrés y ansiedad generados por las tensiones y el ritmo frenético del día a día. Cuando practicamos ejercicio, generamos endorfinas que producen un efecto positivo sobre nuestro estado anímico, lo que nos ayuda a sentirnos mejor. Eso se une a que los gimnasios se han convertido en espacios de socialización donde las personas amplían y/o afianzan las relaciones personales, lo cuál contribuye a mantener un equilibro mental.