Por mucho que intentemos mentalizar a clientes y colegas que realmente no es un factor importante, ver como, aún haciendo el mismo entrenamiento y la misma dieta que nuestro compañero de sesiones, éste levanta bastante más peso que nosotros puede resultar realmente frustrante.
Buscamos explicaciones ilógicas e incluso “divinas”, cuando en realidad existen una serie de factores fundamentales respecto a la limitación o a la facilidad en el desarrollo de la fuerza. Vamos a repasarlos brevemente:
Factores genéticos:
Recordaréis que en alguna ocasión comentamos la facilidad natural de los jamaicanos al desarrollo de la velocidad por su mayor proporción de fibras rápidas (tipo II o FT), encargadas de los esfuerzos eminentemente anaeróbicos. Por naturaleza, podemos tener mayor desarrollo o capacidad del mismo sobre un tipo de fibras u otras siendo cada individuo sensiblemente distinto en este aspecto. Si no estamos delante de atletas avanzados o gente con objetivos muy relacionados con el rendimiento, no tiene mucha necesidad, aunque sí podemos encontrar un test relativamente sencillo para sacar el % de fibras rápidas aproximado, partiendo de la base que se tiene aproximadamente un 50% de cada tipo.
El mismo consiste primero en conocer con exactitud la RM de un ejercicio. Para el test se debe realizar un calentamiento apropiado (como es lógico) e ir realizando 5 repeticiones en 5 segundos. El % de Repetición Máxima que podamos ejecutar a este ritmo y repeticiones será muy aproximado al de fibras rápidas en el organismo.
Estado de la columna vertebral:
Es uno de los indicadores de la salud del individuo así como un limitador de ciertos esfuerzos. Patologías vertebrales que pueden ir desde hernias de disco hasta simplemente una hiperlordosis pueden permitirnos menos esfuerzo o rendimiento respecto a nuestros compañeros.
Musculatura estabilizadora y otros grupos “agonistas”:
Yendo a la práctica, en el press de banca, pese a ser el ejemplo más recurrido en ejercicios de pecho, intervienen muchos más músculos que simplemente el pectoral mayor (hombro, tríceps, antebrazos). Una lesión o falta de fuerza en alguno de estos también puede tener un efecto reductor del peso total levantado.
Además, es imprescindible no pasar por alto que el “CORE”, musculatura abdominal y vertebral, lleva consigo gran parte de la estabilización activa de nuestro cuerpo, imprescindible en ejercicios de fuerza con pesos libres, donde no tenemos un soporte externo (la propia máquina). Si tenemos esta musculatura relativamente atrofiada (vamos a ponerle el palabro “hipotrofiado”, aunque sí está reconocido), no podremos alinear eficientemente el resto de segmentos corporales para un correcto trabajo.
Tendones y ligamentos:
Además del efecto “mensajero” de la fuerza, son otro factor clave en el trabajo con cargas. Debemos considerar que, caso a parte de lesiones pasadas (roturas, fisuras o simplemente, hiperlaxitud), podemos tener por naturaleza mayor o menor fuerza en los mismos, por lo que dicha transmisión puede quedar reglada a los mismos. Fijaos en la cantidad de vendajes y protecciones que deben llevar los levantadores de peso en rodillas, muñecas, étc. buscando así una especie de apoyo externo a las articulaciones para poder soportar mejor cargas tan altas.
Otros factores:
Por supuesto debemos considerar otros factores como puede ser la técnica de ejecución del movimiento, la coordinación, la velocidad del ejercicio, horario de prueba, enfermedades y/o virus, étc.
Bibliografía complementaria:
Composición de fibras musculares en fondistas, mediofondistas y velocistas. Fitness Performance Journal.