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Autor: Mariano Procopio |
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MARCO TEÓRICO DESHIDRATACIÓN:
Durante una intensa actividad física, especialmente en días
calurosos y/o húmedos, el cuerpo pierde grandes cantidades de agua y
una cierta dosis de sal a través de la transpiración. El resultado
puede ser una enfermedad debida al calor si estos elementos no son
reemplazados en un plazo de 24 horas[3].
En unas pocas horas de dicho ejercicio vigoroso con las características
climáticas arriba mencionadas, la pérdida de agua o la deshidratación
puede alcanzar proporciones que impidan la disipación del calor y
comprometan severamente la función cardiovascular y la capacidad de
trabajo. Varias horas de actividad intensa puede causar la fatiga en las
glándulas sudoríparas, lo que finalmente conduce a una incapacidad
para regular la temperatura interna. Al progresar la deshidratación y
disminuirse el volumen plasmático, se reduce la sudoración y la
termorregulación se vuelve cada vez más difícil[4].
Una deshidratación equivalente al 5% del peso corporal de un deportista
aumenta de manera significativa la temperatura rectal y la frecuencia
cardíaca, y disminuye el ritmo de sudoración tanto en hombres o
mujeres que hacen ejercicio en un ambiente cómodo o caluroso comparado
con el que tienen en un estado normal de hidratación[5].
La frecuencia cardíaca elevada en el estado deshidratado se atribuye a
un menor volumen sanguíneo central que conduce a una menor presión de
llenado ventricular y volumen sistólico[6].
Una temperatura interna elevada se relaciona con una reducción tanto de
la sudoración como del riego sanguíneo de la piel[7]
6.
En los deportes donde predomina la resistencia aeróbica de larga
duración la pérdida de líquido puede llegar a representar el 10% del
peso corporal de un atleta4. DISMINUCIÓN DEL RENDIMIENTO FÍSICO:
Los adultos toleran un déficit de agua corporal de
aproximadamente solo 1,5 litros sin una respuesta fisiológica anormal,
aunque una pérdida de liquido equivalente a tan poco como el 1% del
peso corporal se asocia con un aumento significativo en la temperatura
rectal comparado con el mismo ejercicio con una hidratación normal[8].
Cuando la pérdida de agua llega al 4 ó 5% del peso corporal se revelan
una deficiencia en la capacidad para realizar el trabajo físico[9]
y en la función fisiológica[10].
Dado que una gran parte del agua perdida mediante la transpiración
viene de la sangre la capacidad circulatoria es afectada adversamente al
progresar la pérdida por el sudor (si no se repone continuamente el
agua). Esto se manifiesta en una disminución del volumen sanguíneo
circulante, una reducción del volumen sistólico y un aumento
compensatorio de la frecuencia cardíaca, y un deterioro general en la
eficacia circulatoria y termorreguladora durante el ejercicio4.
En términos de rendimientos, se observó una reducción del 48%
en la resistencia cuando los sujetos se deshidrataron al 4,3% del peso
corporal; simultáneamente el VO2 max
disminuyó un 22%[11].
En estos mismos experimentos, el rendimiento en pruebas de resistencia y
el VO2
max
se redujeron en un 22% y 10% respectivamente, cuando la deshidratación
era solo del 1,9% del peso corporal como promedio. Claramente, la
deshidratación reduce la capacidad de los sistemas circulatorio y
termorregulador para responder al “stress” metabólico y térmico
del ejercicio4. VACIADO GÁSTRICO:
Es la rapidez de la absorción de los líquidos ingeridos. Ocurre
como resultado del rápido vaciamiento de dichos liquidos del estómago
y de su paso al intestino delgado[12].
Va a ser decisivo para la rehidratación. Cuanto más rápida sea
su labor, mayor rehidratación tendrá el atleta. Desde hace años que
se está estudiando los tiempos de absorción con distintos tipos de
bebidas, ya que es la clave para aumentar el rendimiento físico REPOSICIÓN DEL AGUA:
El objetivo principal de la reposición de líquidos es mantener
el volumen plasmático para que la circulación y la sudoración puedan
progresar a niveles óptimos. La prevención de la deshidratación y sus
consecuencias sólo pueden lograrse con un régimen adecuado de reposición
de agua que se sigue rigurosamente4.
Dado que el mecanismo de la sed es generalmente una guía
imprecisa de la necesidad de agua los entrenadores deberían animar a
los atletas a que se rehidraten[13].
Un atleta bien hidratado siempre funciona a un nivel superior que
uno que hace ejercicio en un estado deshidratado. REPOSICIÓN DE ELECTROLITOS:
Durante la transpiración se pierde más agua que sal. Cuando se
toma sal como reposición sin una cantidad adecuada de agua, la
concentración de la sal en el cuerpo aumenta, originando un
desequilibrio potencialmente perjudicial, que se puede evitar regulando
la relación entre la sal y el agua en la ingestión del atleta. Por lo
común, en una dieta equilibrada se obtiene una cantidad suficiente de
sal a través de los alimentos3
La pérdida de potasio con la transpiración es mínima, excepto
en las condiciones más extremas[14].
En este caso la pérdida de potasio puede reponerse aumentando el
consumo de comidas ricas en potasio como frutas cítricas y plátanos.
Un vaso de jugo de naranja o de tomate repone casi todo el potasio,
calcio y magnesio excretado en 2 a 3 litros de sudor. En todos menos en
los casos menos usuales, las modificaciones dietéticas y la concentración
de electrolitos por los riñones compensan adecuadamente la pérdida de
electrolitos por la transpiración4. ACLIMATACIÓN AL CALOR:
La persona aclimatada al calor es capaz de trabajar en ese
ambiente con temperatura rectal y frecuencia cardíaca bajas y con mejor
termorregulación y menos síntomas de incomodidad que un sujeto no
aclimatado. El aumento del volumen plasmático y del líquido
intersticial, unido al mayor retorno venoso al corazón da mayor
estabilidad a la circulación central. El volumen de eyección sistólica
aumenta y el volumen minuto cardíaco se mantiene con una frecuencia
cardíaca baja. El proceso de aclimatación es rápido se completa en un
período de 4 a 7 días y puede lograrse por medio de cortos períodos
(2 a 4 horas por día) de trabajo en el calor; ya que si no se combina
la exposición al calor con el ejercicio, solo se produce una aclimatación
leve. La aclimatación al calor persiste durante varias semanas después
de que cese la exposición, y va desapareciendo lentamente en un período
de varios meses[15]
Por lo tanto, la persona entrenada almacena menos calor durante
el ejercicio y llega a un estado térmico antes, y a una temperatura
interna menor, que una no entrenada. Pero esta ventaja
de entrenamiento para la termorregulación se observa sólo si el
individuo está plenamente hidratado durante el ejercicio[16] CONSECUENCIAS
DE LA DESHIDRATACIÓN:
Si los signos normales de “stress” térmico (sed, fatiga,
atontamiento, y disturbios visuales) no son advertidos, pueden resultar
en una serie de complicaciones denominada enfermedad
térmica. Las formas principales por las que se manifiesta dicha
enfermedad en orden de menor a mayor severidad son: Ø
Calambres
por calor Ø
Agotamiento
por calor
Ø
Golpe
de calor Cuando ocurre una enfermedad de este tipo, hay que actuar inmediatamente para aliviar el “stress” térmico y rehidratar a la persona hasta que llegue ayuda médica. CALAMBRES
POR CALOR:
Los calambres por calor, o espasmos musculares involuntarios,
ocurren durante o después de una actividad física intensa y se
observan normalmente en los músculos específicos ejercitados. Esto se
produce por un desequilibrio en las concentraciones corporales de
electrolitos, ya que durante la transpiración pueden perderse sales y
si estas no se reponen pueden ocurrir dolores o espasmos musculares. Con
los calambres por calor, la temperatura corporal no está necesariamente
elevada
Normalmente puede asegurarse la prevención hidratando el cuerpo
antes, durante y después del ejercicio, y también aumentando el
consumo diario de sal en las comidas unos días antes del período de
“stress” térmico EL
AGOTAMIENTO POR CALOR
Esta enfermedad se caracteriza por un pulso rápido y débil, una
presión sanguínea baja en la posición erguida, dolor de cabeza,
mareos y debilidad general. La temperatura corporal no se eleva a
niveles peligrosos
Una persona que experimenta los síntomas arriba mencionados
deberá parar de realizar ejercicios, ingerir líquidos y colocarse en
un ambiente mas fresco. EL
GOLPE DE CALOR
Para dicho caso se requiere de atención médica urgente. El
golpe de calor es el fallo de los mecanismos de termorregulación
ocasionado por una temperatura corporal excesivamente alta. Si no se
trata la incapacidad progresa y sobreviene la muerte debida a un colapso
circulatorio
Mientras se espera el tratamiento médico, hay que tomar medidas
rápidas para disminuir la temperatura interna elevada. Estas incluyen
frotar con alcohol, aplicar compresas de hielo, y la inmersión total
del cuerpo en agua fría4. NECESIDADES
DE HIDRATACIÓN
Como
ya hemos mencionado conocemos, el agua, que representa el 70% del
organismo, acompañada de sales disueltas con cargas eléctricas, es un
elemento fundamental para la vida, hasta tal punto que el hombre no podría
sobrevivir sin toma de agua y sales más de una semana. Los
distintos compartimentos del organismo presentan diferentes
disoluciones, diferente osmolaridad, con limites relativamente
estrechos, lo que hace que las variaciones en las concentraciones tengan
repercusiones en el organismo, afectando seriamente la salud. Siendo el
mantenimiento de estas concentraciones las que hacen posible las
contracciones musculares y las transmisiones nerviosas. Dada
la importancia de las concentraciones, debemos encontrar el equilibrio
entre la ingesta y las perdidas. El aporte lo realizamos por medio de la
ingesta directa de líquidos, la parte de líquidos que se encuentran en
los alimentos y, también, el agua que se produce en la combustión de
los alimentos. Entre las perdidas el ser humano pierde agua por vías
como el sudor, orina, diarreas, lagrimas, vapor de agua, vómitos,
quemaduras, ulceras, hemorragias,
Cuadro
1: "Equilibrio del agua en el organismo de un sedentario. (Leibar,
X. y Terrados, N., 1994)" Esto,
que es importante en la vida normal de cualquier persona, es de capital
importancia cuando nos adentramos en el ámbito deportivo, sobre todo en
actividades físicas de duración elevada. Gran
parte de la energía generada por el ejercicio físico se libera en
forma de calor. Esto determina un aumento de la temperatura corporal,
que en un principio mejora el rendimiento, y que, sin embargo, puede
llegar a ser peligrosa al superarse cierto umbral, sobre todo, si la
actividad se prolonga durante mucho tiempo, pudiendo aparecer el golpe
de calor, uno de los principales problemas para los deportistas en
relación con este tema.
Cuadro
2: "Espectro clínico del golpe de calor. (Bracker, M., 1992, en
Leibar, X. y Terrados, N., 1994)" El
calor se disipa por el sudor, que al evaporarse, enfría el cuerpo. Este
mecanismo de control de la temperatura interna es mucho más activo en
quien practica una actividad deportiva con cierta regularidad que en los
sujetos que llevan una vida sedentaria. Un atleta, por lo tanto, suda
con más facilidad. De todas las formas de perdida de agua,
anteriormente expuestas, la que más importancia adquiere en la
actividad física es la perdida por medio de sudor. La
pérdida de agua tiene un limite, por encima del cual comienzan las
repercusiones negativas para el organismo, debido a las alteraciones en
la temperatura corporal. Haciendo una clasificación a partir del peso
corporal, hasta el 5%, la condición orgánica se mantiene en
equilibrio, pero perdidas en el orden del 10 a 20% pueden ser
incompatibles con la vida, no llegando a ser frecuente hasta este
limite. Como ejemplo, conocemos los cálculos de perdida estimados en un
maratoniano de élite, llegando a los 2,5 litros de sudor, a los que
debemos añadir las perdidas por vía respiratoria.
Cuadro
3: "Predicción de perdida de sudor. (Nielsen, B., 1992, en Leibar,
X. y Terrados, N., 1994)" No
debemos olvidar que la temperatura corporal es un factor limitante del
rendimiento deportivo, y que esto unido a que la cantidad de agua que
podemos perder esta limitada, nos condiciona a la ingesta de agua, bien
sola, bien con sales durante la actividad física. Realizando este
aporte de una manera efectiva y en el menor tiempo posible. Si
no introducimos estos líquidos y se mantiene la producción de calor,
por actividad física o cualquier otra razón, se puede producir una
alteración importante de la salud, producida por la excesiva pérdida
de agua o de sales.
Cuadro
4: "Efectos de la deshidratación. (Moesch, en Leibar, X. y
Terrados, N., 1994)" Por
tanto, la prevención es la solución más importante, teniendo en
cuenta la duración de las actividades físicas y la temperatura y
humedad del entorno, como principales factores de riesgo, teniendo
presente las celebraciones en recintos cerrados y cubiertos, a la hora
de determinar la características de la ingesta. Las ingestas podrán realizarse antes, durante y después de la competición, siendo las segunda en las que nos centramos en la revisión bibliográfica realizada, pretendiendo conocer su importancia y aplicación, la composición, frecuencia, temperatura, entre otras características. [3] Fisiología del deporte. Edward L. Fox Editorial Medica Panamericana 1987. 264. [4]
Fisiología del ejercicio, nutrición energía y rendimiento humano Mc
Ardle Editorial Alianza 1992. 479. [5]
Sawka, M.N. Hypohydration and exercise :effects of heat acclimatisation,
gender, and environment. J. Appl. Phisiol.,55:1147,1983. [6]
Nadel E.R. Effect of hydration state on circulatory and thermal
regulation. J.Appl.Phisiol.,49:751,1980. [7]
Fortney, S.M. Effect of blood pressure on sweating rate and blood lipids
in exercising humans J. Appl. Phisiol.,51:1594,1981. [8]
Claremont, A. D. et al.: Comparison of metabolic, temperature, heart
rate and ventilatory responses
to exercise at extreme ambient temperature (0 and 35º c). Med Sci.
Sports, 7:150 1975. [9]
Saltin, B.: Circulatory response to submaximal and maximal exercise
after thermal dehydration. J.
Appl. Phisiol., 19:1125,1964. [10]
Claremont, A. D. et. al.: Heat tolerance following diuretic induced
dehydration. Med. Sci. Sports, 8:239, 1976 [11]
Craig, F.N. y Cummings, E.G.: Dehydration and muscular work. J. Appl.
Physiol. 21:670,1966. [12]
Reher, N. J. et. Al.: Gastric empying with repeated drinking during
running and bicycling Int. J. Sports Med 1990 Jun;11(3)238-243 [13]
Adolph, E.F. : Physiology of man in the desert. Nueva York,
interscience. 1947 [14]
Dill, D. B. et al.: Capacity of young males and females for running in
desert heat. Med. Sci. Sports, 99:137,1977. [15] Morehouse L. E. Fisiología del ejercicio. Editorial El Ateneo, novena edición 177, 1986. [16]
Sawka, M. N., et al.: Inflluence of hydration level and body fluids on
exercise perfomance in heat. JAMA, 252:1165, 1984. |